13 may 2012

Manifiesto Punk de Greg Graffin

Manifiesto Punk Por Greg Graffin

  • Introducción
  • Los Punks No Son Bestias.
  • Dentro de la singularidad está la preservación de la humanidad.
  • La batalla entre el miedo y la racionalidad.
  • ¿Cuál es la Verdad?
  • ¿Qué es el miedo?
  • El Movimiento Punk
  • ¿Qué es el Punk?

traducción al español por http://usuarios.lycos.es/jhbadbad/

Introducción

Nunca he poseído mi propia compañía discográfica, ni dirigido una exitosa compañía de merchandise,
por esto no pretendo ser un experto en marketing. He evolucionado a través de mi habilidad como compositor de canciones, pero otros lo han etiquetado , comercializado y acicalado para el consumo.

Aunque he hecho dinero gracias al Punk, es una modesta cantidad cuando uno considera la recompensa que ha sido otorgada a las compañías que promueven el Punk como alguna especie de producto para ser ingerido. Esta ha sido siempre mi manera de despreciar los novedosos, poco serios e impulsivos rasgos que la gente asocia con el Punk; porque el Punk es más que eso, tanto más que esos elementos se convierten en triviales a la vista de la experiencia humana que todos los Punks comparten.

Desde que esto [el Punk] ha sido parte de mi, durante más de la mitad de mi vida, pienso que ha llegado la hora de intentar definirlo, y en el intento defender este persistente fenómeno social conocido como Punk. Es asombroso que algo con tanta profundidad emocional e intercultural haya marchado sin definición por tanto tiempo, porque las raíces del Punk se hacen más profundas, y retroceden en la historia más haya de lo imaginado.

Incluso en las dos últimas décadas, es difícil encontrar algún análisis del influyente efecto que el Punk-Rock ha tenido en la música Pop y en la cultura juvenil. Y más raros aún son los ensayos o artículos detallando las emocionales e intelectuales corrientes ocultas, que conducen las afirmaciones de moda más comunes, que la mayoría de la gente atribuye al Punk.

Estas son algunas de las necesidades que me obligan a escribir esto. Si mi intento ofende a los puristas, manda a pique la clandestinidad de una sociedad secreta, promueve la confianza en la investigación escéptica, provoca pensamientos más profundos, y descifra la ironía; entonces habré logrado mi trabajo y aquellos que se sientan despreciados u ofendidos, quizá reconozcan la trivialidad de su posición. Dado que no tengo nada que promover salvo mis observaciones sobre una sub-cultura,
que ha crecido hasta proporciones globales, y a través de convivir con ella mucho tiempo,
he encontrado hilos del pensamiento común en todas partes.

Los procesos del pensamiento común y corriente son los que determinan la ideología que aglutina y compromete a la gente en compañía de otros, dentro de una comunidad. Hay un deseo entre Los Punks de ser una comunidad, pero se necesita para serlo, alguna formación dada a conocer sobre los fundamentos de la ideología Punk, y de dónde proviene esta. El actual estereotipo punk es cicatrizado por el marketing de masas y por un desafortunado énfasis en el estilo, y no en la esencia.

Pero estos males no destruyen el sentimiento Punk, solamente confunden la educación de las nuevas generaciones de gente que saben que ellos son el Punk, pero que no saben lo que esto significa. Hay un largo camino hasta entender lo que significa. Este escrito es parte del proceso.

Los Punks No Son Bestias.

El Punk es un reflejo de lo que significa ser [verbo] humano. ¿Qué nos diferencia de otros animales?
Nuestra habilidad para reconocernos a nosotros mismos y expresar nuestra singularidad genética.
Irónicamente, en la perspectiva sostenida comúnmente, entre los que se dedican a hacer negocios y
la maquinaria publicitaria, se resalta la primitiva naturaleza en estado animal de los Punks y de su música.

Ellos dan por hecho que la violencia es el ingrediente clave en la música Punk, y esta suposición es fácilmente perpetuada porque es fácil comercializar la violencia, y los nuevos artículos sobre ella siempre consiguen espacio en las columnas de la prensa. Este enfoque sobre la violencia olvida un elemento clave de lo que trata todo el Punk:

El Punk ES : la expresión personal de la singularidad que proviene de las experiencias de crecer en contacto con nuestra habilidad humana para razonar y plantear preguntas.

La violencia ni es habitual en el Punk, ni exclusiva de éste. Cuando ésta se manifiesta es debido a
cosas no relacionadas al ideal punk. Considerar por ejemplo la habitual historia de una pelea en el instituto entre un punk y un atleta, jugador de fútbol. El futbolista y su cohorte no aceptan o valoran al punk como a una verdadera persona. Más bien, lo usan como un recipiente de ácido sulfúrico, a diario recriminándolo, provocándolo, y avergonzándolo, lo cual , por supuesto, no es más que un reflejo de sus propias inseguridades.

Un día, el punk ha tenido suficiente y golpea al capitán del equipo de fútbol en el vestíbulo. Los profesores por supuesto expulsan al punk y mencionan su paupérrimo peinado y andrajosa ropa como una evidencia de que él es un violento, un incontrolable sin remedio. En el periódico de la comunidad se lee "Una Paliza en el Vestíbulo Reafirma que la Violencia es un Modo de Vida Entre los Punk Rockers".

La ira espontánea al no ser aceptado como una verdadera persona no es exclusivo de los Punks. Esta reacción se debe al hecho de ser[verbo] Humano, y cualquiera reaccionaría con ira, independientemente de su afiliación social o subcultural, si se sintieran despreciados e inútiles. Tristemente, hay muchos ejemplos de violencia entre los punks. También hay resplandecientes ejemplos de gente mal informada que se llaman a ell@s mism@s punks. Pero la ira y la violencia no son características del Punk, de hecho, estas no tienen cabida en el ideal Punk.
Ira y violencia no son el pegamento que mantiene unida a la comunidad punk.


Dentro de la singularidad está la preservación de la raza humana.

La naturaleza nos concede la columna vertebral genética de lo que trata todo el Punk. Hay proximadamente 80.000 genes en el Genoma Humano, y aproximadamente 6 billones de personas portando este elogio genético. Las probabilidades de que dos personas lleven el mismo cromosoma son tan pequeñas como para estar casi más allá de la comprensión (Las posibilidades son esencialmente 1/2 80.000 veces el número de posibles personas que tú puedas conocer y con la que casarte durante toda una vida! Prácticamente imposible).

Los genes que llevamos juegan un importante papel en la determinación de nuestro comportamiento y nuestro punto de vista sobre la vida. Eso es por lo que tenemos el regalo de la singularidad, porque nadie más tiene el mismo conjunto de genes controlando su perspectiva del mundo. Por supuesto, los factores culturales juegan el otro papel principal, y estos pueden tener un efecto más homogeneizador sobre el comportamiento y la forma de ver el mundo.

Por ejemplo, una ciudad completa de obreros podría tener 15000 habitantes que son educados con los mismos ideales, trabajan en las mismas factorías, van a las mismas escuelas, compran en los mismos establecimientos, y tienen afición a los mismos equipos deportivos. Mientras sus hijos se desarrollan,
hay una constante interacción de fuerzas opuestas entre la impresión social que su cultura imparte, y la expresión genética de singularidad.

Aquellos que pierden el contacto con su naturaleza se convierten en robots de la sociedad, mientras que aquellos que denuncian su desarrollo social se convierten en animales vagabundos. El Punk simboliza un deseo para caminar la línea en medio de estos dos extremos con magistral precisión.
Los Punks quieren expresar su propia y única naturaleza, mientras al mismo tiempo quieren adoptar los aspectos comunitarios de su educación cortagalletas.

La relación social que ellos tienen está basada en un deseo de comprensión mutua de la perspectiva única del mundo que cada uno tenemos. Las "escenas" punk son lugares sociales donde esas perspectivas son aceptadas, algunas veces adoptadas, otras veces descartadas, pero siempre toleradas y respetadas.

El Punk es: un movimiento que sirve para rebatir actitudes sociales que han sido perpetuadas a través de la deliberada ignorancia de la naturaleza humana.

Porque esto depende de la tolerancia y evita la desaprobación, el Punk está abierto a todos los humanos. Hay una elegante semejanza entre la dependencia del Punk de perspectivas y comportamientos únicos, y nuestra propia, natural y genética predisposición hacia la singularidad.

La batalla entre el miedo y la racionalidad.

La adicción a conformarse es un poderoso efecto secundario de la vida civilizada. Tod@s nosotr@s somos educad@s para respetar las opiniones de nuestr@s ancian@s, y más tarde cuando nos damos cuenta de que éstas son sólo opiniones dogmáticas, no estamos educad@s para causar un alboroto por hacer preguntas difíciles. Much@s sencillamente están de acuerdo con los conceptos imperantes
y nunca expresan sus propias opiniones, lo cual es análogo a una muerte prematura del individuo.

Nuestra especie es única en la habilidad de reconocer y expresar la personalidad y, no ejercer esta función biológica, va en contra del gradiente de selección natural que creó ésto desde el principio. Esta "autosatisfacción" combate un miedo al fracaso.

Es fácil asumir que si tod@s l@s demás están haciendo algo, entonces no hay forma de fracasar si tú simplemente estás de acuerdo con esto. El ganado y las manadas de gansos probablemente puedan reconocer esta ventaja. Pero la humanidad entera podría fracasar por esa mentalidad.

Reflexionando y actuando en una dirección contraria a la corriente de la opinión popular es decisivo para el progreso y el desarrollo humano, y una contundente manifestación del Punk. Si un asunto o fenómeno es considerado verdadero sólo porque otras personas dicen que lo es, entonces es un trabajo Punk buscar una solución mejor, o al menos encontrar una variable independiente que confirme la creencia mantenida; (A veces la opinión popular es sólo un reflejo de la naturaleza humana,
l@s Punks no viven en la negación de esto).

Esta habilidad para oponerse a los principios del momento fue una pieza principal de los más grandes avances en el pensamiento humano a lo largo de la historia. El periodo completo de la Ilustración se caracterizó por las ideas que rehuían del dogma de la época, sólo para revelar las verdades en la naturaleza y en la existencia humana que todo el mundo puede observar, y que todavía están con nosotros hoy.

Galileo luchó contra la Iglesia, la Iglesia ganó la batalla, metiéndolo en la cárcel para toda la vida,
pero finalmente perdió la guerra; pocas personas creen hoy que el sol gira alrededor de la Tierra, y por tanto Dios no creó a la Tierra como el centro del universo. Francis Bacon insistió en que el destino humano es la inteligencia. Si negamos este principio fundamental de lo que significa
ser [verbo] humano, él razonó, entonces descendemos dentro de las profundidades del mero barbarismo.

Charles Darwin, escribió después del apogeo de la Ilustración, no obstante él fue directamente influenciado por su tradición, fue educado como un teólogo y, a pesar de eso, todavía fue conducido a entender el orden subyacente que conectaba las especies biológicas que él observaba en sus viajes. Sus puntos de vista arrojaban interrogantes sobre muchos de los dogmas de la Biblia,
a pesar de eso su razonamiento fue acertado, y a través de un método de autosuperación (la lucha en su propia mente por entender) enriqueció al género humano mediante la instauración de un nuevo punto de referencia del conocimiento humano.

La doctrina de la iglesia fue más marginada. El miedo de la repercusión desde la iglesia fue eclipsado por la ola de entendimiento que los puntos de vista de Darwin crearon en la gente, y por la verdad existente en sus estudios.

El proceso del pensamiento Punk contemporáneo, conducido por este deseo de comprender, es una copia idéntica de la tradición de la Ilustración. El hecho de que, tantísimos ejemplos históricos existan, que revelan un deseo de destruir el dogmatismo, nos encamina hacia una poderosa doctrina: Esta es un rasgo natural de los seres humanos civilizados para ser originales. El hecho de que la singularidad sea tan poco frecuente, revela que nuestra naturaleza es reprimida por una igualmente poderosa fuerza contrapuesta : EL MIEDO.

El PUNK ES: un proceso de cuestionar y de comprometerse a la comprensión, que resulta en el progreso individual, y por extrapolación, guiaría hacia un progreso social.

Si bastantes personas se sienten libres, y son animad@s a usar sus habilidades de observación y raciocinio, grandes verdades emergerán. Estas verdades son reconocidas y aceptadas, no porque fueran impuestas a la fuerza por alguna entidad totalitaria, sino porque todo el mundo tiene una experiencia similar cuando las observa.

El hecho de que l@s Punks puedan narrarse un@s a otr@s y tener en común asuntos de prejuicios,
proviene de una experiencia compartida de ser tratados inadecuadamente por la gente que no les quiere alrededor. Cada un@ tiene su propia experiencia de ser rehuído, y cada un@ puede verse reflejado en la historia de alienación de otr@, sin alguna clase de adhesión a un código de comportamiento.

La verdad de los prejuicios proviene de la experiencia que tod@s ell@s comparten,
no de una fórmula escrita o una constitución a la que tengan que obedecer. L@s Punks aprenden de esta experiencia que los PREJUICIOS están equivocados, este es el principio mediante el que ell@s rigen sus vidas; ell@s no lo aprendieron de un libro de texto. Sin el afán por entender y el cuestionar las creencias mantenidas, la verdad permanece cubierta detrás de la costumbre, la inactividad, y la ideología dominante.

¿Cuál es la Verdad?


Los filósofos distinguen entre la verdad con "V" mayúscula y la verdad con una "v" minúscula.
Los Punks niegan la primera.

La Verdad con "V" mayúscula asume que hay un orden prescrito por algún ser transcendental.
Es decir, que la verdad proviene en última instancia de Dios, que tuvo un plan para todo cuando
él creó el universo.

La verdad con "v" minúscula es esa que entendemos por nosotr@s mism@s, y sobre la que tod@s nosotr@s podemos estar de acuerdo gracias a unas experiencias y observaciones similares de este mundo. Esta también es conocida como verdad objetiva, desde nuestro interior, revelada aquí en este mundo; como la verdad opuesta a la Verdad con "V" mayúscula, la cual proviene del exterior y es proyectada hasta nosotros, concretamente para que la sigamos.

La moral necesita NO ser pensada como un producto sólo de la Verdad con "V" mayúscula. La verdad objetiva es fácilmente adaptable a una cultura moralista y espiritual.

El PUNK ES: la creencia de que este mundo es lo que hacemos de él, la verdad proviene de nuestra comprensión de cómo son las cosas, no del ciego apego a fórmulas acerca de cómo deberían ser las cosas.

La dependencia del Punk de la verdad objetiva proviene de la experiencia compartida de ir a contra corriente. Cualquiera, que haya sobresalido en una multitud, palpa la verdad de la experiencia.
Nadie tuvo que escribir una doctrina aceptable para el marginado, y para que éste entendiese lo que significa ser diferente. La verdad fue bastante sencilla, y esa verdad pudo ser entendida y consensuada por todos aquellos que compartían una experiencia común.


¿Qué es el miedo?


Los miedos, que conducen a la gente a conformarse, han causado épocas deprimentes en la historia de la humanidad. La llamada Edad Media fue tranquila y sin agitación, pero también lúgubremente silenciosa y pestilente, nunca para hallar una perspectiva que contrastase [los hechos]. El pseudo-bienestar y la tranquilidad, que la gente de la Edad Media experimentó, por conformarse con una burocracia impuesta rígidamente, impuesta por el rey y la iglesia, fueron completamente enmascarados por la miseria que tenían que soportar en su vida diaria.

La vida es sencilla como un campesino, sin dirección, sin propósito, sólo producir más bienes y
descendencia para el beneficio del Rey. Pero aprovecharse del miedo para controlar a los campesinos
(o hoy en día a los obreros no cualificados en ese asunto) es sólo un nauseabundo ejercicio a corto plazo, porque los campesinos tienen el mismo "equipamiento mental" que la realeza.

Los profundamente arraigados rasgos biológicos del autoreconocimineto y el deseo de expresar la personalidad no pueden ser anulados por mucho tiempo. Con el tiempo los campesinos se dan cuenta de que la vida sin el ejercicio de la razón es tan aceptable como ser un animal de granja. Ser controlado por el miedo es lo mismo que ser biológicamente inerte, incapaz de tomar parte en el drama humano, simplemente consumiéndose por completo.

El miedo que controla el comportamiento humano se aprende. Es diferente de la respuesta inmediata y reflexiva del "huir-del-estímulo-repugnante" que otras criaturas emplean para sobrevivir. También tenemos reflejos motrices como ellas, pero el miedo al fracaso y el miedo al hablar en voz alta provienen del sistema límbico.

El sistema límbico es un circuito de neuronas en nuestro cerebro que controla nuestras emociones más asentadas. Conecta dos partes del cerebro: el Meséncefalo, a donde se envía la información sensorial (es decir, los estímulos visuales y auditivos) y el Cerebro (parte delantera), donde la información es procesada. Aunque el Cerebro ha estado ahí presente durante 480 millones de años (estaba presente en los vertebrados más primitivos), desarrolló funciones especiales con la llegada del género humano.

Una porción especializada del Cerebro, llamada la corteza cerebral, fue altamente desarrollada en los humanos. El 95 % de nuestra corteza cerebral es responsable de las actividades mentales asociativas como la contemplación y la planificación. El otro 5% es responsable del procesamiento de la información motriz y sensorial.

Por comparación, un ratón (también considerado un vertebrado de los más evolucionados), tiene una corteza cerebral con sólo el 5% de sus neuronas dedicadas a las funciones asociativas, mientras que el 95% son dedicadas a funciones motoras y sensoriales.

El sistema límbico altamente desarrollado está en el meollo de lo que significa ser human@.
Nosotr@s nos diferimos de otros animales en la cantidad de tiempo que gastamos planeando, contemplando, y expresándonos. Nuestro sistema límbico es muy poderoso. Puede dominar las emociones primitivas, y suprimir deseos profundos.

Cualquiera que alguna vez haya visto una película triste con l@s amig@s, e intencionalmente retuvo
las lágrimas porque (ell@s) no querían que sus amig@s les vieran llorar, empleó el poder de su sistema límbico. (Ell@s) Contemplaron las repercusiones de la reacción de sus amig@s al llanto, y detuvieron la cascada emocional que habría traído las lágrimas.

Del mismo modo que la racionalidad es producto del sistema límbico, el miedo también se concentra en las mismas neuronas del sistema límbico. A menudo el miedo es un comportamiento racional, basado en pensamientos irracionales, y puede paralizar el poder de procesar de la corteza cerebral. La negación y el miedo van unidos de la mano, y ambos son ejemplos de cómo nuestro sistema límbico puede suprimir los estímulos obvios y promueve una conducta que es segura y convencional.

El sistema límbico es como cualquier otro órgano en el sentido de que puede funcionar sin obstáculos hasta producir resultados perjudiciales. El estar en contacto con nuestros cuerpos lleva a una salud general en conjunto, y el sistema límbico necesita una atención constante con el propósito de dominarlo. Para superar el miedo, un@ necesita estar en contacto con su sistema límbico,
y reconocer cuando está escondiendo lo obvio.

Las buenas maneras y el "ser agradable" son formas de la represión del sistema límbico, necesario a veces, pero a fin de cuentas rebajando la originalidad humana. La mentira es la última forma de represión del sistema límbico. Es una negación de lo obvio. Los narradores de la verdad, aquellos que son auténticos y merecedores de confianza, han aprendido a dominar su sistema límbico. Reconocen el deseo de mentir, pero racionalizan la inutilidad de defender algo que no es verdad.

L@s mentiros@s, por otra parte, son esclav@s de su sistema límbico, pierden el contacto con la mayoría de sus capacidades mentales básicas. Su comportamiento es precavido y astuto porque dejan que su deficiente razonamiento, para encubrir lo obvio, controle su personalidad entera. A la larga se tienen que rendir a la verdad y reconocer la derrota, pero sólo después de que cada posible vía de decepción y de lógica retorcida ha sido defendida en el interés de ocultar su miedo.

L@s polític@s, los curas, l@s caudill@s de las finanzas, y l@s jueces son maestr@s de la lógica retorcida y de la promoción del miedo. Ell@s hacen de l@s Punks buenas dianas para la crítica intelectual porque no respetan a la gente que ha aprendido a dominar su sistema límbico. Y l@s Punks no tienen miedo de apuntar eso que es obvio, aún cuando su posición social podría ser puesta en peligro.

El PUNK ES: la lucha constante contra el miedo de las repercusiones sociales.



El Movimiento Punk


He intentado enumerar algunos de los factores que hacen del Punk un movimiento, en el sentido cultural. El típico estereotipo de un imbécil rufián saqueando, destruyendo, robando, peleando, o discutiendo en el nombre de alguna vacía y efímera causa no es más punk que la imagen "bonita-cara-cabeza-vacía" de las estrellas del pop de hoy día.

Porque es muy fácil para las compañías discográficas vender imágenes de violencia, sexo, y egoísmo,
muchas bandas han picado en el anzuelo y se han retratado a sí mism@s como Punks, sin darse cuenta que realmente estaban perpetuando un estereotipo de conformidad que desde luego no es punk.

La actitud del "Venga únete a nosotr@s", que busca atraer seguidores/as, a menudo resulta en una
multitud ruidosa de personas débiles que piensan que su poder descansa en las grandes cifras de clones de la misma opinión que han recopilado. Sin embargo, no hay fuerza en los números si la gente es apiñada por una mantra de mente cerrada, a su propio servicio, inductora de miedo, que promueve bandos y principios excluyentes.

Las ideologías fuertes no requieren una muchedumbre, persisten a través del tiempo, y nunca se van,
porque están íntimamente relacionadas a nuestro mecanismo biológico. Son parte de lo que significa
existir como Homo Sapiens. El Punk representa esa tradición.

Este es un movimiento de proporciones épicas, va más allá de la proximidad del "aquí y ahora",
porque es, fue, y siempre será "ahí y para siempre", siempre y cuando los humanos anden por la Tierra.

Mientras entramos en una nueva era en la voraz marcha de la cultura, l@s Punks tendrán su día.
Internet ha permitido a la gente comunicarse directamente una vez más. En la Red, el comportamiento
humano es interactivo, como lo fue antes de la llegada de los medios de comunicación de masas.

La gente ahora fija su atención en discusiones ideológicas y temas sobre el estilo de vida,
contrariamente al comportamiento clásico del siglo XX autorecluyéndose de los seguidores,
y ateniéndose a un autoritario código (de un sistema de redes o comercial) del comportamiento aceptable. Las mentiras y los misterios del elitismo se erosionarán rápidamente mientras la conversación mundial que transpira diariamente en el Web invada más vidas de la gente.

La población mundial será más receptiva a ideologías alternativas porque ell@s las estarán creando.
La gente será menos receptiva a ideologías de instituciones obsoletas porque los agujeros y los defectos en su lógica serán más amplificados cuando sean difundidos instantáneamente alrededor del mundo, cuando lleguen a ser reveladas.

Las éticas de "La-fuerza-en-el-entendimiento" y "El-conocimiento-es-poder" que los Punks defienden
se convertirán en la norma. La rigidez, la brutalidad, y la inutilidad de las agendas secretas serán
hechas evidentes, allanando el camino hacia un reconocimiento de la singularidad humana, y hacia una nueva era de originalidad.


¿Quién es Punk?


Todo el mundo tiene el potencial para ser Punk. Es mucho más duro para alguien que proviene de
una plácida, poco atractiva y desafiante, e ignorante educación, porque ellos no ven la importancia
de cuestionar o provocar a las instituciones que les dan tal tranquilidad. Pero tales ejemplos de
una existencia despreocupada son raros en el mundo menguante de hoy.

Los eternos interrogantes todavía arden en las mentes de muchas personas. Lo que significa existir como ser humano se está haciendo más claro cada década. Algunas veces, la gente está acostumbrada a seguir el camino seguro hacia una temprana sepultura por consumir y repetir el dogma de una horrible aristocracia.

Por otro lado, el espíritu humano es difícil de aniquilar. El Punk es un microcosmos del espíritu humano.
L@s Punks salen adelante gracias a sus mentes, no a su fuerza bruta. Se adelantan a la sociedad por su diversidad, y no por su conformismo. Motivan a otr@s por inclusión, no por dominación.

Están en la primera línea de la autosuperación y por extrapolación pueden mejorar el cariz de la raza humana. Se atienen a principios universales no escritos de la emoción humana, obvios para cualquiera, y evitan códigos de comportamiento elitistas, o agendas secretas. Encarnan la esperanza del futuro, y divulgan los errores del pasado. No les digas que hacer, ellos ya te están guiando.

El Punk ES : la expresión personal de la singularidad que proviene de las experiencias de crecer en contacto con nuestra habilidad humana para razonar y plantear preguntas.

El Punk ES: un movimiento que sirve para rebatir actitudes sociales que han sido perpetuadas a través de la deliberada ignorancia de la naturaleza humana.

El PUNK ES: un proceso de cuestionar y de comprometerse a la comprensión, que resulta en el progreso individual, y por redundancia, flores dentro de una evolución social.

El PUNK ES: la creencia de que este mundo es lo que hacemos de él, la verdad proviene de nuestra comprensión de cómo son las cosas, no del ciego apego a fórmulas acerca de cómo deberían ser.

El PUNK ES: la lucha constante contra el miedo de las repercusiones sociales.


DESDE: NODOMUTANTE

6 may 2012

Antony Hegarty: “No hay forma de redimir a la Iglesia”

FUENTE: EL PAÍS

 6 MAY 2012

Delicado y enorme, como una especie de oso panda tamaño natural, Antony Hegarty une a esa esencia hipersensible, inadaptada de su mundo y sus canciones, algún rugido. En la corta distancia, frente a un café y una botella de agua con gas, se enciende. Si uno le menta a la Iglesia o ciertos patrones políticos, se calienta más que ese planeta que siente en peligro hasta adoptar un discurso claro, combativo, radical.
Antony Hegarty es un músico especial. Su consagración con Antony and the Johnsons como uno de los artistas más influyentes del mundo entre minorías enteradas le convierten en una especie de fenómeno de culto. Y eso con solo cuatro discos con títulos venerados, como I am a bird now oThe crying light, que ya son clásicos.
Afirma haber nacido persona transgénero. Ni hombre ni mujer. Un espacio intermedio, un lugar único que Hegarty reivindica para mirar el mundo. Obsesionado por la ecología, en cruzada contra la opresión religiosa, amante de la vida y su paraíso, la Tierra, este artista difícil de clasificar ha sido una de las estrellas participantes en Vida y muerte de Marina Abramovic en el Teatro Real. Su primera incursión en el mundo de la ópera junto a la propia Abramovic, el actor Willem Defoe y el director de escena Bob Wilson, ha dado que hablar. ¿Ópera o transópera? Esa es la cuestión…
No me extraña verles a usted y a Bob Wilson haciendo algo en común, con el permiso de Marina Abramovic. Les une un concepto: lentitud. No en el sentido que pueda tener un peatón…
No, más en un sentido filosófico, de quietud. Sí, creo que en mí la quietud aparece después de haberme adentrado en el butoh, la técnica de danza japonesa creada a partir de Hiroshima y Nagasaki, que te da otra dimensión, muy cercana al surrealismo, sobre el paso del tiempo. Empiezas a interesarte por conceptos como la suspensión; no se trata de crear espacios estáticos, sino reflejar cierta tensión en esa quietud.
Es que dentro de esa paz existe la tensión. Ocurren cosas. Al menos en la imaginación de quien lo contempla. O quizá, más bien, esperas que ocurran cosas. Bueno, la idea tiene que ver con la búsqueda de un lugar en el que te sientas seguro para que emerjan cosas. Esa fue precisamente la motivación o el estado que busqué para hacer mi disco The crying light. Una especie de círculo con un guardián que podía pisar o saltar hacia la luz. Igual que los animales salen de sus guaridas en el bosque cuando encuentran esa paz, esa tranquilidad. A un creador le ocurre lo mismo.
Ya, pero en usted y en Wilson, esa paz propicia para la creación también es tensa. Bueno, en mi caso es la búsqueda de una energía agitada también. Quizá sea cierto eso de la tensión. En mí, sobre todo en las canciones más primerizas. Pero no sé si queda algo más de aquello. Tiendo a ser menos dramático.
Hay canciones suyas que buscan ese dramatismo y que han sido de sus éxitos mayores, como ‘Hope there’s someone’. Para mí es mucho más meditativa.
Desesperada la veo yo. Es la búsqueda de ese agujero donde desarrollar mi espacio creativo, entre la luz y ninguna parte, un lugar soñado.
¿Es allí donde busca su identidad? ¿Mi identidad? ¿Por qué?
Porque es uno de los grandes asuntos de nuestro tiempo. Su éxito, creo yo, se debe, entre otras cosas, a esa exploración de nuevas identidades. No lo tengo muy claro.Para mí, la identidad es algo que me atañe en comparación con lo que me rodea, pero no por mí. Mi relación con la naturaleza, eso me desvela. La identidad, el género, me interesa en cuanto a denunciar el sometimiento que han sufrido las mujeres en el mundo y cómo eso ha impactado o influido en nuestro desarrollo.
Fascinante, sin duda. El mundo sería distinto, siempre y cuando esas mujeres no fueran Margaret Thatcher o Angela Merkel… Todo el mundo dice eso, y Sarah Palin y demás, no se puede generalizar, desde luego. Se pueden abordar realidades concretas, eso, sometimientos, humillaciones, distintas sensibilidades, aspectos cívicos, políticos, visiones económicas, pero no podemos pensar que ciertos modelos como esos que mencionas representen la realidad de todo. Esas mujeres asumen papeles patriarcales en sus formas de entender el mundo. Yo me refiero a sistemas, hablo desde una perspectiva más amplia, como una persona transgénero que ha podido experimentarlo y sentirlo de una manera especial.
¿Cómo? Como seres biológicos, estamos predeterminados a comportarnos de maneras diversas, nuestros cuerpos guían nuestra sensibilidad.Existen aspectos biológicos tan determinantes que sorprenderían a la gente. El comportamiento tan diferente de las mujeres o los hombres en el trabajo o los niños y las niñas en el colegio está tan determinado por nuestro sexo que alucinaríamos. Luego aparecen las superestructuras, que también nos marcan, a un nivel espiritual, religioso, ideológico. El concepto de Dios. Aspectos de las superestructuras que nos reprimen aún más. Esas obsesiones en el apocalipsis, ese empeño en colapsarlo todo para desarrollar un nuevo paraíso. ¿Por qué la gente se empeñará en morir y buscar otros paraísos más allá de esta Tierra, cuando el mundo potencialmente puede serlo, y la naturaleza, una magnífica representación del mismo? Son lavados de cerebro, alucinaciones con ideas sobredimensionadas de un dios que nos ofrecen solo una salida y una esperanza en la muerte. ¿Para qué sirve todo eso? Son comecocos con paradigmas de chalados que van en contra de la naturaleza. El otro día fui a El Escorial. Las representaciones sobre la naturaleza versan acerca de los peligros a los que esta nos expone, y entonces te das cuenta de que la cristiandad lo que ha hecho desde el principio es armar un discurso para separar al hombre de la naturaleza. Y después, de paso, alejarlo de toda fuente o vinculación con la feminidad.
La maldita manzana del demonio. Ja. Como si hubiéramos nacido todos de un dios padre y no de una diosa madre. Es un crimen. Ese divorcio entre el hombre y la naturaleza que ha operado tanto en las superestructuras nos ha llevado a que surjan sujetos tan insensibles a todo que por avaricia han creado un colapso económico. No hay lugar para nuestro desarrollo natural dentro del capitalismo. Y toda esa basura colabora entre sí para demostrárnoslo, cuando lo realmente apocalíptico es que el calentamiento global aumenta.
Hablando de estructuras y superestructuras, se me revela usted como un marxista en el método de pensamiento. ¿No se lo han dicho? No tengo ni idea de lo que me está hablando, no sé nada de marxismo.
Yo le aviso. No me importa, a mí lo que me interesa es hablar de esas cosas y llegar a un punto, por ejemplo, en el que a las mujeres se les deje desarrollar su sensibilidad para la política y la vida en aspectos mucho más radicales, más comprometidos. Nos iría mucho mejor. Especialmente si son mayores. ¿Qué ocurriría si las relaciones entre el islam y Occidente estuvieran regidas por mujeres? Todo sería diferente. Pues eso es mucho más imposible y poco factible que el colapso al que realmente asistimos. ¿No es absurdo?
Ya, gracias a Angela Merkel, entre otras. Que da lo mismo, que hablo de sistemas, no de personas concretas. Insisto, debemos tender a sensibilidades más femeninas para solucionar nuestros problemas; ya sé que es idealista, que es utópico, pero ¿qué se supone que debo hacer? ¡Soy un artista! ¡Mi deber es soñar! Vamos a necesitar un pacto para intercambiar papeles. Un pacto que va a requerir una gran humildad por parte de los hombres y un gran sentido de fuerza por parte de las mujeres. Esa actitud hará que los hombres aprecien la belleza en un sentido desconocido, será una nueva era en la que abracen valores diferentes y una fortaleza en las mujeres de la que no éramos conscientes porque nunca dejamos que floreciera.
Y usted, como un ser transgénero, ¿cómo se ve en este mundo? ¿Qué es eso? ¿Transgénero? No sé si existe una definición para ello. Solo le digo que no me siento pleno como hombre.
¿Ni como una mujer? Estoy cómodo entre ambos géneros y ahí busco una especie de espacio separado, de soberanía. Quienes nos sentimos de esta manera tenemos un camino claro en la vida. Es el resultado de haber nacido así.
¿Nacido? Desde luego. Pues como haber nacido con ojos azules o marrones.
Pero ¿qué es? ¿Un concepto, un sentimiento? Digamos que principalmente es un sentimiento. Un sentimiento que tiene que ver con tu lugar en el mundo, algo que empieza a perfilarse en el entorno familiar. La gente tiende a pensar que la identidad gay o la transexual es una cuestión adulta, que viene tras el descubrimiento del sexo, pero en mi caso surgió desde la infancia, enseguida se fue manifestando a medida que buscaba mi lugar en la familia.
¿Conflictivamente? No mucho, interiormente. Estaban mi padre, mi madre, mis hermanos y después yo, en medio, como un transgénero entre todos ellos.
¿Cuándo fue eso? No fui muy consciente. De todo eso vas enterándote a medida que creces y encuentras las referencias para articularlo. Pero cuanto más tiempo transcurre, más seguro estoy de que era un transniño.No es raro, suele surgir uno en cada familia. Es parte de la naturaleza. En otras culturas se les venera porque ofrecen una perspectiva única sobre las cosas.
¿Y su sensibilidad era especial? Cuando empieza a ser consciente de su singularidad, ¿cómo se maneja? Bueno, depende del entorno cultural. En mi caso no fue excesivamente traumático, un término medio.
Su educación fue católica. Eso pesa. Ya, pero dejó de influirme pronto; hacia los 12 años o así me convertí en la oveja negra en ese aspecto. Me di cuenta de que no pertenecía al rebaño.
¿En qué sentido? Bueno, el catolicismo tiene sus aspectos interesantes. Pero el caso es que no confío en las religiones que basan su fuerza en hombres o profetas, han tenido suficientes oportunidades para demostrarnos que su propuesta de reino espiritual flaquea. Ha llegado el momento de que se dé paso a las mujeres como guías espirituales. He llegado a la tolerancia cero en cuanto a los guías espirituales masculinos. En eso me encuentro muy radicalizado, extremo, ni la mayoría de mujeres que conozco piensan como yo en ese tema. Pero como transpersona debo serlo.
¿En qué sentido radical? Pues en el sentido de estar encantado si un día el Dalai Lama anuncia que en su próxima reencarnación será una niña. Entonces empezará a interesarme el budismo.
O que el Papa sea una mujer… Por supuesto, pero incluso en eso la Iglesia católica necesita mucha más ayuda que una nueva Papa mujer. Si la Iglesia cambiara los roles entre Dios padre y la Virgen, me interesaría. Pero es que no me voy ni a preocupar por eso, son una causa perdida. No hay forma de redimirlos.
¿Cree en un dios transgénero? No creo en un mundo ni en nada espiritual que no pertenezca al mundo natural. Tampoco creo que los humanos seamos el colmo en la jerarquía natural. También eso es una mierda. De hecho, son los principales culpables de la destrucción. Ocupan un espacio, como un virus, son demasiados. Es un desastre, y todo por esa absurda idea de que la prevalencia o la supremacía humana tiene más valor que otras. El hecho de que hayamos dominado la naturaleza no nos convierte en mejores que ella. Somos un virus.
¿Qué encontró usted en Nueva York cuando se mudó allí a los 19 años? Pues una comunidad de artistas en esa frontera en la que soñabas lo que podías ser o llegar a ser, expresándote libre y desinhibidamente, lejos de los círculos tradicionales y los patrones familiares. Nueva York es un lugar que tiene que ver con la última frontera, la ciudad en la que acaban todos aquellos que no cuadran o no se adaptan en el resto del país. Aunque eso está cambiando en los últimos 15 años. La cultura suburbana no es tan relevante ya en la era Internet.
¿Por qué no le gusta hablar de su infancia en Inglaterra? No es eso; al contrario, he hablado tanto sobre ello que me aburrí. Me gusta abordarlo en el sentido de la relevancia que pueda tener hoy para mí. Para mí empieza a tener más interés la época en que nos mudamos a EE UU, en un pueblo cerrado y frustrante de California. Fue cuando empecé a interesarme por la música. Me fascinaban Boy George, Marc Almond y cantantes románticos con una fuerza expresiva emocional potente. Mi gran crisis de la infancia, la adolescencia, fue cuando me sentí incapaz de expresar mis sentimientos. En teoría era un niño, con muchas emociones contenidas, pero irreprimible.
¿En qué sentido? Sentía que nada iba a detener el hecho de ser yo. Pero poco a poco me fui dando cuenta de que no era yo quien tenía el problema, sino la sociedad con respecto a mí. Yo era un niño muy creativo. Veía el mundo brillante, colorido; es muy común en los niños con esa sensibilidad tender al ensueño, en tonos vivos y alegres. Esa es la naturaleza de un niño trans, a menos que esté muy reprimido.
Sin embargo, ese mundo, esa sociedad que no les acepta, debe de ser un lugar oscuro. Algunas partes sí. No todo. Era un mundo en el que no existía Internet y nuestras referencias eran las revistas y las estrellas pop tan guapas y tan jóvenes, como Boy George y esa cara tan femenina, esos rasgos delicados tan diferentes a los de David Bowie, sin pluma tampoco, mostraban una fragilidad y una vulnerabilidad femenina especial que nos atrapaba. Tampoco era un atractivo basado en la sexualidad, era la revelación de una nueva feminidad.
¿Y cómo era enamorarse? Mi identidad trans tiene poco que ver con mi orientación sexual. Como gay, ambos aspectos son evidentes. Me gusta clarificar esas cosas. Muchos gais no lo hacen, tienden a erradicar de su personalidad asuntos de género, los suprimen. Debemos intentar agrandar nuestras fronteras en ese sentido, nuestros límites, y ser conscientes de que ocupamos, por nuestra sensibilidad, nuestros referentes, nuestros papeles en la sociedad, en nuestras familias un lugar específico, único.
Ya, pero ¿era un problema, un conflicto, para usted enamorarse?No, nunca lo fue. Ahora es una afición, un pasatiempo. Ahora estoy más abierto a cosas que cuando tenía 15 o 20 años. El amor está bien, es algo dulce, una de nuestras preocupaciones más bonitas. Amar y ser amado. Tampoco mis canciones son muy románticas, las veo más existenciales. Puede que en el futuro me concentre más en eso.
Pero sus canciones las define usted como tristes. ¿Usted es una persona melancólica o feliz? Ambas cosas.
¿‘Trans’ también en eso? Muy afortunado de vivir en este mundo, hoy, como un ser transgénero. Agradecido.
Sentirse afortunado y agradecido es una manera de ser feliz. Para mí no es tan sencillo. Diría que, como ser, me considero normal. Como ser y cosa. ¿Es feliz el agua? ¿Es feliz el mar? Sencillamente es, y estamos aquí. Pero vivir duele, duele también, los árboles sufren como nosotros al crecer. Debe de doler ser un árbol. Como cuando a un niño le salen los dientes. Duele. Y es un dolor muchas veces improductivo. Y no quiere decir que sea un dolor malo, puede ser un dolor feliz.
Y para el futuro, ¿le gustaría ser padre?, ¿una especie de madre-padre ‘trans’? Nunca lo he pensado. Hay tanta gente por aquí que me parece un exceso. Desanimo a la gente a que los tenga, pero si los tiene, me alegro mucho por ellos. Me encantan los niños, pero debemos autorregularnos y organizarnos dependiendo del entorno en que vivimos, por necesidad, para sobrevivir. Somos muchísimos, demasiados. Es anticuado pensar que debemos reproducirnos porque sí.
Muy bien, pues ya está. ¿Seguro que es suficiente? Espero que no crea que estoy pa allá. P
La voz que sedujo
a Lou ReedAntony Hegarty (Chischester, Reino Unido, 1971) vivió poco en Inglaterra. A los seis años se trasladó con su familia a Ámsterdam y después a San José (California). Llegó a Nueva York con 19 años para estudiar teatro experimental en la Universidad y allí se adentró en los ambientes suburbanos y en los mundos de las ‘drag queens’. Montó el Black Lips Performances Club, base de su grupo actual, Antony and the Johnsons.Cuando su arte llegó a oídos de Lou Reed, Antony and the Johnsons dan un salto que se materializa en el éxito de su segundo álbum, I am a bird now, que le convierte en un referente de la música pop. Después vendrán The crying light, otro éxito de amplias minorías, y Swanlights. Acaba de participar en el montaje operístico Vida y muerte de Marina Abramovic y está a punto de aparecer un disco suyo en directo.
en la ópera. Antony Hegarty, junto a Marina Abramovic en el Teatro Real.