tag:blogger.com,1999:blog-26616645423101476092024-03-21T09:58:26.931-07:00archivo de lecturasblog archivo de carlos garcía de castroCarloshttp://www.blogger.com/profile/09030167925425570704noreply@blogger.comBlogger17125tag:blogger.com,1999:blog-2661664542310147609.post-31789617887843903952017-01-29T14:27:00.001-08:002017-01-29T14:47:31.266-08:00'El Maestro y Margarita' / Mijaíl Bulgákov<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0qB1ca-NLtz0Ycmx3Hn48ygHnHUSbYwCxBU6GxFV8yRlw8kLAXKrsCmun44z0nG7aAFsQKX8i6zVfws6bqUEWDNFvS_ncEk8uPmVrOc-Pofg8TYggrj7Ho76W7ontlfAoWt_stkIQuZTy/s1600/el-maestro-y-margarita-protagonistas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="268" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0qB1ca-NLtz0Ycmx3Hn48ygHnHUSbYwCxBU6GxFV8yRlw8kLAXKrsCmun44z0nG7aAFsQKX8i6zVfws6bqUEWDNFvS_ncEk8uPmVrOc-Pofg8TYggrj7Ho76W7ontlfAoWt_stkIQuZTy/s640/el-maestro-y-margarita-protagonistas.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<i>El Maestro y Margarita</i> de Mijaíl Bulgákov ha resultado
una lectura útil por varios motivos. En primer lugar como <span style="font-weight: normal;">ejercicio
de sátira hacia la opresiva sociedad soviética.</span> De este modo, el
pretexto de una visita de Satanás a la ciudad de Moscú es un
ejemplo magistral del <span style="font-style: normal;"><b>poder de</b></span><span style="font-style: normal;"><b>
la ficción </b></span><span style="font-style: normal;"><b>para</b></span><span style="font-style: normal;"><b>
atravesar el tabú de ciertas realidades</b></span> y poner en evidencia sus fallas. Voland, el Mefistófeles de Bulgákov,
concentra en su personaje un enorme poder subversivo. A medida que él
y su pandilla de hipnotizadores siembran el caos en Moscú, van poniendo en evidencia a
la verdad oficial, oponiéndole a esa mentira colectiva – el
verdadero juego hipnótico – una línea de fuga que apunta a la
realización de las pasiones humanas.<br />
<br />
Aquí llegamos al segundo punto de interés de la novela, la idea
inmanente de la <b>incapacidad de la razón para armonizar la vida
humana</b>. Esta idea es algo que me persigue y que de una forma u
otra es una suerte de <i>leitmotiv</i> en mi pensamiento. En cierta
forma, considero que colectiva o individualmente tendemos a tratar de
organizar nuestra existencia aplicando patrones mentales en los que
raras veces encuentran un lugar nuestras necesidades pasionales y
emotivas, y estas pulsiones – en forma de negatividad – son en
gran medida las responsables de hacer naufragar nuestros proyectos.
Por ello, la magia de Voland no es responsable de truncar la
normalidad soviética, sino que se encarga simplemente de quitarle
los soportes ortopédicos que la sostienen. Es ella sola la que se desmorona.
¿Pues qué culpa tiene el diablo si una muchedumbre enloquece bajo
una lluvia de billetes de rublos?<br />
<br />
No es Satanás el monstruo. Aquí, como en el goyesco grabado <i>El
sueño de la razón produce monstruos </i>lo verdaderamente
abominable es el condicionamiento de los gestos y las relaciones
humanos al subordinarse a ciertos valores. Esto, obviamente,
no es un problema específico del socialismo realmente existente, sino la
manifestación concreta de la pulsión totalitaria que entrañan toda
ideología o dogma religioso. Lo monstruoso es, sencillamente, meter la vida humana en un molde. Y romper esos moldes es, desde el inicio
de la novela, la misión de la pandilla de ‘extranjeros’ llegados
a la capital rusa.<br />
<br />
El tercer punto de interés del texto lo encontramos a nivel
estructural. La <b>incorporación al relato de la narración dedicada
a Poncio Pilatos redactada por uno de los personajes</b> dota a la
historia de Bulgákov de gran profundidad temporal. Gracias al juego
de <i>una novela dentro de otra</i> los personajes tienen un pasado que los lleva más allá de los límites
temporales de la propia novela y gracias a ello aumentan su conexión
con el espectador.<br />
<br />
En otro orden de cosas, las complicaciones por las que pasó la
novela hasta su publicación hablan bien de como la mentira del poder
sufre enormemente al ser expuesta a la ficción - cuando esta nace del compromiso con la vida -. Los censores
soviéticos no cayeron en arbitrariedad alguna al impedir durante
décadas la publicación de <i>El Maestro y Margarita</i>, de hecho
entendieron perfectamente que el libro suponía una enmienda a la
totalidad de un sistema al que habían consagrado sus vidas. A fin de cuentas, la difusión de este texto tenía el potencial para
erosionar el sistema de creencias en que se basaba el orden
establecido.<br />
<br /></div>
</div>
Carloshttp://www.blogger.com/profile/09030167925425570704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2661664542310147609.post-51580071722991413292012-05-13T14:22:00.003-07:002012-05-13T14:23:42.767-07:00Manifiesto Punk de Greg Graffin<i style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Manifiesto Punk Por Greg Graffin</i><br />
<br />
<ul style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px; list-style-image: initial; list-style-position: initial; margin-bottom: 0.5em; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0.5em; padding-bottom: 0px; padding-left: 2.5em; padding-right: 2.5em; padding-top: 0px;">
<li style="border-bottom-style: none; border-color: initial; border-image: initial; border-left-style: none; border-right-style: none; border-top-style: none; border-width: initial; margin-bottom: 0.25em; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">Introducción</li>
<li style="border-bottom-style: none; border-color: initial; border-image: initial; border-left-style: none; border-right-style: none; border-top-style: none; border-width: initial; margin-bottom: 0.25em; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">Los Punks No Son Bestias.</li>
<li style="border-bottom-style: none; border-color: initial; border-image: initial; border-left-style: none; border-right-style: none; border-top-style: none; border-width: initial; margin-bottom: 0.25em; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">Dentro de la singularidad está la preservación de la humanidad.</li>
<li style="border-bottom-style: none; border-color: initial; border-image: initial; border-left-style: none; border-right-style: none; border-top-style: none; border-width: initial; margin-bottom: 0.25em; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">La batalla entre el miedo y la racionalidad.</li>
<li style="border-bottom-style: none; border-color: initial; border-image: initial; border-left-style: none; border-right-style: none; border-top-style: none; border-width: initial; margin-bottom: 0.25em; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">¿Cuál es la Verdad?</li>
<li style="border-bottom-style: none; border-color: initial; border-image: initial; border-left-style: none; border-right-style: none; border-top-style: none; border-width: initial; margin-bottom: 0.25em; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">¿Qué es el miedo?</li>
<li style="border-bottom-style: none; border-color: initial; border-image: initial; border-left-style: none; border-right-style: none; border-top-style: none; border-width: initial; margin-bottom: 0.25em; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">El Movimiento Punk</li>
<li style="border-bottom-style: none; border-color: initial; border-image: initial; border-left-style: none; border-right-style: none; border-top-style: none; border-width: initial; margin-bottom: 0.25em; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">¿Qué es el Punk?</li>
</ul>
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">traducción al español por http://usuarios.lycos.es/jhbadbad/</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Introducción</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Nunca he poseído mi propia compañía discográfica, ni dirigido una exitosa compañía de merchandise,</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">por esto no pretendo ser un experto en marketing. He evolucionado a través de mi habilidad como compositor de canciones, pero otros lo han etiquetado , comercializado y acicalado para el consumo.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Aunque he hecho dinero gracias al Punk, es una modesta cantidad cuando uno considera la recompensa que ha sido otorgada a las compañías que promueven el Punk como alguna especie de producto para ser ingerido. Esta ha sido siempre mi manera de despreciar los novedosos, poco serios e impulsivos rasgos que la gente asocia con el Punk; porque el Punk es más que eso, tanto más que esos elementos se convierten en triviales a la vista de la experiencia humana que todos los Punks comparten.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Desde que esto [el Punk] ha sido parte de mi, durante más de la mitad de mi vida, pienso que ha llegado la hora de intentar definirlo, y en el intento defender este persistente fenómeno social conocido como Punk. Es asombroso que algo con tanta profundidad emocional e intercultural haya marchado sin definición por tanto tiempo, porque las raíces del Punk se hacen más profundas, y retroceden en la historia más haya de lo imaginado.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Incluso en las dos últimas décadas, es difícil encontrar algún análisis del influyente efecto que el Punk-Rock ha tenido en la música Pop y en la cultura juvenil. Y más raros aún son los ensayos o artículos detallando las emocionales e intelectuales corrientes ocultas, que conducen las afirmaciones de moda más comunes, que la mayoría de la gente atribuye al Punk.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Estas son algunas de las necesidades que me obligan a escribir esto. Si mi intento ofende a los puristas, manda a pique la clandestinidad de una sociedad secreta, promueve la confianza en la investigación escéptica, provoca pensamientos más profundos, y descifra la ironía; entonces habré logrado mi trabajo y aquellos que se sientan despreciados u ofendidos, quizá reconozcan la trivialidad de su posición. Dado que no tengo nada que promover salvo mis observaciones sobre una sub-cultura,</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">que ha crecido hasta proporciones globales, y a través de convivir con ella mucho tiempo,</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">he encontrado hilos del pensamiento común en todas partes.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Los procesos del pensamiento común y corriente son los que determinan la ideología que aglutina y compromete a la gente en compañía de otros, dentro de una comunidad. Hay un deseo entre Los Punks de ser una comunidad, pero se necesita para serlo, alguna formación dada a conocer sobre los fundamentos de la ideología Punk, y de dónde proviene esta. El actual estereotipo punk es cicatrizado por el marketing de masas y por un desafortunado énfasis en el estilo, y no en la esencia.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Pero estos males no destruyen el sentimiento Punk, solamente confunden la educación de las nuevas generaciones de gente que saben que ellos son el Punk, pero que no saben lo que esto significa. Hay un largo camino hasta entender lo que significa. Este escrito es parte del proceso.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Los Punks No Son Bestias.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">El Punk es un reflejo de lo que significa ser [verbo] humano. ¿Qué nos diferencia de otros animales?</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Nuestra habilidad para reconocernos a nosotros mismos y expresar nuestra singularidad genética.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Irónicamente, en la perspectiva sostenida comúnmente, entre los que se dedican a hacer negocios y</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">la maquinaria publicitaria, se resalta la primitiva naturaleza en estado animal de los Punks y de su música.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Ellos dan por hecho que la violencia es el ingrediente clave en la música Punk, y esta suposición es fácilmente perpetuada porque es fácil comercializar la violencia, y los nuevos artículos sobre ella siempre consiguen espacio en las columnas de la prensa. Este enfoque sobre la violencia olvida un elemento clave de lo que trata todo el Punk:</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">El Punk ES : la expresión personal de la singularidad que proviene de las experiencias de crecer en contacto con nuestra habilidad humana para razonar y plantear preguntas.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">La violencia ni es habitual en el Punk, ni exclusiva de éste. Cuando ésta se manifiesta es debido a</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">cosas no relacionadas al ideal punk. Considerar por ejemplo la habitual historia de una pelea en el instituto entre un punk y un atleta, jugador de fútbol. El futbolista y su cohorte no aceptan o valoran al punk como a una verdadera persona. Más bien, lo usan como un recipiente de ácido sulfúrico, a diario recriminándolo, provocándolo, y avergonzándolo, lo cual , por supuesto, no es más que un reflejo de sus propias inseguridades.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Un día, el punk ha tenido suficiente y golpea al capitán del equipo de fútbol en el vestíbulo. Los profesores por supuesto expulsan al punk y mencionan su paupérrimo peinado y andrajosa ropa como una evidencia de que él es un violento, un incontrolable sin remedio. En el periódico de la comunidad se lee "Una Paliza en el Vestíbulo Reafirma que la Violencia es un Modo de Vida Entre los Punk Rockers".</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">La ira espontánea al no ser aceptado como una verdadera persona no es exclusivo de los Punks. Esta reacción se debe al hecho de ser[verbo] Humano, y cualquiera reaccionaría con ira, independientemente de su afiliación social o subcultural, si se sintieran despreciados e inútiles. Tristemente, hay muchos ejemplos de violencia entre los punks. También hay resplandecientes ejemplos de gente mal informada que se llaman a ell@s mism@s punks. Pero la ira y la violencia no son características del Punk, de hecho, estas no tienen cabida en el ideal Punk.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Ira y violencia no son el pegamento que mantiene unida a la comunidad punk.</span><br />
<br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Dentro de la singularidad está la preservación de la raza humana.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">La naturaleza nos concede la columna vertebral genética de lo que trata todo el Punk. Hay proximadamente 80.000 genes en el Genoma Humano, y aproximadamente 6 billones de personas portando este elogio genético. Las probabilidades de que dos personas lleven el mismo cromosoma son tan pequeñas como para estar casi más allá de la comprensión (Las posibilidades son esencialmente 1/2 80.000 veces el número de posibles personas que tú puedas conocer y con la que casarte durante toda una vida! Prácticamente imposible).</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Los genes que llevamos juegan un importante papel en la determinación de nuestro comportamiento y nuestro punto de vista sobre la vida. Eso es por lo que tenemos el regalo de la singularidad, porque nadie más tiene el mismo conjunto de genes controlando su perspectiva del mundo. Por supuesto, los factores culturales juegan el otro papel principal, y estos pueden tener un efecto más homogeneizador sobre el comportamiento y la forma de ver el mundo.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Por ejemplo, una ciudad completa de obreros podría tener 15000 habitantes que son educados con los mismos ideales, trabajan en las mismas factorías, van a las mismas escuelas, compran en los mismos establecimientos, y tienen afición a los mismos equipos deportivos. Mientras sus hijos se desarrollan,</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">hay una constante interacción de fuerzas opuestas entre la impresión social que su cultura imparte, y la expresión genética de singularidad.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Aquellos que pierden el contacto con su naturaleza se convierten en robots de la sociedad, mientras que aquellos que denuncian su desarrollo social se convierten en animales vagabundos. El Punk simboliza un deseo para caminar la línea en medio de estos dos extremos con magistral precisión.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Los Punks quieren expresar su propia y única naturaleza, mientras al mismo tiempo quieren adoptar los aspectos comunitarios de su educación cortagalletas.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">La relación social que ellos tienen está basada en un deseo de comprensión mutua de la perspectiva única del mundo que cada uno tenemos. Las "escenas" punk son lugares sociales donde esas perspectivas son aceptadas, algunas veces adoptadas, otras veces descartadas, pero siempre toleradas y respetadas.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">El Punk es: un movimiento que sirve para rebatir actitudes sociales que han sido perpetuadas a través de la deliberada ignorancia de la naturaleza humana.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Porque esto depende de la tolerancia y evita la desaprobación, el Punk está abierto a todos los humanos. Hay una elegante semejanza entre la dependencia del Punk de perspectivas y comportamientos únicos, y nuestra propia, natural y genética predisposición hacia la singularidad.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">La batalla entre el miedo y la racionalidad.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">La adicción a conformarse es un poderoso efecto secundario de la vida civilizada. Tod@s nosotr@s somos educad@s para respetar las opiniones de nuestr@s ancian@s, y más tarde cuando nos damos cuenta de que éstas son sólo opiniones dogmáticas, no estamos educad@s para causar un alboroto por hacer preguntas difíciles. Much@s sencillamente están de acuerdo con los conceptos imperantes</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">y nunca expresan sus propias opiniones, lo cual es análogo a una muerte prematura del individuo.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Nuestra especie es única en la habilidad de reconocer y expresar la personalidad y, no ejercer esta función biológica, va en contra del gradiente de selección natural que creó ésto desde el principio. Esta "autosatisfacción" combate un miedo al fracaso.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Es fácil asumir que si tod@s l@s demás están haciendo algo, entonces no hay forma de fracasar si tú simplemente estás de acuerdo con esto. El ganado y las manadas de gansos probablemente puedan reconocer esta ventaja. Pero la humanidad entera podría fracasar por esa mentalidad.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Reflexionando y actuando en una dirección contraria a la corriente de la opinión popular es decisivo para el progreso y el desarrollo humano, y una contundente manifestación del Punk. Si un asunto o fenómeno es considerado verdadero sólo porque otras personas dicen que lo es, entonces es un trabajo Punk buscar una solución mejor, o al menos encontrar una variable independiente que confirme la creencia mantenida; (A veces la opinión popular es sólo un reflejo de la naturaleza humana,</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">l@s Punks no viven en la negación de esto).</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Esta habilidad para oponerse a los principios del momento fue una pieza principal de los más grandes avances en el pensamiento humano a lo largo de la historia. El periodo completo de la Ilustración se caracterizó por las ideas que rehuían del dogma de la época, sólo para revelar las verdades en la naturaleza y en la existencia humana que todo el mundo puede observar, y que todavía están con nosotros hoy.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Galileo luchó contra la Iglesia, la Iglesia ganó la batalla, metiéndolo en la cárcel para toda la vida,</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">pero finalmente perdió la guerra; pocas personas creen hoy que el sol gira alrededor de la Tierra, y por tanto Dios no creó a la Tierra como el centro del universo. Francis Bacon insistió en que el destino humano es la inteligencia. Si negamos este principio fundamental de lo que significa</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">ser [verbo] humano, él razonó, entonces descendemos dentro de las profundidades del mero barbarismo.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Charles Darwin, escribió después del apogeo de la Ilustración, no obstante él fue directamente influenciado por su tradición, fue educado como un teólogo y, a pesar de eso, todavía fue conducido a entender el orden subyacente que conectaba las especies biológicas que él observaba en sus viajes. Sus puntos de vista arrojaban interrogantes sobre muchos de los dogmas de la Biblia,</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">a pesar de eso su razonamiento fue acertado, y a través de un método de autosuperación (la lucha en su propia mente por entender) enriqueció al género humano mediante la instauración de un nuevo punto de referencia del conocimiento humano.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">La doctrina de la iglesia fue más marginada. El miedo de la repercusión desde la iglesia fue eclipsado por la ola de entendimiento que los puntos de vista de Darwin crearon en la gente, y por la verdad existente en sus estudios.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">El proceso del pensamiento Punk contemporáneo, conducido por este deseo de comprender, es una copia idéntica de la tradición de la Ilustración. El hecho de que, tantísimos ejemplos históricos existan, que revelan un deseo de destruir el dogmatismo, nos encamina hacia una poderosa doctrina: Esta es un rasgo natural de los seres humanos civilizados para ser originales. El hecho de que la singularidad sea tan poco frecuente, revela que nuestra naturaleza es reprimida por una igualmente poderosa fuerza contrapuesta : EL MIEDO.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">El PUNK ES: un proceso de cuestionar y de comprometerse a la comprensión, que resulta en el progreso individual, y por extrapolación, guiaría hacia un progreso social.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Si bastantes personas se sienten libres, y son animad@s a usar sus habilidades de observación y raciocinio, grandes verdades emergerán. Estas verdades son reconocidas y aceptadas, no porque fueran impuestas a la fuerza por alguna entidad totalitaria, sino porque todo el mundo tiene una experiencia similar cuando las observa.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">El hecho de que l@s Punks puedan narrarse un@s a otr@s y tener en común asuntos de prejuicios,</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">proviene de una experiencia compartida de ser tratados inadecuadamente por la gente que no les quiere alrededor. Cada un@ tiene su propia experiencia de ser rehuído, y cada un@ puede verse reflejado en la historia de alienación de otr@, sin alguna clase de adhesión a un código de comportamiento.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">La verdad de los prejuicios proviene de la experiencia que tod@s ell@s comparten,</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">no de una fórmula escrita o una constitución a la que tengan que obedecer. L@s Punks aprenden de esta experiencia que los PREJUICIOS están equivocados, este es el principio mediante el que ell@s rigen sus vidas; ell@s no lo aprendieron de un libro de texto. Sin el afán por entender y el cuestionar las creencias mantenidas, la verdad permanece cubierta detrás de la costumbre, la inactividad, y la ideología dominante.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">¿Cuál es la Verdad?</span><br />
<br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Los filósofos distinguen entre la verdad con "V" mayúscula y la verdad con una "v" minúscula.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Los Punks niegan la primera.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">La Verdad con "V" mayúscula asume que hay un orden prescrito por algún ser transcendental.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Es decir, que la verdad proviene en última instancia de Dios, que tuvo un plan para todo cuando</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">él creó el universo.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">La verdad con "v" minúscula es esa que entendemos por nosotr@s mism@s, y sobre la que tod@s nosotr@s podemos estar de acuerdo gracias a unas experiencias y observaciones similares de este mundo. Esta también es conocida como verdad objetiva, desde nuestro interior, revelada aquí en este mundo; como la verdad opuesta a la Verdad con "V" mayúscula, la cual proviene del exterior y es proyectada hasta nosotros, concretamente para que la sigamos.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">La moral necesita NO ser pensada como un producto sólo de la Verdad con "V" mayúscula. La verdad objetiva es fácilmente adaptable a una cultura moralista y espiritual.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">El PUNK ES: la creencia de que este mundo es lo que hacemos de él, la verdad proviene de nuestra comprensión de cómo son las cosas, no del ciego apego a fórmulas acerca de cómo deberían ser las cosas.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">La dependencia del Punk de la verdad objetiva proviene de la experiencia compartida de ir a contra corriente. Cualquiera, que haya sobresalido en una multitud, palpa la verdad de la experiencia.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Nadie tuvo que escribir una doctrina aceptable para el marginado, y para que éste entendiese lo que significa ser diferente. La verdad fue bastante sencilla, y esa verdad pudo ser entendida y consensuada por todos aquellos que compartían una experiencia común.</span><br />
<br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">¿Qué es el miedo?</span><br />
<br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Los miedos, que conducen a la gente a conformarse, han causado épocas deprimentes en la historia de la humanidad. La llamada Edad Media fue tranquila y sin agitación, pero también lúgubremente silenciosa y pestilente, nunca para hallar una perspectiva que contrastase [los hechos]. El pseudo-bienestar y la tranquilidad, que la gente de la Edad Media experimentó, por conformarse con una burocracia impuesta rígidamente, impuesta por el rey y la iglesia, fueron completamente enmascarados por la miseria que tenían que soportar en su vida diaria.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">La vida es sencilla como un campesino, sin dirección, sin propósito, sólo producir más bienes y</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">descendencia para el beneficio del Rey. Pero aprovecharse del miedo para controlar a los campesinos</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">(o hoy en día a los obreros no cualificados en ese asunto) es sólo un nauseabundo ejercicio a corto plazo, porque los campesinos tienen el mismo "equipamiento mental" que la realeza.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Los profundamente arraigados rasgos biológicos del autoreconocimineto y el deseo de expresar la personalidad no pueden ser anulados por mucho tiempo. Con el tiempo los campesinos se dan cuenta de que la vida sin el ejercicio de la razón es tan aceptable como ser un animal de granja. Ser controlado por el miedo es lo mismo que ser biológicamente inerte, incapaz de tomar parte en el drama humano, simplemente consumiéndose por completo.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">El miedo que controla el comportamiento humano se aprende. Es diferente de la respuesta inmediata y reflexiva del "huir-del-estímulo-repugnante" que otras criaturas emplean para sobrevivir. También tenemos reflejos motrices como ellas, pero el miedo al fracaso y el miedo al hablar en voz alta provienen del sistema límbico.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">El sistema límbico es un circuito de neuronas en nuestro cerebro que controla nuestras emociones más asentadas. Conecta dos partes del cerebro: el Meséncefalo, a donde se envía la información sensorial (es decir, los estímulos visuales y auditivos) y el Cerebro (parte delantera), donde la información es procesada. Aunque el Cerebro ha estado ahí presente durante 480 millones de años (estaba presente en los vertebrados más primitivos), desarrolló funciones especiales con la llegada del género humano.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Una porción especializada del Cerebro, llamada la corteza cerebral, fue altamente desarrollada en los humanos. El 95 % de nuestra corteza cerebral es responsable de las actividades mentales asociativas como la contemplación y la planificación. El otro 5% es responsable del procesamiento de la información motriz y sensorial.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Por comparación, un ratón (también considerado un vertebrado de los más evolucionados), tiene una corteza cerebral con sólo el 5% de sus neuronas dedicadas a las funciones asociativas, mientras que el 95% son dedicadas a funciones motoras y sensoriales.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">El sistema límbico altamente desarrollado está en el meollo de lo que significa ser human@.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Nosotr@s nos diferimos de otros animales en la cantidad de tiempo que gastamos planeando, contemplando, y expresándonos. Nuestro sistema límbico es muy poderoso. Puede dominar las emociones primitivas, y suprimir deseos profundos.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Cualquiera que alguna vez haya visto una película triste con l@s amig@s, e intencionalmente retuvo</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">las lágrimas porque (ell@s) no querían que sus amig@s les vieran llorar, empleó el poder de su sistema límbico. (Ell@s) Contemplaron las repercusiones de la reacción de sus amig@s al llanto, y detuvieron la cascada emocional que habría traído las lágrimas.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Del mismo modo que la racionalidad es producto del sistema límbico, el miedo también se concentra en las mismas neuronas del sistema límbico. A menudo el miedo es un comportamiento racional, basado en pensamientos irracionales, y puede paralizar el poder de procesar de la corteza cerebral. La negación y el miedo van unidos de la mano, y ambos son ejemplos de cómo nuestro sistema límbico puede suprimir los estímulos obvios y promueve una conducta que es segura y convencional.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">El sistema límbico es como cualquier otro órgano en el sentido de que puede funcionar sin obstáculos hasta producir resultados perjudiciales. El estar en contacto con nuestros cuerpos lleva a una salud general en conjunto, y el sistema límbico necesita una atención constante con el propósito de dominarlo. Para superar el miedo, un@ necesita estar en contacto con su sistema límbico,</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">y reconocer cuando está escondiendo lo obvio.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Las buenas maneras y el "ser agradable" son formas de la represión del sistema límbico, necesario a veces, pero a fin de cuentas rebajando la originalidad humana. La mentira es la última forma de represión del sistema límbico. Es una negación de lo obvio. Los narradores de la verdad, aquellos que son auténticos y merecedores de confianza, han aprendido a dominar su sistema límbico. Reconocen el deseo de mentir, pero racionalizan la inutilidad de defender algo que no es verdad.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">L@s mentiros@s, por otra parte, son esclav@s de su sistema límbico, pierden el contacto con la mayoría de sus capacidades mentales básicas. Su comportamiento es precavido y astuto porque dejan que su deficiente razonamiento, para encubrir lo obvio, controle su personalidad entera. A la larga se tienen que rendir a la verdad y reconocer la derrota, pero sólo después de que cada posible vía de decepción y de lógica retorcida ha sido defendida en el interés de ocultar su miedo.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">L@s polític@s, los curas, l@s caudill@s de las finanzas, y l@s jueces son maestr@s de la lógica retorcida y de la promoción del miedo. Ell@s hacen de l@s Punks buenas dianas para la crítica intelectual porque no respetan a la gente que ha aprendido a dominar su sistema límbico. Y l@s Punks no tienen miedo de apuntar eso que es obvio, aún cuando su posición social podría ser puesta en peligro.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">El PUNK ES: la lucha constante contra el miedo de las repercusiones sociales.</span><br />
<br />
<br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">El Movimiento Punk</span><br />
<br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">He intentado enumerar algunos de los factores que hacen del Punk un movimiento, en el sentido cultural. El típico estereotipo de un imbécil rufián saqueando, destruyendo, robando, peleando, o discutiendo en el nombre de alguna vacía y efímera causa no es más punk que la imagen "bonita-cara-cabeza-vacía" de las estrellas del pop de hoy día.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Porque es muy fácil para las compañías discográficas vender imágenes de violencia, sexo, y egoísmo,</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">muchas bandas han picado en el anzuelo y se han retratado a sí mism@s como Punks, sin darse cuenta que realmente estaban perpetuando un estereotipo de conformidad que desde luego no es punk.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">La actitud del "Venga únete a nosotr@s", que busca atraer seguidores/as, a menudo resulta en una</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">multitud ruidosa de personas débiles que piensan que su poder descansa en las grandes cifras de clones de la misma opinión que han recopilado. Sin embargo, no hay fuerza en los números si la gente es apiñada por una mantra de mente cerrada, a su propio servicio, inductora de miedo, que promueve bandos y principios excluyentes.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Las ideologías fuertes no requieren una muchedumbre, persisten a través del tiempo, y nunca se van,</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">porque están íntimamente relacionadas a nuestro mecanismo biológico. Son parte de lo que significa</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">existir como Homo Sapiens. El Punk representa esa tradición.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Este es un movimiento de proporciones épicas, va más allá de la proximidad del "aquí y ahora",</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">porque es, fue, y siempre será "ahí y para siempre", siempre y cuando los humanos anden por la Tierra.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Mientras entramos en una nueva era en la voraz marcha de la cultura, l@s Punks tendrán su día.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Internet ha permitido a la gente comunicarse directamente una vez más. En la Red, el comportamiento</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">humano es interactivo, como lo fue antes de la llegada de los medios de comunicación de masas.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">La gente ahora fija su atención en discusiones ideológicas y temas sobre el estilo de vida,</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">contrariamente al comportamiento clásico del siglo XX autorecluyéndose de los seguidores,</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">y ateniéndose a un autoritario código (de un sistema de redes o comercial) del comportamiento aceptable. Las mentiras y los misterios del elitismo se erosionarán rápidamente mientras la conversación mundial que transpira diariamente en el Web invada más vidas de la gente.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">La población mundial será más receptiva a ideologías alternativas porque ell@s las estarán creando.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">La gente será menos receptiva a ideologías de instituciones obsoletas porque los agujeros y los defectos en su lógica serán más amplificados cuando sean difundidos instantáneamente alrededor del mundo, cuando lleguen a ser reveladas.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Las éticas de "La-fuerza-en-el-entendimiento" y "El-conocimiento-es-poder" que los Punks defienden</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">se convertirán en la norma. La rigidez, la brutalidad, y la inutilidad de las agendas secretas serán</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">hechas evidentes, allanando el camino hacia un reconocimiento de la singularidad humana, y hacia una nueva era de originalidad.</span><br />
<br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">¿Quién es Punk?</span><br />
<br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Todo el mundo tiene el potencial para ser Punk. Es mucho más duro para alguien que proviene de</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">una plácida, poco atractiva y desafiante, e ignorante educación, porque ellos no ven la importancia</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">de cuestionar o provocar a las instituciones que les dan tal tranquilidad. Pero tales ejemplos de</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">una existencia despreocupada son raros en el mundo menguante de hoy.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Los eternos interrogantes todavía arden en las mentes de muchas personas. Lo que significa existir como ser humano se está haciendo más claro cada década. Algunas veces, la gente está acostumbrada a seguir el camino seguro hacia una temprana sepultura por consumir y repetir el dogma de una horrible aristocracia.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Por otro lado, el espíritu humano es difícil de aniquilar. El Punk es un microcosmos del espíritu humano.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">L@s Punks salen adelante gracias a sus mentes, no a su fuerza bruta. Se adelantan a la sociedad por su diversidad, y no por su conformismo. Motivan a otr@s por inclusión, no por dominación.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">Están en la primera línea de la autosuperación y por extrapolación pueden mejorar el cariz de la raza humana. Se atienen a principios universales no escritos de la emoción humana, obvios para cualquiera, y evitan códigos de comportamiento elitistas, o agendas secretas. Encarnan la esperanza del futuro, y divulgan los errores del pasado. No les digas que hacer, ellos ya te están guiando.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">El Punk ES : la expresión personal de la singularidad que proviene de las experiencias de crecer en contacto con nuestra habilidad humana para razonar y plantear preguntas.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">El Punk ES: un movimiento que sirve para rebatir actitudes sociales que han sido perpetuadas a través de la deliberada ignorancia de la naturaleza humana.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">El PUNK ES: un proceso de cuestionar y de comprometerse a la comprensión, que resulta en el progreso individual, y por redundancia, flores dentro de una evolución social.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">El PUNK ES: la creencia de que este mundo es lo que hacemos de él, la verdad proviene de nuestra comprensión de cómo son las cosas, no del ciego apego a fórmulas acerca de cómo deberían ser.</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">El PUNK ES: la lucha constante contra el miedo de las repercusiones sociales.</span>
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<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;"><br /></span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 20px;">DESDE: <a href="http://www.punksunidos.com.ar/2010/05/manifiesto-punk-de-greg-graffin.html">NODOMUTANTE</a></span>Carloshttp://www.blogger.com/profile/09030167925425570704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2661664542310147609.post-23025549092016661022012-05-06T05:43:00.000-07:002012-05-06T05:44:17.624-07:00Antony Hegarty: “No hay forma de redimir a la Iglesia”FUENTE: <a href="http://cultura.elpais.com/cultura/2012/05/04/actualidad/1336130768_640711.html">EL PAÍS</a><br />
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<span class="autor" style="background-color: white; border-right-color: rgb(117, 117, 117); border-right-style: solid; border-right-width: 1px; font-family: Tahoma, Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 12px; font-weight: bold; line-height: 18px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 5px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 5px; padding-top: 0px; text-transform: uppercase;"><a href="http://cultura.elpais.com/autor/jesus_ruiz_mantilla/a/" rel="author" style="border-bottom-color: rgb(102, 102, 102); border-bottom-style: dotted; border-bottom-width: 1px; color: black; outline-color: initial; outline-style: none; outline-width: initial; text-decoration: none;" title="Ver todas las noticias de Jesús Ruiz Mantilla">JESÚS RUIZ MANTILLA</a> </span><span style="background-color: white; font-family: Tahoma, Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 12px; font-weight: bold; line-height: 18px;"></span><a class="actualizado" href="http://cultura.elpais.com/tag/fecha/20120506" style="background-color: white; color: #de2a70; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 18px; outline-color: initial; outline-style: none; outline-width: initial; text-decoration: none;" title="Ver todas las noticias de esta fecha">6 MAY 2012</a>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtBcz1LprMT1nlzbG1afHbkVVf1scumGWcTxzZS7T11zGwR-A_FM8Ryu9UdG-ytgslbE1gc-YDJB7ANLgEK0K2GZKIQpezGEPItM5ObqF1BhS_GuCKQ0tweewzk-pN2e7Ma0K-oHvNuagV/s1600/1336130768_640711_1336131154_noticia_normal.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtBcz1LprMT1nlzbG1afHbkVVf1scumGWcTxzZS7T11zGwR-A_FM8Ryu9UdG-ytgslbE1gc-YDJB7ANLgEK0K2GZKIQpezGEPItM5ObqF1BhS_GuCKQ0tweewzk-pN2e7Ma0K-oHvNuagV/s320/1336130768_640711_1336131154_noticia_normal.jpg" width="256" /></a></div>
<span style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;">Delicado y enorme, como una especie de oso panda tamaño natural, Antony Hegarty une a esa esencia hipersensible, inadaptada de su mundo y sus canciones, algún rugido. En la corta distancia, frente a un café y una botella de agua con gas, se enciende. Si uno le menta a la Iglesia o ciertos patrones políticos, se calienta más que ese planeta que siente en peligro hasta adoptar un discurso claro, combativo, radical.</span><br />
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
Antony Hegarty es un músico especial. Su consagración con Antony and the Johnsons como uno de los artistas más influyentes del mundo entre minorías enteradas le convierten en una especie de fenómeno de culto. Y eso con solo cuatro discos con títulos venerados, como <em>I am a bird now</em> o<em>The crying light,</em> que ya son clásicos.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
Afirma haber nacido persona transgénero. Ni hombre ni mujer. Un espacio intermedio, un lugar único que Hegarty reivindica para mirar el mundo. Obsesionado por la ecología, en cruzada contra la opresión religiosa, amante de la vida y su paraíso, la Tierra, este artista difícil de clasificar ha sido una de las estrellas participantes en <em>Vida y muerte de Marina Abramovic</em> en el Teatro Real. Su primera incursión en el mundo de la ópera junto a la propia Abramovic, el actor Willem Defoe y el director de escena Bob Wilson, ha dado que hablar. ¿Ópera o transópera? Esa es la cuestión…</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>No me extraña verles a usted y a Bob Wilson haciendo algo en común, con el permiso de Marina Abramovic. Les une un concepto: lentitud.</em></strong> No en el sentido que pueda tener un peatón…</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>No, más en un sentido filosófico, de quietud.</em></strong> Sí, creo que en mí la quietud aparece después de haberme adentrado en el <em>butoh,</em> la técnica de danza japonesa creada a partir de Hiroshima y Nagasaki, que te da otra dimensión, muy cercana al surrealismo, sobre el paso del tiempo. Empiezas a interesarte por conceptos como la suspensión; no se trata de crear espacios estáticos, sino reflejar cierta tensión en esa quietud.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>Es que dentro de esa paz existe la tensión. Ocurren cosas. Al menos en la imaginación de quien lo contempla. O quizá, más bien, esperas que ocurran cosas.</em></strong> Bueno, la idea tiene que ver con la búsqueda de un lugar en el que te sientas seguro para que emerjan cosas. Esa fue precisamente la motivación o el estado que busqué para hacer mi disco <em>The crying light.</em> Una especie de círculo con un guardián que podía pisar o saltar hacia la luz. Igual que los animales salen de sus guaridas en el bosque cuando encuentran esa paz, esa tranquilidad. A un creador le ocurre lo mismo.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>Ya, pero en usted y en Wilson, esa paz propicia para la creación también es tensa.</em></strong> Bueno, en mi caso es la búsqueda de una energía agitada también. Quizá sea cierto eso de la tensión. En mí, sobre todo en las canciones más primerizas. Pero no sé si queda algo más de aquello. Tiendo a ser menos dramático.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>Hay canciones suyas que buscan ese dramatismo y que han sido de sus éxitos mayores, como ‘Hope there’s someone’.</em></strong> Para mí es mucho más meditativa.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>Desesperada la veo yo.</em></strong> Es la búsqueda de ese agujero donde desarrollar mi espacio creativo, entre la luz y ninguna parte, un lugar soñado.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>¿Es allí donde busca su identidad?</em></strong> ¿Mi identidad? ¿Por qué?</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>Porque es uno de los grandes asuntos de nuestro tiempo. Su éxito, creo yo, se debe, entre otras cosas, a esa exploración de nuevas identidades.</em></strong> No lo tengo muy claro.Para mí, la identidad es algo que me atañe en comparación con lo que me rodea, pero no por mí. Mi relación con la naturaleza, eso me desvela. La identidad, el género, me interesa en cuanto a denunciar el sometimiento que han sufrido las mujeres en el mundo y cómo eso ha impactado o influido en nuestro desarrollo.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>Fascinante, sin duda. El mundo sería distinto, siempre y cuando esas mujeres no fueran Margaret Thatcher o Angela Merkel…</em></strong> Todo el mundo dice eso, y Sarah Palin y demás, no se puede generalizar, desde luego. Se pueden abordar realidades concretas, eso, sometimientos, humillaciones, distintas sensibilidades, aspectos cívicos, políticos, visiones económicas, pero no podemos pensar que ciertos modelos como esos que mencionas representen la realidad de todo. Esas mujeres asumen papeles patriarcales en sus formas de entender el mundo. Yo me refiero a sistemas, hablo desde una perspectiva más amplia, como una persona transgénero que ha podido experimentarlo y sentirlo de una manera especial.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>¿Cómo?</em></strong> Como seres biológicos, estamos predeterminados a comportarnos de maneras diversas, nuestros cuerpos guían nuestra sensibilidad.Existen aspectos biológicos tan determinantes que sorprenderían a la gente. El comportamiento tan diferente de las mujeres o los hombres en el trabajo o los niños y las niñas en el colegio está tan determinado por nuestro sexo que alucinaríamos. Luego aparecen las superestructuras, que también nos marcan, a un nivel espiritual, religioso, ideológico. El concepto de Dios. Aspectos de las superestructuras que nos reprimen aún más. Esas obsesiones en el apocalipsis, ese empeño en colapsarlo todo para desarrollar un nuevo paraíso. ¿Por qué la gente se empeñará en morir y buscar otros paraísos más allá de esta Tierra, cuando el mundo potencialmente puede serlo, y la naturaleza, una magnífica representación del mismo? Son lavados de cerebro, alucinaciones con ideas sobredimensionadas de un dios que nos ofrecen solo una salida y una esperanza en la muerte. ¿Para qué sirve todo eso? Son comecocos con paradigmas de chalados que van en contra de la naturaleza. El otro día fui a El Escorial. Las representaciones sobre la naturaleza versan acerca de los peligros a los que esta nos expone, y entonces te das cuenta de que la cristiandad lo que ha hecho desde el principio es armar un discurso para separar al hombre de la naturaleza. Y después, de paso, alejarlo de toda fuente o vinculación con la feminidad.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>La maldita manzana del demonio.</em></strong> Ja. Como si hubiéramos nacido todos de un dios padre y no de una diosa madre. Es un crimen. Ese divorcio entre el hombre y la naturaleza que ha operado tanto en las superestructuras nos ha llevado a que surjan sujetos tan insensibles a todo que por avaricia han creado un colapso económico. No hay lugar para nuestro desarrollo natural dentro del capitalismo. Y toda esa basura colabora entre sí para demostrárnoslo, cuando lo realmente apocalíptico es que el calentamiento global aumenta.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>Hablando de estructuras y superestructuras, se me revela usted como un marxista en el método de pensamiento. ¿No se lo han dicho?</em></strong> No tengo ni idea de lo que me está hablando, no sé nada de marxismo.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>Yo le aviso.</em></strong> No me importa, a mí lo que me interesa es hablar de esas cosas y llegar a un punto, por ejemplo, en el que a las mujeres se les deje desarrollar su sensibilidad para la política y la vida en aspectos mucho más radicales, más comprometidos. Nos iría mucho mejor. Especialmente si son mayores. ¿Qué ocurriría si las relaciones entre el islam y Occidente estuvieran regidas por mujeres? Todo sería diferente. Pues eso es mucho más imposible y poco factible que el colapso al que realmente asistimos. ¿No es absurdo?</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>Ya, gracias a Angela Merkel, entre otras.</em></strong> Que da lo mismo, que hablo de sistemas, no de personas concretas. Insisto, debemos tender a sensibilidades más femeninas para solucionar nuestros problemas; ya sé que es idealista, que es utópico, pero ¿qué se supone que debo hacer? ¡Soy un artista! ¡Mi deber es soñar! Vamos a necesitar un pacto para intercambiar papeles. Un pacto que va a requerir una gran humildad por parte de los hombres y un gran sentido de fuerza por parte de las mujeres. Esa actitud hará que los hombres aprecien la belleza en un sentido desconocido, será una nueva era en la que abracen valores diferentes y una fortaleza en las mujeres de la que no éramos conscientes porque nunca dejamos que floreciera.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>Y usted, como un ser transgénero, ¿cómo se ve en este mundo? ¿Qué es eso? ¿Transgénero?</em></strong> No sé si existe una definición para ello. Solo le digo que no me siento pleno como hombre.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>¿Ni como una mujer?</em></strong> Estoy cómodo entre ambos géneros y ahí busco una especie de espacio separado, de soberanía. Quienes nos sentimos de esta manera tenemos un camino claro en la vida. Es el resultado de haber nacido así.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>¿Nacido?</em></strong> Desde luego. Pues como haber nacido con ojos azules o marrones.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>Pero ¿qué es? ¿Un concepto, un sentimiento?</em></strong> Digamos que principalmente es un sentimiento. Un sentimiento que tiene que ver con tu lugar en el mundo, algo que empieza a perfilarse en el entorno familiar. La gente tiende a pensar que la identidad gay o la transexual es una cuestión adulta, que viene tras el descubrimiento del sexo, pero en mi caso surgió desde la infancia, enseguida se fue manifestando a medida que buscaba mi lugar en la familia.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>¿Conflictivamente?</em></strong> No mucho, interiormente. Estaban mi padre, mi madre, mis hermanos y después yo, en medio, como un transgénero entre todos ellos.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>¿Cuándo fue eso?</em></strong> No fui muy consciente. De todo eso vas enterándote a medida que creces y encuentras las referencias para articularlo. Pero cuanto más tiempo transcurre, más seguro estoy de que era un <em>transniño.</em>No es raro, suele surgir uno en cada familia. Es parte de la naturaleza. En otras culturas se les venera porque ofrecen una perspectiva única sobre las cosas.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>¿Y su sensibilidad era especial? Cuando empieza a ser consciente de su singularidad, ¿cómo se maneja?</em></strong> Bueno, depende del entorno cultural. En mi caso no fue excesivamente traumático, un término medio.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>Su educación fue católica. Eso pesa.</em></strong> Ya, pero dejó de influirme pronto; hacia los 12 años o así me convertí en la oveja negra en ese aspecto. Me di cuenta de que no pertenecía al rebaño.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>¿En qué sentido?</em></strong> Bueno, el catolicismo tiene sus aspectos interesantes. Pero el caso es que no confío en las religiones que basan su fuerza en hombres o profetas, han tenido suficientes oportunidades para demostrarnos que su propuesta de reino espiritual flaquea. Ha llegado el momento de que se dé paso a las mujeres como guías espirituales. He llegado a la tolerancia cero en cuanto a los guías espirituales masculinos. En eso me encuentro muy radicalizado, extremo, ni la mayoría de mujeres que conozco piensan como yo en ese tema. Pero como transpersona debo serlo.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>¿En qué sentido radical?</em></strong> Pues en el sentido de estar encantado si un día el Dalai Lama anuncia que en su próxima reencarnación será una niña. Entonces empezará a interesarme el budismo.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>O que el Papa sea una mujer…</em></strong> Por supuesto, pero incluso en eso la Iglesia católica necesita mucha más ayuda que una nueva Papa mujer. Si la Iglesia cambiara los roles entre Dios padre y la Virgen, me interesaría. Pero es que no me voy ni a preocupar por eso, son una causa perdida. No hay forma de redimirlos.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>¿Cree en un dios transgénero?</em></strong> No creo en un mundo ni en nada espiritual que no pertenezca al mundo natural. Tampoco creo que los humanos seamos el colmo en la jerarquía natural. También eso es una mierda. De hecho, son los principales culpables de la destrucción. Ocupan un espacio, como un virus, son demasiados. Es un desastre, y todo por esa absurda idea de que la prevalencia o la supremacía humana tiene más valor que otras. El hecho de que hayamos dominado la naturaleza no nos convierte en mejores que ella. Somos un virus.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>¿Qué encontró usted en Nueva York cuando se mudó allí a los 19 años?</em></strong> Pues una comunidad de artistas en esa frontera en la que soñabas lo que podías ser o llegar a ser, expresándote libre y desinhibidamente, lejos de los círculos tradicionales y los patrones familiares. Nueva York es un lugar que tiene que ver con la última frontera, la ciudad en la que acaban todos aquellos que no cuadran o no se adaptan en el resto del país. Aunque eso está cambiando en los últimos 15 años. La cultura suburbana no es tan relevante ya en la era Internet.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>¿Por qué no le gusta hablar de su infancia en Inglaterra?</em></strong> No es eso; al contrario, he hablado tanto sobre ello que me aburrí. Me gusta abordarlo en el sentido de la relevancia que pueda tener hoy para mí. Para mí empieza a tener más interés la época en que nos mudamos a EE UU, en un pueblo cerrado y frustrante de California. Fue cuando empecé a interesarme por la música. Me fascinaban Boy George, Marc Almond y cantantes románticos con una fuerza expresiva emocional potente. Mi gran crisis de la infancia, la adolescencia, fue cuando me sentí incapaz de expresar mis sentimientos. En teoría era un niño, con muchas emociones contenidas, pero irreprimible.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>¿En qué sentido?</em></strong> Sentía que nada iba a detener el hecho de ser yo. Pero poco a poco me fui dando cuenta de que no era yo quien tenía el problema, sino la sociedad con respecto a mí. Yo era un niño muy creativo. Veía el mundo brillante, colorido; es muy común en los niños con esa sensibilidad tender al ensueño, en tonos vivos y alegres. Esa es la naturaleza de un niño <em>trans,</em> a menos que esté muy reprimido.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>Sin embargo, ese mundo, esa sociedad que no les acepta, debe de ser un lugar oscuro.</em></strong> Algunas partes sí. No todo. Era un mundo en el que no existía Internet y nuestras referencias eran las revistas y las estrellas pop tan guapas y tan jóvenes, como Boy George y esa cara tan femenina, esos rasgos delicados tan diferentes a los de David Bowie, sin pluma tampoco, mostraban una fragilidad y una vulnerabilidad femenina especial que nos atrapaba. Tampoco era un atractivo basado en la sexualidad, era la revelación de una nueva feminidad.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>¿Y cómo era enamorarse?</em></strong> Mi identidad <em>trans</em> tiene poco que ver con mi orientación sexual. Como gay, ambos aspectos son evidentes. Me gusta clarificar esas cosas. Muchos gais no lo hacen, tienden a erradicar de su personalidad asuntos de género, los suprimen. Debemos intentar agrandar nuestras fronteras en ese sentido, nuestros límites, y ser conscientes de que ocupamos, por nuestra sensibilidad, nuestros referentes, nuestros papeles en la sociedad, en nuestras familias un lugar específico, único.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>Ya, pero ¿era un problema, un conflicto, para usted enamorarse?</em></strong>No, nunca lo fue. Ahora es una afición, un pasatiempo. Ahora estoy más abierto a cosas que cuando tenía 15 o 20 años. El amor está bien, es algo dulce, una de nuestras preocupaciones más bonitas. Amar y ser amado. Tampoco mis canciones son muy románticas, las veo más existenciales. Puede que en el futuro me concentre más en eso.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>Pero sus canciones las define usted como tristes. ¿Usted es una persona melancólica o feliz?</em></strong> Ambas cosas.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>¿‘Trans’ también en eso?</em></strong> Muy afortunado de vivir en este mundo, hoy, como un ser transgénero. Agradecido.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>Sentirse afortunado y agradecido es una manera de ser feliz.</em></strong> Para mí no es tan sencillo. Diría que, como ser, me considero normal. Como ser y cosa. ¿Es feliz el agua? ¿Es feliz el mar? Sencillamente es, y estamos aquí. Pero vivir duele, duele también, los árboles sufren como nosotros al crecer. Debe de doler ser un árbol. Como cuando a un niño le salen los dientes. Duele. Y es un dolor muchas veces improductivo. Y no quiere decir que sea un dolor malo, puede ser un dolor feliz.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>Y para el futuro, ¿le gustaría ser padre?, ¿una especie de madre-padre ‘trans’?</em></strong> Nunca lo he pensado. Hay tanta gente por aquí que me parece un exceso. Desanimo a la gente a que los tenga, pero si los tiene, me alegro mucho por ellos. Me encantan los niños, pero debemos autorregularnos y organizarnos dependiendo del entorno en que vivimos, por necesidad, para sobrevivir. Somos muchísimos, demasiados. Es anticuado pensar que debemos reproducirnos porque sí.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong><em>Muy bien, pues ya está.</em></strong> ¿Seguro que es suficiente? Espero que no crea que estoy <em>pa allá. </em>P</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<strong>La voz que sedujo</strong></div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<em>a Lou ReedAntony Hegarty (Chischester, Reino Unido, 1971) vivió poco en Inglaterra. A los seis años se trasladó con su familia a Ámsterdam y después a San José (California). Llegó a Nueva York con 19 años para estudiar teatro experimental en la Universidad y allí se adentró en los ambientes suburbanos y en los mundos de las ‘drag queens’. Montó el Black Lips Performances Club, base de su grupo actual, Antony and the Johnsons.Cuando su arte llegó a oídos de Lou Reed, Antony and the Johnsons dan un salto que se materializa en el éxito de su segundo álbum, I am a bird now, que le convierte en un referente de la música pop. Después vendrán The crying light, otro éxito de amplias minorías, y Swanlights. Acaba de participar en el montaje operístico Vida y muerte de Marina Abramovic y está a punto de aparecer un disco suyo en directo.</em></div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px;">
<em>en la ópera. Antony Hegarty, junto a Marina Abramovic en el Teatro Real.</em></div>Carloshttp://www.blogger.com/profile/09030167925425570704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2661664542310147609.post-48174401550500768252011-05-14T11:36:00.001-07:002011-05-14T11:56:50.730-07:00El espíritu del terrorismo<div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Autor: Jean Baudrillard</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Visto en: <a href="http://salonkritik.net/10-11/2011/05/el_espiritu_del_terrorismo_jea.php#more">salonKritik</a></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><i>[Los recientes acontecimientos nos invitan a releer algunos textos como el que presentamos a continuación. Este fue escrito casi inmediatamente después de los atentados de 2001 y su traducción al español estuvo a mi cargo y se publicó originalmente en la revista Fractal. María Virginia Jaua]</i></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-eLe4Z8lsBXM/Tc7KNnNntKI/AAAAAAAAAQY/BnoDog5GuMk/s1600/World+Trade+Center.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="http://1.bp.blogspot.com/-eLe4Z8lsBXM/Tc7KNnNntKI/AAAAAAAAAQY/BnoDog5GuMk/s640/World+Trade+Center.jpg" width="365" /></a></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">De los acontecimientos mundiales que habíamos presenciado como la muerte de Lady Di o el Mundial de Fútbol, o acontecimientos violentos y reales como guerras y genocidios, ninguno había cobrado una envergadura simbólica global; es decir, ningún acontecimiento de difusión mundial había puesto en jaque a la globalización misma. A lo largo del estancamiento de los años noventa, lo que se impuso fue “la huelga de acontecimientos” (parafraseando al escritor argentino Macedonio Fernández). Pues bien, la huelga terminó. Los acontecimientos dejaron de estar en huelga. Nos hallamos frente a los atentados de Nueva York y del World Trade Center: el acontecimiento absoluto, la “madre” de los acontecimientos, el hecho puro que concentra en sí todos los que jamás ocurrieron.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Todo el juego de la historia y del poder ha sido afectado, así como los supuestos de su análisis. Pero hay que darse tiempo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Durante la parálisis de acontecimientos era necesario anticipárseles, ser más rápidos que ellos. En el momento en que se aceleran a esta escala, es necesario ir más lento, sin dejarse sepultar bajo el fárrago de los discursos y el humo de la guerra; y, sobre todo, preservar intacto el fulgor inolvidable de las imágenes.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Todos los discursos y los comentarios traicionan la gigantesca reacción frente al acontecimiento y frente a la fascinación que ejerce. La condena moral, la unión sagrada contra el terrorismo transcurren junto al júbilo prodigioso de ver la destrucción de la superpotencia mundial. Y mejor verla destruirse a sí misma, suicidarse bellamente. Es ella con su insoportable poder quien, infiltrándose en el mundo, ha sembrado la violencia y (sin saberlo) la imaginación terrorista que habita en todos nosotros.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Que algún día soñamos con ese acontecimiento, que cada uno sin excepción lo ha soñado, porque nadie puede no soñar con la destrucción de un poder que ha alcanzado tal grado de hegemonía, resulta inaceptable para la conciencia moral de Occidente. Pero es un hecho, y un hecho a la medida justa de la patética violencia de los discursos que quieren borrarlo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">En última instancia, son ellos quienes lo propiciaron, y nosotros los que lo quisimos. Si no tomamos esto en consideración, el acontecimiento pierde toda su dimensión simbólica, y se convierte en un accidente puro, un acto puramente arbitrario: el espectáculo asesino de unos fanáticos a los que bastaría con eliminar. Pero sabemos que no es así. De ahí el delirio contrafóbico de exorcizar el mal, que está ahí, por todas partes, como un oscuro objeto del deseo. Sin esa inconfesable complicidad, el acontecimiento no habría tenido la repercusión que tuvo; y en su estrategia simbólica los terroristas saben, sin duda, que pueden apostar a ella.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Esto rebasa por mucho el odio al poderío mundial que domina a los desheredados y los explotados, los que cayeron en el lado equivocado del orden global. Ese maligno deseo habita en el corazón de los que disfrutan de sus beneficios. La alergia a cualquier orden definitivo, a cualquier poder definitivo es afortunadamente universal, y las dos torres del World Trade Center encarnaban, perfectas en su gemelidad, precisamente ese orden definitivo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">No se requiere una pulsión de muerte o de destrucción, tampoco un efecto perverso. Resulta lógico e inexorable que el engrandecimiento del poder exacerbe la voluntad de destruirlo, también que sea cómplice de su propia destrucción. Cuando las torres se desmoronaron, daba la impresión de que respondían al suicidio de los aviones suicidas, suicidándose. Se ha dicho: “¡Dios mismo! No puede declararse la guerra.” Pues sí, Occidente, que ha tomado el lugar de Dios (de la divinidad todo poderosa y de la legitimidad moral absoluta), se convierte en suicida, y se declara la guerra a sí mismo. Las innumerables películas de catástrofes revelan esa fantasía que conjuran a través de la imagen, sumergiendo todo bajo los efectos especiales. Pero la atracción universal que ejercen, al igual que la pornografía, muestra que el paso al acto está siempre cerca; es la veleidad de rechazar un sistema que, de tan poderoso, se acerca a la perfección o a la omnipotencia.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">De hecho, es probable que los terroristas (al igual que los expertos) no hayan previsto el hundimiento de las Twin Towers que cifró, más que el ataque al Pentágono, el shock simbólico contundente. El desmoronamiento simbólico del sistema fue el resultado de una complicidad imprevisible; como si desmoronándose ellas mismas, suicidándose, las torres hubieran entrado en el juego para rematar el acontecimiento. En cierto sentido, es el sistema entero el que contribuye, por su fragilidad interna, con el acto inicial.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero el sistema se concentra mundialmente, constituyendo al límite una red que se vuelve vulnerable en un solo punto (así, un hacker filipino logró, desde su computadora portátil, lanzar el virus I love you, que le dio la vuelta al mundo devastando redes enteras). Aquí son los dieciocho kamikazes quienes, gracias al arma absoluta de la muerte multiplicada por la eficiencia tecnológica, desencadenan un proceso catastrófico global.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Cuando el poder mundial monopoliza a tal grado la situación, cuando enfrentamos esta concentración desmedida de las funciones de la maquinaria tecnocrática y del pensamiento único, ¿qué otra vía existe sino la de una transferencia terrorista de la situación? Es el sistema mismo el que ha creado las condiciones objetivas para esa represalia brutal. Al guardarse todas las cartas en la mano, obliga al Otro a cambiar las reglas del juego. Y las nuevas reglas son despiadadas, porque la apuesta es despiadada. A un sistema cuyo exceso de poder plantea un desafío irremediable, los terroristas responden por medio de un acto definitorio, sin posibilidad de intercambio alguno. El terrorismo es el acto que restituye una singularidad irreductible en el seno de un sistema de intercambio generalizado. Todas las singularidades (las especies, los individuos, las culturas) que pagaron con su muerte la emergencia de la circulación mundial –la cual ya obedece a un poder único–, hoy se vengan a través de esa transferencia terrorista de la situación.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Terror contra terror –no hay ninguna ideología detrás–. A partir de esto, nos hallamos más allá de la ideología y de la política. Ninguna ideología, ninguna causa, ni siquiera la islámica puede reivindicar la energía que alimenta al terror. No apunta ni siquiera a cambiar el mundo sino (como los herejes en su tiempo) a radicalizarlo a través del sacrificio; el mismo que el sistema pretende imponer por la fuerza.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Al igual que un virus, el terrorismo está en todos lados. Hay un goteo permanente de terrorismo en el mundo: es la sombra que proyecta todo sistema de dominación listo a despertar en cualquier lugar como un agente doble. Ya no existe una línea de demarcación que permita cercarlo. Se halla en el corazón mismo de la cultura que lo combate. Y la fractura visible (y el odio) que opone en el plano mundial a los explotados y los subdesarrollados con Occidente se une secretamente a la fractura interna del sistema dominante. Éste puede hacer frente a cualquier antagonismo visible. Pero contra ese otro antagonismo de estructura viral, contra esa forma de reversión casi automática de su propio poder, el sistema es impotente –como si todo aparato de dominación secretara su dispositivo de autodestrucción, su propio fermento de desaparición–. Y el terrorismo es la onda de choque de esa reversión silenciosa.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">No se trata de un choque entre civilizaciones o religiones, sino de otro que sobrepasa con creces al Islam y a Estados Unidos, en los que pretendemos focalizar el conflicto para hacernos la ilusión de que existe un enfrentamiento visible y una solución por la fuerza. Se trata de un antagonismo fundamental que señala, a través del espectro de Norteamérica (que es quizás el epicentro de la globalización, pero que de ninguna manera representa toda su encarnación) y a través del espectro del Islam (que tampoco es la encarnación del terrorismo), la globalización triunfante enfrentada a sí misma. En este sentido, se puede hablar de una guerra mundial; no la tercera sino la cuarta y única verdaderamente mundial, pues lo que está en juego es la globalización misma. Las dos primeras guerras mundiales respondían a la imagen clásica de la guerra. La primera puso fin a la supremacía de Europa y a la era colonial. La segunda puso fin al nazismo. La tercera, que tuvo lugar bajo la forma de la Guerra Fría y la disuasión, puso fin al comunismo. De una a otra, nos hemos dirigido cada vez más hacia un orden mundial único, que hoy ha llegado virtualmente a su consumación. Un orden que se encuentra enfrentado a las fuerzas antagónicas diseminadas en el corazón mismo de lo mundial, en todas sus convulsiones actuales. Guerra fractal de todas las células, de todas las singularidades que se rebelan bajo la forma de anticuerpos. Enfrentamiento a tal punto inasible que cada cierto tiempo es necesario salvaguardar la idea de la guerra a través de puestas en escena espectaculares, como las de la Guerra del Golfo o la de Afganistán. Pero la Cuarta Guerra Mundial está en otra parte. Ella es la que inquieta a todo el orden mundial, a toda dominación hegemónica –si el Islam dominara al mundo, el terrorismo se levantaría en su contra–. El mundo mismo se resiste a la globalización.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">El terrorismo es inmoral. El acontecimiento del World Trade Center, ese reto simbólico, es inmoral, y responde a una globalización que en sí misma es inmoral. Pues bien, seamos inmorales. Y si queremos comprender algo, miremos un poco mas allá del Bien y el Mal. Por primera vez, nos hallamos frente a un acontecimiento que desafía no sólo la moral sino toda forma de interpretación Tratemos de hacernos de la inteligencia del Mal.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">El punto crucial está justo ahí: el contrasentido total de la filosofía occidental, la del Siglo de las Luces en cuanto a la relación entre el Bien y el Mal. Creemos ingenuamente que el progreso del Bien, su ascenso al poder en todos los ámbitos (ciencia, tecnología, democracia, derechos humanos), corresponde a una derrota del Mal. Nadie parece haber comprendido que el Bien y el Mal ascienden al poder al mismo tiempo, y siguen el mismo movimiento. El triunfo del primero no conlleva la desaparición del otro, sino al contrario. Al Mal lo consideramos, metafísicamente, como un error accidental. Pero ese axioma, del que se desprenden todas las formas maniqueas de la lucha entre el Bien y el Mal, es ilusorio. El Bien no reduce al Mal, ni a la inversa: son irreductibles el uno para (con) el otro, y su relación es inextricable. En el fondo, el Bien no podría darle jaque al Mal más que renunciando a ser el Bien, puesto que al adjudicarse el monopolio mundial del poder lleva consigo un efecto de retour de flamme de una violencia proporcional.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">En el universo tradicional, existía un balance entre el Bien y el Mal, una relación dialéctica que aseguraba de algún modo la tensión y el equilibrio moral del universo –como en la Guerra Fría, donde el enfrentamiento de las grandes dos potencias aseguraba el equilibrio del terror, anulando la supremacía de una sobre la otra–. Este balance se quiebra a partir del momento en que se impone una extrapolación total del Bien (hegemonía de lo positivo sobre cualquier forma de negatividad, exclusión de la muerte y de toda fuerza adversa latente, triunfo de los valores del Bien en toda la extensión). A partir de ahí, se rompe el equilibrio, como si el Mal retomara una autonomía invisible, desarrollándose a partir de entonces en forma exponencial.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Toda proporción guardada, hay una semejanza con el orden político que se produjo a raíz de la desaparición del comunismo y del triunfo mundial del liberalismo. Ha surgido un enemigo fantástico, que se infiltra en el planeta como un virus, surgiendo de todos los intersticios del poder: el Islam. Pero el Islam no es sino el frente móvil, la cristalización de ese antagonismo, que está en todas partes y en cada uno de nosotros: terror contra terror pero terror asimétrico. Esta asimetría desarma por completo a la superpotencia mundial. Enfrentada a sí misma, no puede sino hundirse en su propia lógica de la correlación de fuerzas, sin capacidad alguna para jugar en el terreno del desafío simbólico y de la muerte, a los que ignora, pues los ha excluido de su propia cultura.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Hasta ahora, esta potencia integradora ha logrado absorber y reabsorber todas las crisis, toda negatividad. Con ello ha creado una situación profundamente desesperante (no sólo para los condenados de la tierra, sino también para el confort de los privilegiados). El acontecimiento fundamental es que los terroristas dejaron de suicidarse en vano al poner en juego, de manera ofensiva y eficaz, su propia muerte. Los guía una intuición estratégica simple: la inmensa fragilidad del adversario, la de un sistema que ha llegado casi a su perfección y que, de pronto, se vuelve vulnerable al más mínimo destello. Los terroristas lograron hacer de su propia muerte un arma contundente en contra de un sistema que vive de excluir la muerte, y cuyo ideal es: cero muertos. Todo sistema de cero muertos es un sistema de suma cero. Y cualquier medio de disuasión y destrucción resulta impotente contra un enemigo que ya ha hecho de la muerte un arma contraofensiva. “¡Qué importan los bombardeos norteamericanos! ¡Nuestros hombres tienen tantas ganas de morir como los americanos de vivir!” De ahí la desigualdad de las cuatro mil muertes infligidas de un solo golpe a un sistema de cero muertos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Es así que se juega todo por la muerte. No sólo por la irrupción violenta, en directo, en tiempo real de la muerte, sino por la irrupción de una muerte más que real: simbólica, la muerte por sacrificio –es decir, el acontecimiento absoluto y definitivo–.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Tal es el espíritu del terrorismo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Nunca atacar al sistema en términos de la correlación de fuerzas. Ése es el imaginario (revolucionario) que impone el sistema mismo, el cual sólo sobrevive obligando a sus adversarios a pelear en el terreno de la realidad, que siempre es su terreno. Y desplazar la lucha a la esfera de lo simbólico; ahí donde la regla es el desafío, la reversión, el frenesí. De tal manera que a la muerte no pueda respondérsele sino con una muerte igual o superior. Desafiar el sistema con un don al que no puede responder sino a través de su propia muerte y su propio desmoronamiento.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">La hipótesis terrorista es que el sistema mismo se suicida como respuesta a los diversos desafíos de la muerte y del suicidio, puesto que ni el sistema ni el poder escapan a su condición simbólica –y sobre esa trampa descansa la posibilidad de su destrucción–. En ese ciclo vertiginoso del intercambio imposible de la muerte, la del terrorista representa un punto infinitesimal. Y no obstante provoca una aspiración, un vacío, una gigantesca onda. Alrededor de ese ínfimo punto, todo el sistema, el de lo real y el poder, se vuelve denso, se tetaniza, se repliega sobre sí mismo y se hunde en su propia eficacia.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">La táctica del modelo terrorista consiste en provocar un exceso de realidad, y hacer que el sistema se desmorone bajo ese exceso. La ridiculez de la situación, así como la violencia que el poder moviliza, se tornan en su contra. Los actos terroristas son una lente de aumento de su propia violencia y, a la vez, un modelo de violencia simbólica que le está vedada, la única que no puede ejercer: la de su propia muerte. Por esto todo el poder visible es impotente frente a la muerte ínfima, pero simbólica, de unos cuantos individuos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Hay que admitir la evidencia de que ha nacido un nuevo terrorismo, una nueva forma de actuar que juega el juego y se apropia de las reglas para manipularlas.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Esta gente no sólo lucha con armas desiguales, puesto que ponen en juego su propia muerte, la cual carece de respuestas (“son ruines”), sino que han hecho suyas las armas de la gran potencia. El dinero y la especulación en la Bolsa, las tecnologías informáticas y aeronáuticas, la dimensión espectacular y las redes mediáticas: han asimilado la modernidad y la globalización sin cambiar su rumbo, lo que implica destruirlas.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Para colmo de la malicia, utilizan incluso la banalidad de la vida cotidiana norteamericana como máscara y como doble juego: duermen en sus suburbios, leen y estudian en familia antes de despertar de un día para otro como bombas de efecto retardado. El conocimiento preciso, sin error, de esa clandestinidad tiene un efecto casi tan terrorista como el espectacular evento del 11 de septiembre. Arroja la sombra de la sospecha sobre cualquier individuo: ¿o no acaso cualquier ser inofensivo puede ser un terrorista en potencia? Si ellos lograron pasar desapercibidos, cualquiera de nosotros representa un criminal desapercibido (cada avión se convierte en sospechoso), y en el fondo es verdad. Quizá corresponde a una forma inconsciente de criminalidad potencial, disfrazada, y cuidadosamente reprimida, pero siempre susceptible, si no de resurgir al menos de vibrar secretamente frente al espectáculo del Mal. Así, el acontecimiento se ramifica hasta el detalle –propiciando un terrorismo mental aún más sutil–.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">La gran diferencia es que los terroristas, al disponer de las armas del sistema, disponen de otra arma letal: su propia muerte. Si se conformaran con combatir el sistema mediante sus propias armas serían eliminados de inmediato. Si opusieran tan sólo su muerte, desaparecerían de la escena tan rápido como en cualquier sacrificio inútil –hasta ahora eso es lo que el terrorismo ha hecho casi siempre (como los atentados de los palestinos), y por lo que ha estado condenado al fracaso–.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Todo cambió a partir de esa unión entre los medios modernos disponibles y el arma mas simbólica; ésta multiplica infinitamente su potencial destructivo. Esa multiplicación de los factores (que nos parecen irreconciliables) es lo que les da semejante superioridad. Por el contrario, la estrategia de cero muertos, la guerra “limpia”, tecnológica, pasa precisamente del lado frente a esa transfiguración del poder “real” a través del poder simbólico.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">El éxito prodigioso de un atentado como el del 11 de septiembre es un problema en sí. Y para comprender algo hay que desprenderse de la visión occidental, y advertir lo que sucede en la organización y la mente del terrorista. Una eficacia de tal grado supondría en nosotros una capacidad de cálculo, de racionalidad, que difícilmente podemos imaginar en otros. Y en caso de contar con esa capacidad, como cualquier organización racional o de servicios secretos, habría fugas y errores.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">El éxito está en otra parte. La diferencia es que, en el caso del terrorismo, no se trata de un contrato laboral, sino de un pacto y de la obligación impuesta por el sacrificio. Una obligación como ésa se halla protegida frente a toda deserción o corrupción. El milagro reside en su capacidad para adaptarse a la red mundial, al protocolo técnico, sin renunciar a la complicidad con la vida y la muerte. De manera opuesta al contrato, el pacto no une individuos –ni siquiera su “suicidio” representa un acto de heroísmo individual–. Es un sacrificio colectivo sellado por una exigencia ideal –la conjugación de dos dispositivos: una estructura operativa y un pacto simbólico, lo que hace posible un acto de tal desmesura–.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">No tenemos idea de lo que significa el cálculo simbólico, como en el póker o las máquinas traga monedas: apuesta mínima, resultado máximo. Es exactamente lo que lograron los terroristas con el atentado en Manhattan, e ilustra bastante bien la teoría del caos: un golpe inicial provoca consecuencias incalculables, mientras que el despliegue gigantesco de los norteamericanos (Tormenta del Desierto) no obtiene sino efectos insignificantes –por decirlo de alguna manera, el huracán termina en el aleteo de una mariposa–.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">El suicida representaba un terrorismo de pobres; el de ahora es un terrorismo de ricos. Eso es lo que nos causa tanto miedo: que se hayan hecho ricos (poseen los medios para ello) sin dejar de desear nuestra ruina. Según nuestro sistema de valores, ellos hacen trampa: poner en juego la propia muerte no es correcto. Pero a ellos no les importa, y las nuevas reglas del juego ya no nos pertenecen.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Todo resulta útil para desacreditar sus actos. Llamarlos “suicidas” y “mártires”. Se agrega, de inmediato, que el martirio no prueba nada, que no tiene nada que ver con la verdad, y que incluso (citando a Nietzsche) es el principal enemigo de la verdad. Ciertamente, su muerte no prueba nada. Pero no hay nada que probar en un sistema en el que la verdad es inalcanzable –o es que ¿somos nosotros quiénes pretendemos ser los portadores de esa verdad?– Por otra parte, ese argumento notablemente moral se revierte. Si el mártir voluntario, el kamikaze, no prueba nada, entonces el mártir involuntario, la víctima del atentado, tampoco prueba nada; y hay algo de inconveniente y obsceno en hacer de ello un argumento moral (sin prejuzgar en absoluto su sufrimiento y su muerte).</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Otro argumento de mala fe: los terroristas cambian su muerte por un lugar en el paraíso; su acto no es gratuito, por lo tanto no es auténtico. Sería gratuito sólo si ellos no creyeran en Dios, si la muerte no entrañara, como lo hace para nosotros, una esperanza (los mártires cristianos no esperaban otra cosa que esa sublime equivalencia). No pelean con las mismas armas. Mientras que ellos tienen derecho a la salvación, nosotros ni siquiera podemos albergar esa esperanza. Mientras que sólo nos queda el duelo de nuestra muerte, ellos pueden hacer con ella una apuesta ambiciosa.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">En el fondo, todo esto –la causa, la prueba, la verdad, la recompensa, el fin y los medios– representa una forma de cálculo típicamente occidental. Incluso a la muerte la evaluamos con tazas de interés, en términos de calidad/precio. Cálculo económico de pobres, y de quienes ni siquiera tienen el valor de ponerle un precio.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Qué puede pasar –salvo la guerra, que no es mas que una pantalla de protección convencional?– Se habla de terrorismo biológico, de guerra bacteriológica o de terrorismo nuclear. Pero todo esto no pertenece al orden del desafío simbólico, sino al del aniquilamiento sin palabra, sin gloria, sin riesgo; al orden de la solución final. Resulta un contrasentido ver en el acto terrorista una lógica puramente destructiva. Me parece que sus actos, en los que la muerte va implícita (lo que precisamente la hace un acto simbólico), no buscan la eliminación impersonal del otro. Todo permanece en el terreno del desafío y el duelo, es decir, una relación dual, casi personal, con la potencia adversa. Es ella quien los ha humillado, y ella debe ser humillada y no simplemente exterminada. Es necesario degradarla. Esto jamás se logra con la fuerza bruta o la eliminación del otro. Debe apuntársele y herirla en la adversidad. Aparte del pacto que une a los terroristas, existe algo así como un pacto en el duelo con el adversario. Es exactamente lo contrario de la cobardía de la que se les acusa, y lo opuesto a lo que hicieron los norteamericanos en la Guerra del Golfo (y que repiten actualmente en Afganistán): objetivo invisible, liquidación operativa.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">De estos sucesos quedan las imágenes por encima de todo. Debemos preservarlas, así como la fascinación que ejercen sobre nosotros, ya que ellas son, quiérase o no, la escena primigenia. Al mismo tiempo que radicalizaron la situación mundial, los acontecimientos de Nueva York han –habrán– radicalizado la relación entre la imagen y la realidad. Acostumbrados a ver una profusión continua de imágenes banales y una oleada de acontecimientos simulados, el acto terrorista de Nueva York resucita, a un mismo tiempo, la imagen y el acontecimiento.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Entre las armas que los terroristas lograron volver en contra del propio sistema, una de las que capitalizaron con mayor provecho fue el tiempo real de las imágenes, su difusión instantánea a nivel mundial; al igual que la especulación en la Bolsa, la información electrónica y la circulación aérea. El papel de la imagen es notablemente ambiguo. Al mismo tiempo que exalta el acontecimiento lo toma como rehén. Juega, de manera simultánea, a la multiplicación infinita, la diversión y la neutralización (así sucedió con los acontecimientos de 1968). La imagen consume al acontecimiento, en el sentido de que lo absorbe y lo ofrece al consumo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">En tanto acontecimiemto-imagen, le otorga un impacto hasta ahora inédito.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Qué queda del acontecimiento real si la imagen, la ficción, lo virtual se filtran por doquier en la realidad? En este caso, creímos ver (quizá con cierto alivio) un resurgimiento de lo real y de la violencia de lo real en un universo supuestamente virtual. “¡Se acabaron sus historias virtuales, esto es la realidad!” Asimismo, fuimos testigos de una resurrección de la historia más allá del fin que le fue anunciado. Pero, ¿la realidad rebasa la ficción? Si parece haberlo logrado, se debe a que absorbió su energía, y ella misma se convirtió en ficción. Casi podría decirse que la realidad siente celos de la ficción, lo real está celoso de la imagen… Se trata de una suerte de duelo entre ambos, entre quién resultará más inconcebible.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">El desmoronamiento de las torres del World Trade Center es inimaginable, pero no es suficiente para hacer de él un acontecimiento real. Un incremento de la violencia no es suficiente para acceder a la realidad. La realidad es un principio, y ése es el principio que se ha perdido.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Realidad y ficción son inextricables; lo fascinante del atentado reside en la imagen (las consecuencias simultáneas de jubilo y catástrofe son en sí mismas imaginarias).</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Es un caso en el que lo real se suma a la imagen como un excedente de terror, como algo más estremecedor. No sólo es aterrador sino que además es real. En lugar de que la violencia de lo real esté ahí y se sume al estremecimiento de la imagen, la imagen se halla antes que nada, y a ella se suma el estremecimiento de lo real. Algo así como una ficción que rebasa la ficción. Ballard (a partir de Borges) hablaba de reinventar lo real como una ficción más temible y más sublime.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Esa violencia terrorista no representa un retour de flamme de la realidad, no más que el de la historia. Esa violencia terrorista no es “real”. En cierto sentido es peor: es simbólica. La violencia en sí puede ser perfectamente banal e inofensiva. Sólo la violencia simbólica genera una singularidad. En ese acontecimiento, en la catastrófica película de Manhattan se conjugan, en su mayor expresión, los dos elementos que fascinan a las masas del siglo xx: la magia blanca del cine y la magia negra del terrorismo. La luz blanca de la imagen y la luz negra del terrorismo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Después del shock intentamos extraer algún sentido, encontrar una interpretación; pero carece de él, y ese radicalismo, esa brutalidad del espectáculo es lo original y lo irreductible. El espectáculo del terrorismo impone el terrorismo del espectáculo. Contra esa fascinación inmoral (incluso si desencadena una reacción moral universal) el orden político es impotente. Ése es nuestro teatro de la crueldad, el único que nos queda –extraordinario por cierto, ya que alcanza el punto más álgido de espectacularidad y desafío–. Al mismo tiempo, es el micromodelo fulgurante de un nudo de violencia real en una cámara de máxima resonancia –la forma más pura de lo espectacular–, y un modelo de sacrificio que opone al orden histórico y político la forma simbólica más pura del desafío.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Cualquier masacre les habría sido perdonada, si hubiera tenido sentido, si pudiera interpretarse como una violencia histórica –ése es el axioma moral de la buena violencia–. Cualquier forma de violencia les habría sido perdonada, si ésta no hubiera sido transmitida por los medios (“el terrorismo sin los medios no sería nada”). Pero es una ilusión. No existe el buen uso de los medios, ellos forman parte del acontecimiento, forman parte del terror y juegan en uno y otro bando.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">El acto represivo sigue la misma espiral imprevisible del acto terrorista. Nadie sabe dónde va a detenerse ni los virajes que van a producirse. En el plano de las imágenes y de la información, no es posible distinguir entre lo espectacular y lo simbólico: imposible distinguir entre el “crimen” y la represión. Ese desencadenamiento incontrolable de la reversibilidad es la verdadera victoria del terrorismo. Victoria visible en las ramificaciones y la infiltración subterránea del acontecimiento –no sólo en la recesión económica directa, política, bursátil y financiera del conjunto del sistema, y en la recesión moral y psicológica que resulta de ella, sino también en la del sistema de valores, de toda ideología de la libertad, de la libre circulación, etc., que eran parte del orgullo del mundo occidental, y del que se valía para ejercer su influencia sobre los demás–.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">La idea de la libertad, idea nueva y reciente, está en vías de extinguirse en las conciencias y en las costumbres. La globalización liberal está a punto de consumarse bajo la forma exactamente inversa: una mundialización policíaca, el control total, el terror de la seguridad. La ausencia de reglas desemboca en una escalada de obligaciones y restricciones equivalentes a las de una sociedad fundamentalista.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Disminución de la producción, del consumo, de la especulación, del crecimiento (¡pero ciertamente no de la corrupción!): todo sucede como si en el sistema mundial se operara un repliegue estratégico, una revisión desgarradora de sus valores –da la impresión de una reacción defensiva ante el impacto del terrorismo, pero en el fondo se trata de una respuesta a su disposiciones secretas–, regulación forzada como salida al desorden absoluto que, de alguna manera, se impone sobre sí mismo interiorizando su fracaso.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Otro aspecto de la victoria de los terroristas es que las demás formas de violencia y desestabilización juegan a favor suyo: terrorismo informático, biológico, el ántrax y el rumor. Todos le han sido imputados a Bin Laden, quien podría incluso reivindicar a su favor las catástrofes naturales. Todas las formas de desorganización y de circulación perversa le son útiles: hasta la estructura misma del intercambio mundial generalizado a favor de un intercambio imposible. Se trata de una suerte de escritura automática del terrorismo, (re)alimentada por el terrorismo involuntario de la información, con todas las consecuencias de pánico que resultan de ella. Si en toda esa historia del ántrax, la intoxicación ocurre por una cristalización instantánea, por el simple contacto entre una solución química y una molécula, ello significa que el sistema alcanzó un peso crítico que lo hace vulnerable a la más mínima agresión.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">No existe una solución para una situación límite. No es de ninguna manera la guerra, que ofrece una situación conocida: la avalancha habitual de fuerzas militares, información fantasma, bombardeos inútiles, falsos y patéticos discursos, despliegue tecnológico e intoxicación. Al igual que en la guerra del Golfo: un no-acontecimiento, un acontecimiento que en realidad no tuvo lugar.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">De hecho ahí está su razón de ser: sustituir un acontecimiento real y extraordinario, único e imprevisible, con un pseudo-acontecimiento repetitivo y ya conocido. El atentado terrorista corresponde a una precesión del acontecimiento en todos sus modelos de interpretación, mientras que la guerra estúpidamente militar y tecnológica corresponde, por el contrario, a una precesión del modelo sobre el acontecimiento, y por lo tanto, a una apuesta ficticia y a un no-lugar. La guerra como continuación de la ausencia de política con otros medios.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">------------</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">©Jean Baudrillard, L’esprit du terrorisme, Éditions Galilée, Paris, 2002.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Traducción del francés: María Virginia Jaua Alemán.</span></div>Carloshttp://www.blogger.com/profile/09030167925425570704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2661664542310147609.post-65925222997505792282011-04-26T08:22:00.000-07:002011-05-14T11:39:15.005-07:00La primera luna llena después del equinoccio de primavera<div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Originalmente <a href="http://salonkritik.net/10-11/2011/04/la_primera_luna_llena_despues.php#more">salonKritik</a></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Armado Montesinos</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxnSawsX4fgtAuaGTsY14mqhjnVpI92ThApNYmKCT4WJMrbwLTInImoCv4lqjqUIGNQdeSM6d3Fwg8DkSObk8AlQ5rpToS93zlhEHDEtWJFE5N-ibYsp88Wtdxf7EjqwKeISdhn-7etWl9/s1600/solana-tortura+china.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxnSawsX4fgtAuaGTsY14mqhjnVpI92ThApNYmKCT4WJMrbwLTInImoCv4lqjqUIGNQdeSM6d3Fwg8DkSObk8AlQ5rpToS93zlhEHDEtWJFE5N-ibYsp88Wtdxf7EjqwKeISdhn-7etWl9/s1600/solana-tortura+china.jpg" /></span></a></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">i </span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Hace varios años solía reunirme con ciertos amigos en un bar de copas. Su nombre, Mescalito, indicaba que en él se platicaba y patinaba no sólo sobre lo divino y lo humano, sino sobre lo vivido y lo alucinado. Una noche entró una joven vendedora ambulante china. En la cabeza llevaba una diadema de plástico en la que se apagaban y encendían luces multicolores, y en las manos una caja, como las antiguas cerilleras, con un surtido de anillos, colgantes, flores, pulseras y mecheros de todo tipo, algunos también luminosamente intermitentes. Una aparición, a esas altas horas de la noche, de lo más normal. Lo que llamó la atención de nuestro grupo fue verla manipular un crucifijo, de tamaño y dignidad arzobispal, que colgaba de su cuello con una gruesa cadena metálica. Al apretar uno de los extremos del lado más corto, el horizontal, brotaba una larga llama en la punta superior del larguero vertical.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Nos arracimamos a su alrededor, y el más rápido compró el insólito mechero al instante. Yo deseaba uno, pero era el único, o el último, que llevaba. Pregunté si sería posible conseguir otro, y quedamos en que al día siguiente –mejor dicho, la siguiente noche– me traería uno al bar. Y entonces hizo la pregunta, una pregunta sencilla que, sin embargo, era imposible, impensable, para alguien crecido en la dictadura católica española; una pregunta que corroía, veloz como el mercurio al oro, dos mil años de historia.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">ii</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">El 10 de abril de 1905, en la plaza Ta-Tché-Ko de Pekin, en castigo por haber asesinado al príncipe mongol Ao Ja Wan, Fu Tchu Ki era torturado hasta la muerte por el procedimiento del leng-tch´é, o de los cien pedazos. Este tormento chino consiste en el troceamiento meticuloso, tan científico como ritual, del condenado, a quien se le van cortando lonchas de carne de distintas partes de su cuerpo, elegidas concienzudamente de modo que, retrasando al máximo el momento de la muerte, sufra el máximo padecimiento. De ese ceremonial –no podemos darle otro nombre a una ejecución o tortura pública– se conservan unas fotografías publicadas originariamente en Pékin qui s’en va (1913) de Louis Carpeaux y en la segunda edición del Traité de psychologie (1932) de Georges Dumas, que aparecen, o de las que se habla, en “Las lágrimas de Eros”, “Rayuela”, “Cobra”, “Farabeuf” y, más recientemente, “Entre Bataille y Lacan” (Bataille, Cortázar, Sarduy, Elizondo y Assandri, respectivamente, sus autores). Algunos de ellos también refieren la existencia de un cuadro de Gutiérrez Solana elaborado a partir de alguna de las fotos, “Suplicio chino”, que ilustra este texto.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">La relación dual dolor/gozo, muerte/orgasmo, aparece en todos esos escritos como perpetuum mobile del erotismo. Retrasar el momento del orgasmo/muerte sólo puede ser alargar, estirar, dilatar, los momentos anteriores –aquellos del dolor/gozo– a ese instante en el que lo inenarrable, lo inaprensible, se manifiestan, en el que el nudo borromeo del RIS lacaniano se deshilacha en lo inconmensurable. Es un intento, siempre fracasado, de atisbar, mediante una insoportable prolongación de un arrobamiento o un suplicio, terribles como ángel o dragón, una eternidad luminosa o su reverso insondable, la nada.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">iii</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Estos días se han producido (bastante tardíamente, ya que lo que se llama “pascua de resurrección” puede oscilar entre el 22 de marzo y el 25 de abril) desplazamientos relacionados con la celebración de un ritual ligado a las fases de la luna. Por las calles de las ciudades españolas y del mundo católico han desfilado en procesión, muchos de ellos encapuchados al modo de los penitentes de la Inquisición o de los miembros del Ku Klux Klan, aquellos que adoran la imagen de un supliciado hace dos mil once años. Esos altares portátiles obscenamente lujosos llamados “pasos”, movidos por el impulso marcial de muchos cuerpos que forman uno solo, oculto bajo sus faldones, exhiben representaciones escultóricas delicadamente realistas o cruelmente efectistas de su cuerpo desgarrado y de su carne sanguinolenta, y de su madre –cuya seña principal, una virginidad fisiológicamente imposible, tal vez podría haber sido causa de una condena por brujería por parte del Santo Oficio– llorando lágrimas de sangre, su corazón fuera del pecho, atravesado por siete puñales. Un ceremonial en el que el silencio opaco del público se ve a menudo cortado por desgarrados gritos de dolor/gozo, surgidos de la perturbación o afecto desordenado del ánimo que llamamos pasión, y en el que se perpetúa –alargar, estirar, dilatar– la aterradora persistencia de la tortura, de la mortificación –domar las pasiones castigando el cuerpo y refrenando la voluntad– como medio de ascesis última.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">iv</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Tres cosas sabemos. Una, que por mucho que hurguemos perturbadamente, como cerdo ansioso buscando oculta trufa o como matarife impío, dentro y fuera de su cuerpo transmutado por nuestro deseo desatado en golosina caníbal, nadie puede sentir el dolor/gozo del otro. Dos, que entre las piernas de la figura marcada en el sudario de Turín aparece una mancha que sólo podría ser de semen [1]. La tercera, que en aquel momento en Mescalito no estaba sonando, pero bien podría haberlo hecho, la apasionada versión de “Gloria (in excelsis Deo)” que Patti Smith abre con estas palabras tomadas de su poema “Oath”, salmodiadas con lenta seguridad desafiante: “Jesus died for somebody's sins, but not mine”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">La vendedora ambulante preguntó: “¿Lo quieles con pelsona o sin pelsona?”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">----------------</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">[1] DIDI-HUBERMAN, GEORGES, The Index of the Absent Wound (Monograph on a Stain), en OCTOBER Vol. 29, (Summer, 1984)(Cambridge, MIT Press, 1984) pp. 63-81.</span></div>Carloshttp://www.blogger.com/profile/09030167925425570704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2661664542310147609.post-25891896013744863042011-04-03T12:28:00.000-07:002011-05-14T11:42:56.410-07:00RAM_Trip [De la “nueva historiografía” a la literatura trastornada]<div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Originalmente en <a href="http://salonkritik.net/10-11/2011/04/ram_trip_de_la_nueva_historiog.php#more">salonKritik</a></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Artículo de Miguel Á. Hernández-Navarro</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">“El mundo de las últimas cosas, ahora convertidas en imagen”. José Luis Brea</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">“Un lugar en el que el tiempo se expande elásticamente sin dejar de ser un solo tiempo”. Agustín Fernández Mallo</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzTECsmdU1-RItT7bPE6BzrxW0-IU-dZ4sPfE-QcZedGSQfh0IioxpHJMf3YSRrdlfOr7AEtVfq35puY6wp72erJIENf-MZz4XH82yWymtP0TkcBKydzBqWC7kSpFDA2QOr0ar5AJy92zW/s1600/Rotatingsaturnhexagon-thumb.gif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzTECsmdU1-RItT7bPE6BzrxW0-IU-dZ4sPfE-QcZedGSQfh0IioxpHJMf3YSRrdlfOr7AEtVfq35puY6wp72erJIENf-MZz4XH82yWymtP0TkcBKydzBqWC7kSpFDA2QOr0ar5AJy92zW/s320/Rotatingsaturnhexagon-thumb.gif" width="320" /></a></div><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">En una serie de artículos recientes, Ernst van Alphen ha acuñado el término “nueva historiografía” para referirse a la inclinación de un gran número de artistas visuales contemporáneos a trabajar sobre la historia y el pasado. Como un paso más dentro de las poéticas del archivo y la reflexión sobre la memoria –cuestiones centrales del arte en los noventa y principios del nuevo siglo–, esta actitud pretende activar el pasado a través de la actualización de lo histórico mediante un trabajo de “postproducción” de la realidad heredada. De este modo, los artistas trabajan como historiadores en el sentido benjaminiano del término: como traperos de la historia, reuniendo fragmentos y construyendo –nunca reconstruyendo– un nuevo vestido –un nuevo presente– con los “desechos de la historia”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin lugar a dudas, esta actitud ante la historia constituye uno de los centros de tensión en torno al que se arremolina toda una faz del arte contemporáneo. Una tendencia que supone un paso más en las estrategias de trabajo sobre la memoria, pero también sobre la realidad dada. Es el lugar, podríamos decir, en el que se dan la mano el arte de la memoria y el arte de la apropiación. Y lo hacen para dar lugar a una construcción del tiempo que parte tanto del montaje y la postproducción de realidades previas –ready mades históricos– como de un sentido particular de la historia en tanto que tiempo abierto y activo que se proyecta en el presente con una presencia tangible y material.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Entre las varias vías de trabajo con la historia, Mark Godfrey, otro teórico de estas prácticas, ha llamado la atención sobre lo que él denomina “performances históricas”: estrategias de reactualización y reactivación del pasado a través de la reelaboración de acontecimientos singulares. Se refiere Godfrey a obras como The Green Line (2004) de Francis Alÿs, en la que, a través de una caminata por Jerusalén dejando tras de sí un rastro de pintura verde, el artista belga recrea de modo irónico y poético la línea dibujada en 1948 por Moshe Dayan para delimitar los bordes del Estado de Israel. Se trata de formas de conmemoración, de recuerdo, que ya no tienen que ver con el monumento o con la memoria osificada, sino con la activación del pasado, poniendo de nuevo la realidad en circulación, sacándola al registro de lo visible, visualizando algo que, “de hecho”, afecta al presente. Recordar, por tanto, como re-mover, re-hacer, re-elaborar, pero nunca para re-construir o para re-producir, sino para problematizar y tambalear la artificialidad del tiempo-presente, mostrando la porosidad de los diversos estratos del tiempo, poniendo en contacto –y en colisión– tiempos y lugares diferentes.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">El hacedor (de Borges), Remake, el último libro de Agustín Fernández Mallo (AFM), es un ejemplo paradigmático de cómo este trabajo con la historia y con la memoria acontece también en el ámbito de la literatura. De hecho, no es descabellado entenderlo como parte de esa de “nueva historiografía” tal y como ha sido establecida por van Alphen, como una manera de construir el presente a través del pasado, una reconsideración y relectura de la historia –social, política, pero también artística y literaria–. Y, aun más, quizá haya que hablar de este libro como una forma de literatura “prepóstera” en el sentido entendido por Mieke Bal en su Quoting Caravaggio: Contemporary Art, Preposterous History. Una forma que revuelve y trastoca el tiempo, que lo pliega y lo retuerce, pero también una forma ilógica, absurda e incluso irreverente. Y es que el término inglés “preposterous” tiene precisamente esos dos sentidos: uno temporal, de inversión de la cronología; y otro, relacionado con la irracionalidad y la locura, que es el de uso común. Cuando Bal ser refiere a la “preposterous History” lo hace utilizando la polisemia del vocablo. Por eso quizá sea necesario traducir su formulación según lo ha hecho Remedios Perni, como “historia trastornada”: tiempo revuelto y desorientado. Tiempo desviado o, mejor, desquiciado.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">A pesar de su título, y de su propuesta, El hacedor de AFM no es un remake, al menos en el sentido tradicional del término, ese dado por Frederic Jameson en su célebre estudio sobre la posmodernidad. Jameson advirtió que el pastiche y el remake eran estrategias claves del cine –pero también del arte– postmoderno, que reproducía y replicaba modelos e historias establecidas. Recientemente, Jorge Carrión ha observado cómo esta tendencia también es central en el campo literario, y ha definido el remake de AFM como “reescritura artesanal y actualización histórica y tecnológica”. En este sentido, más que con un remake, nos encontramos con una reelaboración total. Lo que hace AFM con Borges no es exactamente un remake, sino una actualización. Es, ciertamente, una recontextualización de Borges. En algún caso concreto, como ocurre con “Del Rigor de la Ciencia” –el célebre cuento sobre el mapa de que ocupa todo el territorio–, AFM apenas introduce una palabra –Google Earth– para cambiar todo el sentido del cuento, que directamente replica del original, como el “Pierre Menard, autor del Quijote” –por cierto, uno de los textos fetiches del arte de la apropiación; introducido en la edición fundacional de Brian Wallis, El arte después de la modernidad–. Pero salvo este ejemplo de recontextualización y mínima postproducción, el resto de El hacedor de AFM es un texto que difiere absolutamente de El hacedor de JLB, pero en todo momento lo “trae al presente”, lo “hace suyo”, lo activa y lo dota de la fuerza necesaria para ser efectivo en el mundo contemporáneo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">La relectura que hace AFM de Borges es, de este modo, una actualización histórica. Una actualización preposterior: trastornada y absurda, en el sentido temporalmente subversivo del término. En particular, la “realización” del viaje de Robert Smithson por los Monumentos del Río Passaic, me parece una de las formas más lúcidas y certeras de traer al presente el sentido último de la obra de Smithson. Un “hacer presente” que, sin duda, pertenecería a eso que Godfrey llamó “performances históricas”. Volver a hacer el viaje, pero ahora sin la necesidad de ir al lugar físico. AFM vuelve a realizar el viaje, pero lo hace desde la imagen, a través de Google Earth, sentado frente a la pantalla del ordenador, experimentando una modalidad contemporánea del viaje, pero también apuntando el camino para un nuevo arte de la cartografía. Una cartografía afectiva y una nueva experiencia del viaje que denomina “psicoGooglegeografía”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">El viaje de Smithson era el de un renovado flâneur de la contemporaneidad. Igual que Walter Benjamin observaba los pasajes parisinos como las catacumbas de la modernidad, Smithson ve en las ruinas industriales del mundo contemporáneo un tiempo mítico, percibiendo las excavadoras como dinosaurios, observando cómo el tiempo se condensa y se retuerce. Los monumentos de Passaic aparecen así como una ruptura con el tiempo-presente y una introducción de un tiempo extraño que se ajusta mejor al tiempo de los sueños tal y como lo definió Freud. Tiempo condensado y alterado. Tiempo conflictivo en el que la cronología pierde su sentido. El pasado en el presente. O, mejor, el presente como pasado. Tiempo ruinoso.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Smithson percibió las ruinas de su presente. ¿Cómo serán las ruinas de nuestro tiempo? En Homo Sampler, Eloy Fernández Porta ha hablado con lucidez de la sensación siniestra que tendríamos al enfrentarnos a la obsolescencia de la cultura de masas contemporánea: Ur-Pop o Ikea Sumergida. AFM nos habla ahora de otro tipo de ruina, la ruina digital. ¿Cuál es la modalidad de la ruina en el universo de Google Earth? ¿Cómo se olvida en la era de la imagen del mundo?</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Escribe Borges en el texto original de “Mutaciones” –el que Fernández reelabora para su reactualización del viaje de Smithson–: “Cruz, lazo y flecha, viejos utensilios del hombre, hoy rebajados o elevados a símbolos; no sé por qué me maravillan, cuando no hay en la tierra una sola cosa que el olvido no borre o que la memoria no altere y cuando nadie sabe en qué imágenes lo traducirá el porvenir”. Esta es la pregunta que intenta responder AFM con su viaje. El porvenir ha llevado las ruinas de la contemporaneidad a las grietas del código binario.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Fernández Mallo actualiza el viaje de Smithson, como también lo hace con otra serie de viajes y momentos célebres. Recorrer lo recorrido, emular el célebre viaje del escritor, del artista, revivir la experiencia del acontecimiento… es parte de la experiencia nostálgica moderna. En este caso, sin embargo, la experiencia no es puro remake nostálgico y fetichista, sino actualización. Y eso es lo realmente relevante. Porque lo que hace AFM es darle sentido al viaje de Smithson y reactivarlo. No repetirlo paródicamente, sino, en cierto modo, darle su sentido último –un sentido en sí mismo contradictorio y paradójico–, casi como si estuviese trabajando en “acción diferida”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">El remake, por tanto, no como farsa o parodia –como decía Hegel que se repetía la historia–, sino como cumplimiento, como revitalización, como verdadera puesta en juego de la memoria. Memoria que, por supuesto, acontece ahora como Memoria RAM, memoria de proceso, de flujo constante, que moviliza y ofrece energía a la memoria muda y desconectada del archivo ROM. Ésa es la memoria que hace presente El hacedor de AFM, procesando –en todos los sentidos del término– El hacedor de JLB.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Viaje en el tiempo. Viaje tiempo a través. Viaje de la imagen. Viaje en la memoria. Ram_Trip, habría que escribir. Y volver a recordar entonces, también en modo ram, a otro JLB.</span></div>Carloshttp://www.blogger.com/profile/09030167925425570704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2661664542310147609.post-7173854288657433942011-03-24T12:52:00.000-07:002011-05-14T11:50:41.124-07:00El arte poshumano<div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Publicado en <a href="http://www.elementos.buap.mx/num45/htm/29.htm">Revista Elementos, Ciencia y Cultura</a></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Autor Jorge Juanes*</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgA9xvIMSQ9pG7D9DUaSu6XXdZJFjwUmtPuVcbPC9CyiOhBtU78SjX0NO0-8AW1CRgbkxDsDiMt19_qIazRK6grCfVoq4Fz_DghLzwyd-yw2KyUYpY4GZMnRI1uBt4TtbK31mu3LKqWP-pi/s1600/Rutger-Hauer-as-Roy-Batty-blade-runner-19275542-600-262.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgA9xvIMSQ9pG7D9DUaSu6XXdZJFjwUmtPuVcbPC9CyiOhBtU78SjX0NO0-8AW1CRgbkxDsDiMt19_qIazRK6grCfVoq4Fz_DghLzwyd-yw2KyUYpY4GZMnRI1uBt4TtbK31mu3LKqWP-pi/s1600/Rutger-Hauer-as-Roy-Batty-blade-runner-19275542-600-262.jpg" /></a></div><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">El hombre está empezando a llevar su cerebro fuera de su cráneo y sus nervios fuera de su piel; la nueva tecnología engendra un hombre nuevo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><b>MacLuhan</b>.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Son muchos los que piensan que la relación afirmativa del arte con la tecnociencia puede conducir a una salida promisoria. Se trae a cuento, por ejemplo, el revulsivo que para las artes plásticas supuso el invento de la fotografía, o ya en el siglo xx, las influencias invaluables del cine, los nuevos medios audiovisuales y, en general, la cibercultura. La inserción creativa del arte en los medios no sólo supondría librarnos de la esterilidad y de la asfixia imperantes sino que posibilitaría, además, que el arte se asumiera en la contemporaneidad histórica desmarcándose, en consecuencia, del proceso de producción de obras muertas por anacrónicas. Argumentos que contribuyen a defender la idea de que la tecnoplástica debe tomar el relevo en el campo del arte. La cosa suena bien. Pero el asunto no deja de ser problemático, sobre todo si tenemos en cuenta que la tecnoplástica actual se cimenta en el cierre conceptual concretado como mundo poshumano (posbiológico) donde quedan canceladas, en términos absolutos, las prerrogativas del cuerpo y el plus insondable de la naturaleza en lo que puede considerarse una postración ante el determinismo tecnocientífico que viene a consumar, a su vez, al sujeto trascendental forjado por la metafísica de la razón: que renace ahora en la figura del cyborg.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Mark Dery (Velocidad de escape): El teórico de la inteligencia artificial Hans Moravec nos asegura tranquilamente que estamos a punto de entrar en un universo “posbiológico” en el que formas de vida robóticas capaces de pensar y de reproducirse independientemente “se desarrollarán hasta convertirse en entidades tan complejas como nosotros”. Pronto, insiste, descargaremos nuestros deseosos espíritus en la memoria digital o en cuerpos robóticos y nos libraremos de una vez de la débil carne.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin deseos o sueños, sin secretos o sentimientos, exento de fragilidad, frío e imperturbable, el cyborg resulta ser la condensación del hiperracionalismo occidental, el logro más alto tras siglos de cálculos, técnicas, estrategias de poder, culpabilizaciones religiosas del cuerpo, tabúes, etc., y cuyo resultado no debe sorprender: un pseudo cuerpo apático y dócil (sometido, usado, perpetuamente instrumentalizado) que permite cumplir el gran anhelo poshumano impedido por el hombre biológico y que supera con creces el propósito ilustrado de “convertirnos en amos y poseedores de la naturaleza”, a saber: salir de la Tierra, instalarse en otros planetas, competir ventajosamente con los dioses de antaño. Tecno-escatología cibernética (teología de la tecnología) en la que estamos inmersos y donde todo tiende a caer en las redes inmateriales de la economía informática y en el universo virtual del ciberespacio que considera a los hombres y a la naturaleza como entes descualificados, esto es, como meros signos informáticos. Ciertamente, el mundo poshumano acentúa la conceptualidad ontofóbico-sensualofóbica que dio origen a la modernidad. Desafección del cuerpo y de la materia que muestra la derrota definitiva del hombre de carne y hueso, humano, demasiado humano y, por lo tanto, poca cosa para aspirar a empresas radicalmente titánicas.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Bruce Sterling (Cristal Express, Madrid, Ultramar, 1992): ¡El conocimiento es poder! ¿Acaso crees que tu pequeña frágil forma –tus rudimentarias piernas, tus ridículos brazos y manos, tu minúsculo y arrugado cerebro– puede contener todo ese poder? ¡Por supuesto que no! Tu raza estallando en pedazos bajo el impacto de su propio saber. La forma humana primigenia se está volviendo obsoleta.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Las estrategias mediante las que el cuerpo poshumano y posevolutivo (las prótesis no esperan a que la biología traiga por sí mejoras corporales) se impone y se despliega, ilustran una concepción del espacio y del tiempo y del papel del hombre en el mundo que, tenía que ser, alcanza también al territorio del arte. Me basaré en el ejemplo de Stelious Arcadiou, Stelarc, tal y como lo expone Mark Dery en el citado libro. Stelarc propone una “estética protésica” que implica dotar al cuerpo biológico de electrodos y cables, ojos láser, un brazo automático (el tercer brazo) y un video. Cibercuerpo que opera, a su vez, en determinado ciberespacio y que, puesto ya en funciones, supera con creces al cuerpo-carne: le hace ver sus límites, su obsolencia y su anacronismo en asuntos artísticos. El arte poshumano se sustenta, en efecto, en el rechazo de formas expresivas o autobiográficas: “el cuerpo no como sujeto sino como objeto, no como objeto de deseo sino como objeto de diseño”. Y el artista cyberpunk exige eso: que sus actos se juzguen a partir de una terminología objetiva, desapasionada, fiel al cuerpo destripado y convertido en receptáculo de emisiones electrónicas. Se nos pide, en suma, dejar de lado categorías analíticas trasnochadas, por ejemplo, tanto las que tengan que ver con instrucciones del espíritu humano como aquellas consagradas a exaltar la entrega del cuerpo al infierno de la carne.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Sobra advertir que el entresijo de cables que impone sus reglas al cuerpo humano puede ser substituido por redes inalámbricas (la tecnofilia en acto equivale a la hipóstasis de lo obsoleto, ya que lo nuevo es de inmediato desplazado por lo “último” y así al infinito), pero el propósito nihilista de convertir la carne viva en carne muerta se mantiene en pie. Al respecto, Dery acuña una acertada imagen: “El cyborg stelarquiano es un monumento faraónico al cuerpo momificado que se marchita en su interior”. De seguir las directrices poshumanas, acabaremos desembocando en un mundo abstracto cuantitativo, impersonal y asexuado en que cada uno deviene representante reemplazable de la universalidad tecnológica. La era del cyborg requiere asimismo la substitución de la palabra incierta del existente mortal y frágil, por un orden determinado por el signo célibe. Célibe, puesto que el cyborg surge de la eliminación de cualquier deriva irracional, tarea insoslayable sin la cual no podríamos alcanzar el estado de pasividad (suspensión del deseo) requerido para que el cuerpo-prótesis opere sin interferencia alguna.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">La modernidad alumbrada por la luz de la razón pura ha cumplido al final de su trayecto lo que prometió en sus inicios: lograr que todo sea indubitable, transparente, sin oscuridades o enigmas perturbadores. Una hiperrealidad en que esencia y apariencia son lo mismo. Es lo real como objeto absoluto, o sea, como realidad puesta por y para el sujeto de conocimiento y de dominio en que la “cosa en sí” –lo subyacente e impenetrable, previo al concepto– ha sido definitivamente olvidada. Olvido que ni siquiera es ya percibido como tal; la hiperrealidad poshumana (ciberpaisaje) es ahora principio y fin. Por lo tanto, no queda en adelante ningún secreto que indagar o ningún encantamiento que exorcizar pues lo que está ahí, el cuerpo y la materialidad artificales, pone de manifiesto la transparencia absoluta que la cabeza cibernética formula previamente.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">La tecnociencia consumada, autorreferencial y concretada en el arte parte entonces de un cuerpo-prótesis ya dado, que, en términos meramente instrumentales, admite combinaciones innumerables aunque siempre controladas. Todo es eso: conectar y someter el otrora cuerpo deseante y sintiente a un mecanismo sometido a los ordenamientos de un entramado electrónico que anestesia los sentidos. El replicante toma la iniciativa pero, por lo que se detecta en los artistas robotizados, las máquinas poshumanas son todavía torpes y la realidad artificial suscitada resulta aún poco convincente. De allí que la única señal recibida de la puesta en acto que crucifica al hijo de la naturaleza, sea el tenue y gélido ruido proveniente de las imperturbables máquinas combinatorias empeñadas en derrocar la barrera del arte expresivo-formal (existencial, ontológico, sacro, estetizante...): concebido en los textos de los conceptuales y de los poshumanos como el último y enigmático reducto que aún se opone al deslumbrante poder del intelecto absoluto.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Hasta ahora nos hemos ocupado de la subordinación del arte a la epistemología y los modos del sujeto de conocimiento (principio de razón). Pero sería injusto pasar por alto ciertas consideraciones surgidas en el interior de la ciencia misma que, sorprendentemente, se fundan en premisas propias del arte: teoría del caos, geometría fractal e inexacta, sistemas no lineales. Aquí, al igual que en el arte radical, se parte de la entraña de lo cualitativo y lo que ello conlleva: el azar, la incertidumbre, el desorden y la inestabilidad, lo aleatorio y lo irregular. Figura del saber que al separar el espacio profano (contingencia del cosmos) del espacio de Dios (absoluto, sustraído a la contingencia), toma distancia respecto a la causalidad, la objetividad y el determinismo. La complejidad de la physis y el desorden creativo vuelven a cobrar vida. Dicho en lenguaje llano: las corrientes de aire y los ríos, el vuelo de una mariposa, las crisis y las inestabilidades, o sea, los atractores imprevisibles que dan lugar a los trastornos y mutaciones proliferantes de cualquier ente, encuentran, al fin, cabida en las fórmulas de los sabios.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Revaloremos los logros de la ciencia disidente y la capacidad inventiva de los científicos que la forjan, su creatividad, sus agallas para reconocer que el mundo obedece a un permanente juego de dados. La disyuntiva está abierta. Quizás el resurgimiento del arte tenga que pasar por la experiencia de su muerte, el grado cero, la distancia y el artificio extremo de lo poshumano. O por el contrario: aliarse a la ciencia concreta, desasistida del orden absoluto y de la voluntad de dominio. Sea lo que fuere, hay que agarrar al toro por los cuernos: ni postrarnos ante la cibercultura (electrónica, biotecnología, digitalización), ni negarla; sino meditar sobre la esencia de la técnica poshumana y sus consecuencias apoyándonos, de ser necesario, en los planteamientos de las ciencias abiertas a la vida. En efecto. Cuesta trabajo concebir una constelación artística en que lo trágico y lo cómico, lo sublime y el azar, la fealdad y lo lúdico, el temblor de muerte y la belleza queden cancelados en nombre de la omnipotencia cibernética que presume haber superado el carácter fallido y errante de los mortales. Creo que lo excluido debe volver por sus fueros: donde se habla de desmaterialización cabría hablar de rematerialización, o sea, de reinserción en el territorio del arte de la carne frágil y mortal y de la alteridad de la naturaleza; sigo pensando que lejos de proclamar la obsolencia de la vida terrenal debe vindicársela otorgándole al deseo y a la imaginación la figura de un destino plasmado de múltiples maneras, entre ellas –¿qué lo impide?–, la poética formal de la tecnoplástica.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">*Jorge Juanes López es investigador de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Ha escrito un sinnúmero de catálogos y artículos a pintores, escultores y practicantes del arte alternativo, tanto mexicanos como extranjeros. Entre sus libros se encuentran: Marx o la crítica de la economía como fundamento; Los caprichos de Occidente; La pintura novohispana en los museos de México; Hegel o la divinización del Estado; Walter Benjamin: física del graffiti; Más allá del arte conceptual; Hölderlin y la sabiduría poética; Kandinsky/ Bacon (pintura del espíritu/ pintura de la carne); Artaud/ Dalí: Los suicidados del surrealismo; Goya y la modernidad como catástrofe; Marcel Duchamp. Itinerario de un desconocido; Leonardo da Vinci. Pintura y sabiduría hermética; El pop art y la sociedad del espectáculo y próximamente, Territorios del arte contemporáneo.</span></i></div>Carloshttp://www.blogger.com/profile/09030167925425570704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2661664542310147609.post-65301303558371957592011-01-26T16:56:00.000-08:002011-05-14T11:50:02.418-07:00Producen el primer gato de Schrödinger óptico<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Originalmente <a href="http://www.tendencias21.net/Producen-el-primer-gato-de-Schrodinger-optico_a1743.html">tendencias21</a></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span><br />
<div class="date" id="date" style="color: #330099; font: normal normal normal 9px/normal Verdana, sans-serif; text-align: left; text-decoration: none;"><div class="access" style="color: #330099; font: normal normal normal 9px/normal Verdana, sans-serif; text-align: left; text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Sábado 8 Septiembre 2007</span></div></div><div class="auteur" style="color: #330099; font: normal normal normal 9px/normal Verdana, sans-serif; text-align: left; text-decoration: none;"><div class="access" style="color: #330099; font: normal normal normal 9px/normal Verdana, sans-serif; text-align: left; text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Vanessa Marsh</span></div><div class="access" style="color: #330099; font: normal normal normal 9px/normal Verdana, sans-serif; text-align: left; text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><br />
</span></div></div><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Nuevo paso hacia el dominio de la información cuántica</span></span><br />
<div><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div><h3 class="access" style="color: black; font-weight: bold; font: normal normal bold 12px/normal Verdana, sans-serif; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Científicos franceses han producido por vez primera un “gato de Schrödinger” óptico, es decir, un impulso luminoso que se propaga libremente en una superposición de estados cuánticos diferentes. El campo eléctrico de esta onda, medida por los científicos franceses, tomó valores diferentes equivalentes al del estado vivo y muerto del gato de Schrödinger. Esta posibilidad de producir, manipular y distribuir “gatos ópticos” abre numerosas perspectivas a la información cuántica. Por Vanessa Marsh.</span></h3></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div><div class="hide_module_inside left" style="float: left; margin-bottom: 5px; margin-right: 5px; padding-right: 5px; position: relative;"><div class="photo left" style="float: left; margin-bottom: 10px; margin-right: 5px; padding-right: 5px; position: relative;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><img alt="Visualización de la casi probabilidad de un gato óptico. CNRS." src="http://www.tendencias21.net/photo/art/default/718273-877982.jpg?v=1289406832" style="border-bottom-color: rgb(131, 169, 206); border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1px; border-left-color: rgb(131, 169, 206); border-left-style: solid; border-left-width: 1px; border-right-color: rgb(131, 169, 206); border-right-style: solid; border-right-width: 1px; border-top-color: rgb(131, 169, 206); border-top-style: solid; border-top-width: 1px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; max-width: 672px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: top;" title="Visualización de la casi probabilidad de un gato óptico. CNRS." /></span><br />
<div class="legende legende_877982" style="color: black; font: italic normal normal 10px/normal Verdana, sans-serif; padding-top: 5px; text-align: center; text-decoration: none; width: 200px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Visualización de la casi probabilidad de un gato óptico. CNRS.</span></div></div><div class="hide_module_inside left" style="clear: both; float: left; margin-bottom: 10px; margin-right: 10px; padding-right: 5px; position: relative;"><div style="width: 250px;"><div class="mod_2171676" id="mod_2171676" style="border-top-color: rgb(204, 204, 204); border-top-style: solid; border-top-width: 1px; position: relative;"><div class="entete" style="background-color: #e6e3dc; background-image: none; border-bottom-color: rgb(204, 204, 204); border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1px; color: black; font: normal normal bold 24px/normal Georgia, serif; height: auto; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 7px; padding-left: 7px; padding-right: 7px; padding-top: 7px; position: relative; text-align: left; text-decoration: none;"><div class="fullmod"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Artículos relacionados</span></div></div><ul style="list-style-image: initial; list-style-position: initial; list-style-type: none; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;"><li class="cel1" style="background-color: white; border-bottom-color: rgb(204, 204, 204); border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 7px; padding-left: 7px; padding-right: 7px; padding-top: 7px; position: relative;"><h3 class="titre" style="color: black; font: normal normal normal 12px/normal Arial, sans-serif; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: left; text-decoration: none;"><a href="http://www.tendencias21.net/Consiguen-mover-objetos-a-distancias-metricas-utilizando-solo-la-luz_a4908.html" style="color: black; font: normal normal normal 12px/normal Arial, sans-serif; text-align: left; text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Consiguen mover objetos a distancias métricas utilizando sólo la luz</span></a></h3></li>
<li class="cel1" style="background-color: white; border-bottom-color: rgb(204, 204, 204); border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 7px; padding-left: 7px; padding-right: 7px; padding-top: 7px; position: relative;"><h3 class="titre" style="color: black; font: normal normal normal 12px/normal Arial, sans-serif; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: left; text-decoration: none;"><a href="http://www.tendencias21.net/Revolucionario-avance-en-el-campo-de-la-teledeteccion_a4661.html" style="color: black; font: normal normal normal 12px/normal Arial, sans-serif; text-align: left; text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Revolucionario avance en el campo de la teledetección</span></a></h3></li>
<li class="cel1" style="background-color: white; border-bottom-color: rgb(204, 204, 204); border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 7px; padding-left: 7px; padding-right: 7px; padding-top: 7px; position: relative;"><h3 class="titre" style="color: black; font: normal normal normal 12px/normal Arial, sans-serif; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: left; text-decoration: none;"><a href="http://www.tendencias21.net/Un-revolucionario-metodo-mejora-la-vision-en-la-oscuridad_a4312.html" style="color: black; font: normal normal normal 12px/normal Arial, sans-serif; text-align: left; text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Un revolucionario método mejora la visión en la oscuridad</span></a></h3></li>
<li class="cel1" style="background-color: white; border-bottom-color: rgb(204, 204, 204); border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 7px; padding-left: 7px; padding-right: 7px; padding-top: 7px; position: relative;"><h3 class="titre" style="color: black; font: normal normal normal 12px/normal Arial, sans-serif; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: left; text-decoration: none;"><a href="http://www.tendencias21.net/Una-nueva-tecnica-revoluciona-las-camaras-fotograficas_a4114.html" style="color: black; font: normal normal normal 12px/normal Arial, sans-serif; text-align: left; text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Una nueva técnica revoluciona las cámaras fotográficas</span></a></h3></li>
<li class="cel1" style="background-color: white; border-bottom-color: rgb(204, 204, 204); border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 7px; padding-left: 7px; padding-right: 7px; padding-top: 7px; position: relative;"><h3 class="titre" style="color: black; font: normal normal normal 12px/normal Arial, sans-serif; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: left; text-decoration: none;"><a href="http://www.tendencias21.net/Ya-es-posible-filmar-en-gran-angular-sin-deformar-la-imagen_a1288.html" style="color: black; font: normal normal normal 12px/normal Arial, sans-serif; text-align: left; text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Ya es posible filmar en gran angular sin deformar la imagen</span></a></h3></li>
</ul></div></div></div></div><div class="texte" style="color: black; font: normal normal normal 12px/normal Verdana, sans-serif; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none;"><div class="access firstletter" style="color: black; font: normal normal normal 12px/normal Verdana, sans-serif; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Científicos franceses han producido por vez primera un “gato de Schrödinger” óptico, abriendo infinitas posibilidades a la información cuántica, informa el CNRS en un <a class="liens" href="http://www.cnrs.fr/mppu/recherche/breves/0708_Grangier_Schrodinger.html" style="color: #330099; font: normal normal normal 12px/normal Verdana, sans-serif; text-align: justify; text-decoration: underline;">comunicado</a>. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><br style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;" /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Este experimento ha venido a demostrar que es posible realizar en el dominio de la óptica cuántica una experiencia real que retoma los conceptos de la experiencia imaginaria de Erwin Schrödinger. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><br style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;" /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><a class="liens" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Erwin_Schr%C3%B6dinger" style="color: #330099; font: normal normal normal 12px/normal Verdana, sans-serif; text-align: justify; text-decoration: underline;">Erwin Schrödinger</a> (1887-1961) demostró en 1935 que las leyes de la física cuántica provocan a la escala ordinaria predicciones extrañas. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><br style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;" /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Propuso la experiencia de pensamiento conocida como <a class="liens" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Gato_de_Schr%C3%B6dinger" style="color: #330099; font: normal normal normal 12px/normal Verdana, sans-serif; text-align: justify; text-decoration: underline;">Gato de Schrödinger</a> para explicar la paradoja: una caja que contiene un gato y un recipiente con veneno, que se abre con la desintegración de un átomo radiactivo. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><br style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;" /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Aunque estadísticamente la probabilidad de una desintegración del átomo reactivo es del 50%, la física cuántica señala que el átomo del que depende la vida del gato está a la vez desintegrado e intacto, por lo que a su vez el gato está también vivo y muerto al mismo tiempo, en una superposición de estados. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><br style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;" /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><b>Gato óptico</b> </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><br style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;" /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">En el experimento de los físicos franceses, un haz luminoso desempeña el papel del gato de Schrödinger. Philippe Grangier y su equipo del Laboratorio Charles Fabry (CNRS), del Instituto de Óptica de la Universidad de París, consiguió preparar un impulso luminoso que se propaga libremente en una superposición de estados cuánticos diferentes. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><br style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;" /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">El campo eléctrico de esta onda, medida por los científicos franceses, tomó valores diferentes equivalentes al del estado vivo y muerto del gato de Schrödinger. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><br style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;" /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">De esta forma, descubrieron un método óptico simple para producir un pequeño número de fotones en una superposición de estados incompatibles entre sí. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><br style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;" /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Se trata de la capacidad de producir de una serie limitada de “gatos de Schrödinger”, resultado que Grangier explica de esta forma en la revista <a class="liens" href="http://www.nature.com/nature/journal/v448/n7155/abs/nature06054.html" style="color: #330099; font: normal normal normal 12px/normal Verdana, sans-serif; text-align: justify; text-decoration: underline;">Nature</a>: “se visualiza directamente la probabilidad asociada al hecho de que el gato esté vivo o muerto”. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><br style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;" /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><b>Nuevas posibilidades</b> </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><br style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;" /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Esta posibilidad de producir, manipular y distribuir estos “gatos ópticos” abre numerosas perspectivas a la información cuántica, como la transmisión a larga distancia de mensajes criptados sin posibilidad de ser leídos por terceros. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><br style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;" /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Asimismo, este resultado aproxima la tecnología actual a la realización de cálculos a velocidades muy superiores que las que permiten los ordenadores actuales, e incluso a la realización de medidas de precisión. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><br style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;" /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Lo más importante, sin embargo, del resultado obtenido por estos físicos franceses, es que impulsa la transición de la física cuántica hacia el universo cotidiano, ya que en el experimento de Schrödinger el estado del gato depende del estado del átomo de uranio. En el experimento óptico, se encuentran así los mundos cuántico y físico. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><br style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;" /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><b>Antecedentes</b> </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><br style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;" /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">En un experimento anterior, del que informamos en otro <a class="liens" href="http://www.tendencias21.net/Los-fotones-se-comportan-como-onda-o-particula-segun-el-observador_a1408.html" style="color: #330099; font: normal normal normal 12px/normal Verdana, sans-serif; text-align: justify; text-decoration: underline;">artículo</a>, físicos franceses entre los que se encontraba asimismo Philippe Grangier, comprobaron que el fotón se manifiesta como una onda cuando se ha decidido observar un comportamiento ondulatorio, y que se comporta como una partícula cuando se ha decidido observar un comportamiento corpuscular. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><br style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;" /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Este comportamiento fotónico se produce incluso cuando la pretensión del observador se retrasa al máximo y se ejerce de forma aleatoria, lo que acentúa la controversia sobre la influencia del observador en la mecánica cuántica, del que el experimento imaginario del Gato de Schrödinger constituye la máxima expresión. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><br style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;" /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Por otro lado, tal como informamos en otro <a class="liens" href="http://www.tendencias21.net/Realizan-con-seis-fotones-el-experimento-del-gato-de-Schrodinger_a1368.html" style="color: #330099; font: normal normal normal 12px/normal Verdana, sans-serif; text-align: justify; text-decoration: underline;">artículo</a>, un equipo internacional de físicos ha conseguido asimismo generar en laboratorio la intricación cuántica de seis fotones, realizando así de otra forma el experimento de pensamiento conocido como gato de Schrödinger. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"><br style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;" /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Estos resultados abren las puertas a una futura experimentación con los llamados qubits (unidades cuánticas de información), que son la base de la <a class="liens" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Computaci%C3%B3n_cu%C3%A1ntica" style="color: #330099; font: normal normal normal 12px/normal Verdana, sans-serif; text-align: justify; text-decoration: underline;">computación cuántica</a>.</span></div></div></div>Carloshttp://www.blogger.com/profile/09030167925425570704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2661664542310147609.post-81837115175771145702011-01-25T08:14:00.001-08:002011-05-14T11:56:02.362-07:00Revolución<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Originalmente en <a href="http://www.contraindicaciones.net/2011/01/revolucion.html#more">Contraidicaciones</a></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Autor Daniel Villegas</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtOMXnSZEjRG5n64e3s3xTCSCcZu2U3ROBOTIVewxnHtx7oMJQC3HSfOHN_pPy7hQsWsihavy1cUq6HCjGnGqVlwGIj0jwWsIDD6hFhGNm5SlwET_ycR9Df94YOJPdUHkrDZJkLDnlCJS_/s1600/Revoluci%25C3%25B3n.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtOMXnSZEjRG5n64e3s3xTCSCcZu2U3ROBOTIVewxnHtx7oMJQC3HSfOHN_pPy7hQsWsihavy1cUq6HCjGnGqVlwGIj0jwWsIDD6hFhGNm5SlwET_ycR9Df94YOJPdUHkrDZJkLDnlCJS_/s400/Revoluci%25C3%25B3n.png" width="270" /></span></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Parece ser que Charles Baudelaire se unió al movimiento revolucionario de 1848, fundamentalmente con la intención de conseguir que fusilarán a su autoritario padrastro, el General Comandante de la plaza fuerte de París, Jacques Aupick. Es conocido que Baudelaire nunca tuvo una buena relación con quién había ocupado el papel de su padre, llegando incluso a agredirlo en alguna ocasión. Durante aquellas jornadas revolucionarias se le pudo ver en las barricadas tratando de agitar al pueblo para conseguir el mencionado objetivo. Llego incluso a publicar un periódico de tendencia socialista bajo el título de Le Salut Publique. Sin embargo, como sostienen sus biógrafos, el acceso revolucionario de Baudelaire no se fundamentaba en motivaciones políticas ―él mismo había dicho: "Comprendo que se deserte de una causa para saber que se sentirá al servir a otra"― sino más bien en un impulso de rebeldía edípica. Encontramos en este caso un claro uso instrumental de lo revolucionario para la consecución de unos objetivos otros, de orden distinto a los que se presuponen de una toma de partido en un conflicto político.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">La anécdota baudeleriana abre ciertos interrogantes en relación con la naturaleza de la posición que los productores culturales han adoptado, y aún adoptan, en referencia con los asuntos asociados con la transformación social. La duda que sobrevuela, especialmente en nuestros días, es la de si desde el ámbito cultural, no pocas veces, se ha instrumentalizado lo político para la favorecer determinados intereses individuales, de manera cínica, o/y desde posiciones meramente ingenuas o diletantes ―utilizando este término en su sentido más peyorativo, asociado a una postura superficial y falta de autentico compromiso.― </span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">La cuestión fundamental es si llegado el momento de un cambio radical, en las condiciones socio-políticas y de producción económica, aquellos productores culturales, que mediante sus discursos o trabajos, han sostenido la urgencia de esa transformación, desde situaciones personales a menudo favorables, estarían dispuestos a asumir plenamente lo que significa un cambio revolucionario. Es más, cabe preguntarse si esa misma inercia revolucionaria no barrería del mapa, incluso desde sus inicios, a todos aquellos que, desde la cultura, pensándose a sí mismos como agentes de transformación, no fueran percibidos del mismo modo por las fuerzas activas de ese hipotético movimiento. Simplificando su complejidad podríamos recordar aquí el destino de la vanguardia rusa que, como decía en relación con otro asunto análogo Nikita Mikhalkov, fue quemada por el sol.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Es cierto, sin embargo, que en el momento actual, en Occidente, la idea de revolución ha ido paulatinamente despareciendo del horizonte de expectativa, de consuno con la eliminación de éste último, de la mayoría de la población de estas sociedades. Conviene recordar aquí las palabras de Žižek: "Hoy es más fácil imaginarse el fin del mundo que el del capitalismo", quizás sea esta la razón de la hiperproducción cinematográfica apocalíptica de las últimas décadas. En cualquier caso, la idea de revolución ha pervivido entre nosotros como un elemento instrumental que ha servido a intereses de diversa estirpe.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Hace algunos años apareció un anuncio televisivo de una marca de automóviles que ironizaba, precisamente, con la contradicción existente entre la producción musical radical y la vida privada burguesa de su autor, utilizando un perverso mecanismo de pelaje cínico. Apelaba, en definitiva, a la idea de que uno podía sostener, en el ámbito de lo simbólico, una postura nítidamente revolucionaria sin por ello renunciar a las cosas buenas que le ofrece el sistema capitalista, en su vida privada. En definitiva, este anuncio parecía querer decirnos que el actual orden cosas nos permite situarnos en las filas del movimiento de transformación, ó de la negación del mismo, sin que por ello tengamos que ser tontos y no disfrutar de sus aparentes ventajas.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Resulta interesante que inspirándose en este anuncio el grupo punk Gatillazo, cuyo vocalista era Evaristo de la Polla Records, hiciera una versión en clave de sobreidentificación que no sólo permitía dejar al descubierto aquello que sólo se percibía como latencia en el anuncio, sino que se constituía en crítica de no pocas posturas cínicas.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Volviendo a la idea de lo innecesario de adoptar una postura torpe cuando uno puede constituirse en un agente combativo revolucionario a tiempo parcial, la cadena Media Markt viene desde hace tiempo lanzando un mensaje, desde distintos soportes publicitarios, basado en la idea de que sus clientes no son tontos. Utilizando los tradicionales mecanismos propagandísticos, propios de los movimientos revolucionarios, parecen decirnos que la única opción actual de revolución o de lucha es aquella que está articulada por el consumo. Es decir, en el contexto capitalista nuestro verdadero combate se libra en el acceso al mejor precio.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">En cualquier caso, en esta situación donde las multinacionales generan cínicamente sus propias vías revolucionarias reificadas, donde la expectativa de una transformación de un sistema, de inclinaciones totalitarias, se ha esfumado, cabe preguntarse si gran parte de las posturas políticas, adoptadas por un sector de la producción cultural, se mantendrían firmes en el caso, más que improbable, que se produjera un escenario revolucionario. Sea como fuera, actualmente se nos permite seguir jugando en el ámbito simbólico, como buenos e irresponsables diletantes ¿o cínicos?, a ser agentes eventuales de transformación, simepre que no seamos tontos renunciando a aquello conveniente que el sistema nos ofrece.</span></div>Carloshttp://www.blogger.com/profile/09030167925425570704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2661664542310147609.post-38036865516362023462010-12-20T07:25:00.000-08:002011-05-14T11:54:17.850-07:00Las imágenes son un espacio de lucha<div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Originalmente en <a href="http://blogs.publico.es/fueradelugar/183/las-imagenes-son-un-espacio-de-lucha?doing_wp_cron">Fuera de Lugar</a></span></div><div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Por Amador Fernández-Savater</span></div></div><div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div></div><div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Versión completa de la entrevista con Georges Didi-Huberman aparecida en Público el 18 de diciembre de 2010.</span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Estefanía García y David Cortés la hicieron conmigo en la cafetería del Reina, después de disfrutar el paseo que Didi-Huberman nos dio por la exposición que comisaría en el museo.</span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><a href="http://blogs.publico.es/fueradelugar/files/2010/12/yague_abc.jpg" style="clear: left; color: #005577; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; outline-color: initial; outline-style: none; outline-width: initial; text-decoration: none;"><img alt="" class="alignleft size-full wp-image-184" height="440" src="http://blogs.publico.es/fueradelugar/files/2010/12/yague_abc.jpg" style="border-bottom-style: none; border-color: initial; border-left-style: none; border-right-style: none; border-top-style: none; border-width: initial;" width="320" /></a><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>Georges Didi-Huberman es historiador del arte</strong> y profesor en la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París. Autor de <em>Cuando las imágenes toman posición</em> (Antonio Machado, 2008) y comisario de la exposición <em><a href="http://www.museoreinasofia.es/exposiciones/actuales/atlas.html" style="color: #005577; outline-color: initial; outline-style: none; outline-width: initial; text-decoration: none;">Atlas. ¿Cómo llevar el mundo a cuestas?</a>, </em>que puede visitarse actualmente en el museo Reina Sofía. Su último libro, que se titula <em><em>Supervivencia de las luciérnagas,</em></em>entabla una discusión con las visiones apocalípticas de Pasolini o Agamben sobre el mundo contemporáneo.</span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Gilles Deleuze explicaba que la imagen-cliché nos obliga a ver las cosas comodebemos<em> </em>verlas y no como <em>podríamos</em> verlas. ¿Cómo liberarnos de la cadena de los estereotipos? ¿Qué imágenes pueden ayudarnos hoy a ver nuestra realidad y a pensar el mundo?</span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>Hablas de dos formas contemporáneas de ceguera e invisibilidad.</strong></span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Sí, la primera es por falta de luz, la llamo subexposición. La segunda es por exceso de luz, la sobreexposición. Jean-Luc Godard ha dicho algo muy cierto: creemos que podemos verlo todo, pero en realidad se invisibilizan miles de cosas. En la televisión y en la gran industria del espectáculo existe una censura de las imágenes. Tomemos como ejemplo el 11 de septiembre: se censuraron muchísimas imágenes (de los cadáveres, etc.). Pero junto a la censura, también se da el fenómeno de la sobre-exposición: hemos contemplado tantas imágenes de las dos torres que ya no <em>vemos</em> nada. Y cada imagen nos exige ser <em>vista</em>, no sólo contemplada una y otra vez.</span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>¿Es posible a estas alturas una resistencia a través de la imagen?</strong></span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Hay una saturación de imágenes, una sobreexposición de imágenes que nos impiden ver, y que además oculta la subexposición de la censura. Ante eso hay quien dice: “las imágenes no son otra cosa que un reflejo del poder y de la sociedad del espectáculo”. Es por ejemplo el caso de Guy Debord, que paradójicamente componía luego en sus películas asombrosos atlas de imágenes. Esta no es desde luego mi posición. Imaginemos que en lugar de imágenes hablamos de palabras: estamos completamente rodeados del lenguaje del poder, el lenguaje televisivo, el lenguaje del mercado, etc. ¿Acaso entonces no podemos hablar? ¿Acaso porque desde Goebbels hasta Sarkozy el lenguaje se emplee para mentir debemos dejar de usar el lenguaje? En absoluto, hay que usar el lenguaje de manera correcta, eso es todo. Devolver al lenguaje su fuerza, devolver a las palabras su sentido. Con las imágenes ocurre lo mismo: son un espacio de lucha. En la polémica entre Godard y Lanzmann, yo estoy evidentemente al lado de Godard, porque Godard piensa que debemos hacer un uso de las imágenes como arma, con un sentido político.</span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>¿Cómo podemos orientarnos críticamente en las imágenes?</strong></span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Sabes que tu pregunta es una cita literal de Kant, verdad? “Cómo orientarse en el pensamiento”. Tu me preguntas cómo orientarnos en las imágenes. Es una pregunta general. Si yo te doy una respuesta general, significaría que sé lo que es una imagen en general. Pero eso no es verdad. No puedo responder a tu pregunta en general, porque orientarse en las imágenes significa orientarse en cosas muy concretas, sensibles, particulares, múltiples, singulares. Soy muy escéptico con respecto a toda generalización sobre las imágenes, a toda ontología de la imagen. Es lo que reprocho a Barthes. He usado la palabra “imagen” en singular y en general en el título de alguno de mis libros, pero considero que lo mejor es decir “las imágenes” o “esta imagen” o “estas dos imágenes”. Sólo puedo darte ejemplos. Cuando trabajo sobre la pintura del Renacimiento me oriento de una manera y cuando estoy ante imágenes de Auschwitz me oriento de un modo diferente. No hay que perder nunca de vista la singularidad de las imágenes y la multiplicidad: nunca hay una imagen, sino imágenes. Pasa como con las palabras: me oriento diferente si escribo un poema que si escribo un discurso político o filosófico. Depende del uso, de la singularidad.</span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>Está bien, entonces ¿me puedes dar ejemplos de imágenes críticas, políticas, emancipadoras?</strong></span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Hay centenares, empezando por Goya. Pero hablaré ahora de Brecht. Brecht tomaba imágenes de contextos que detestaba (por ejemplo, la revista <em>Life</em>) recortando la imagen y la leyenda. Por ejemplo, una foto de la guerra cuyo pie decía: “un soldado americano mata a un soldado japonés”. Pegaba todo eso sobre un fondo negro y añadía un segundo texto, el suyo. Su texto dialectizaba la relación entre el texto y la imagen, es decir, criticaba tanto al uno como a la otra. Mostrando por ejemplo que no se trataba sólo de un soldado americano que había matado a uno japonés, sino que ambos eran soldados de imperialismos en guerra y que la verdadera víctima del enfrentamiento era el pueblo. Para mí, el buen uso de la imagen es el buen montaje.</span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>¿Y cuál es el efecto general del buen montaje?</strong></span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">El de establecer una relación crítica entre la imagen y la palabra que ayuda a ambas a escapar de la cadena de los estereotipos. Mediante el montaje, dos imágenes que no estaban relacionadas asumen una posición diferente y así sepropicia una mirada crítica. Es la diferencia que hago entre las imágenes que toman partido y las imágenes que toman posición: las primeras tienen un sentido obvio, las segundas son críticas. Desde Godard hasta Farocki, todo pasa por montar bien las imágenes, aunque sean imágenes detestables.</span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>¿Qué más podrías decirnos sobre esa relación crítica entre imagen y palabra?</strong></span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Tengo una experiencia que se repite. Estoy en un museo o donde sea y me encuentro con una imagen que me interesa. Y en ese momento no tengo nada qué decir, no hallo las palabras, soy incapaz de lenguaje, es un momento de silencio, la imagen tiene el poder de privarme de mi lenguaje. Si me quedo ahí me convertiré en un místico de las imágenes, como hay muchos. Pero para mí el desafío es que la imagen me obligue a renovar mi lenguaje. Naturalmente, ese lenguaje renovado será crítico con respecto al primer lenguaje espontáneo ante la imagen.</span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>¿En qué sentido?</strong></span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Trabajo por ejemplo desde hace algunos años sobre el tema de la lamentación. Si uno ve en un periódico la imagen de una mujer en Bagdad que llora no muy lejos de un coche en llamas, pues ahí ya no hay nada más que pensar o añadir. Porque la imagen lo dice todo: terrorismo, Al Qaeda, desgracia, víctima. Esa es justamente la definición de estereotipo: una imagen obvia. Hay que dejar de mirar a través de esa imagen obvia, mirar desde más lejos, estudiar la historia. Y lo que encuentre uno entonces será crítico con respecto a aquello que había visto al principio. Farocki ha demostrado en una de sus películas de qué modo los gestos religiosos, como por ejemplo la lamentación, pueden tener una función revolucionaria. Esa mujer que llora quizá sabe por qué llora y contra qué llora. No es una víctima pasiva. Su emoción da lugar a la cólera política.</span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>¿Lo que dices entonces es que no basta con mirar?</strong></span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Nadie sabe mirar, no es algo dado. Mirar es un trabajo, largo y duro. Cada imagen nueva requiere un trabajo nuevo, reaprender a ver y a hablar. Hay que respetar que las cosas aparecen siempre de manera diferente y verlas de manera cada vez diferente. Para describir cada nueva imagen hay que tener cada vez un estilo diferente. Si tienes el mismo estilo para describir imágenes distintas, ves de la misma manera cosas diferentes. Es la cuestión de la escritura: no sé si se aprecia en castellano, pero yo siempre escribo cada libro de manera muy diferente.</span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>¿Qué quieres decir cuando afirmas que “las imágenes tocan lo real”?</strong></span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">La relación entre imagen y realidad es un debate filosófico que se remonta a la discusión entre Platón y Aristóteles. Platón pensaba que las imágenes forman parte del mundo sensible y por tanto no pueden decirnos la verdad sobre las cosas, porque la verdad pasa por el mundo de las ideas. Suya es la distinción entre apariencia (imagen) y esencia (verdad). La verdad de la taza es la idea de taza, no lo que tu miras, ni lo que tu tocas. Hoy muchos platónicos (antes citaba a Debord) piensan que la imagen sólo es un simulacro, una pantalla, una mentira.</span></div><div style="color: #171717; font-weight: normal; line-height: 20px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 10px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Por el contrario, Aristóteles dice que nadie puede pasarse de las imágenes para pensar. El pensamiento también hace imágenes, no se puede pensar sin imágenes. Yo soy aristotélico. Pienso que una imagen, incluida una fotografía, es un “medium”, no exactamente la realidad. Cuando veo una imagen de Auschwitz no estoy en un campo, evidentemente. Pero lo que digo es que las imágenes tocan lo real: hay un punto en el que la imagen me indica algo que no es sólo apariencia. Distingo entre apariencia y aparición: cuando la mariposa aparece, no es una ilusión. Es justamente lo real. Si tu consigues que la imagen sea una aparición, que capte una aparición, en ese momento la imagen toca lo real. En la polémica en torno a las imágenes de los campos, la cuestión era si la foto nos enseña algo de Auschwitz o no. Para Lanzmann no nos enseña nada. Para mi tocan lo real, sin ser lo real.</span></div></div>Carloshttp://www.blogger.com/profile/09030167925425570704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2661664542310147609.post-30528075111424018312010-12-19T12:40:00.000-08:002011-05-14T12:04:01.656-07:00Del estado de alarma a WikiLeaks y por qué Assange no nos hace más libres<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Originalmente en <a href="http://lasindias.coop/del-estado-de-alarma-a-wikileaks-y-por-que-assange-no-nos-hace-mas-libres/">Sociedad de las Indias Electrónicas</a></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Por David de Ugarte</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: #666666; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 12.5px; line-height: 21px;"></span><br />
<div class="entradilla" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: initial; background-image: url(http://lasindias.coop/wp-content/themes/lasindias-2009/imagenes/entradilla.png); background-origin: initial; background-position: 0px 0px; background-repeat: no-repeat no-repeat; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #999999; font-size: 22px; font-style: italic; font-weight: inherit; line-height: 28px; margin-bottom: 0px; margin-left: 18px; margin-right: 0px; margin-top: 17px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 81px; padding-right: 81px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 21px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Assange y WikiLeaks ocupan en este momento un papel central en la representación de la confluencia de intereses entre corporaciones mediáticas y estados. Es cierto que ambos grupos de poder entran brevemente en fricción… pero precisamente porque confluyen, no porque diverjan.</span></div></div><div class="post-body" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 17px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 18px; padding-left: 0px; padding-right: 9px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 15px; margin-left: 22px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Ayer en este blog <a href="http://lasindias.coop/emergencia-y-descomposicion-en-espana/" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">colocábamos la declaración del «estado de alarma» en España en el cuadro más amplio del desarrollo de la crisis y la descomposición en Europa</a>.</span></div><div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 15px; margin-left: 22px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero como veíamos en «<em style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: italic; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 1px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><a href="http://lasindias.org/los-futuros-que-vienen" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">Los futuros que vienen</a></em>», el desarrollo disciplinario del estado sólo es una parte de la descomposición. La <a href="http://lasindias.coop/la-regresion-identitarista-de-los-estados-europeos/" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">deriva autoritaria y nacionalista de los estados europeos</a> bien podría enfrentarse a movimientos civiles e identidades emergentes que atendieran a una lógica diferente. De hecho, esa parecía ser la tendencia en la primera mitad de la década pasada: de la caída de Estrada en Filipinas a las movilizaciones griegas del verano de 2006, pasando por el 13M de 2004 en Madrid y la revuelta del «banlieu» durante el noviembre francés. Y sin embargo, aquellas nuevas formas de movilización social desaparecieron de la noche a la mañana sin que nadie se detuviera a dar una explicación.</span></div><h2 style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #444444; font-size: 24px; font-style: inherit; font-weight: inherit; line-height: 27px; margin-bottom: 10px; margin-left: 22px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 18px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Recentralización de la red y modelos de socialización</span></h2><div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 15px; margin-left: 22px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Todos aquellos movimientos -y algunos que vinieron detrás- con independencia de sus motivaciones concretas y orientación ideológica, respondían a una estructura similar: deliberación en blogs, coordinación en la movilización mediante redes de SMS. Dos formas distribuidas de comunicación que convertían en imparables a los movimientos sociales una vez entraban en ignición.</span></div><div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 15px; margin-left: 22px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Por otro lado, la emergencia de una socialización en red distribuida no sólo aportaba autonomía y potencia a los movimientos reactivos frente a los abusos del poder, también favorecía la emergencia de nuevas comunidades conversacionales que mantenían una reflexión permanente que no estaba marcada ya por las grandes agendas mediáticas y cuyo ámbito, definido más por la lengua que por el territorio, era ya transnacional: la mejor vacuna contra el renacido y furioso identitarismo del estado.</span></div><div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 15px; margin-left: 22px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero a partir de 2007 el discurso corporativo y la presión mediática se comienzan a volcar sobre Facebook y Twitter. Una toma de partido que irá mucho más allá del habitual jaleo de las novedades tecnológicas para llegar a un verdadero paroxismo en 2009 con la <a href="http://deugarte.com/el-interesado-cuento-del-uso-politico-de-twitter" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">invención contra toda evidencia de supuestas «twitter revolutions» en Moldavia e Irán</a>. Por supuesto que <a href="http://www.newyorker.com/reporting/2010/10/04/101004fa_fact_gladwell?utm_source=lasindias.info/blog" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">año y medio después Malcolm Gladwell publicará en New Yorker una sonada refutación</a>, pero la cuestión nunca fue una diferencia de análisis sino una campaña -perseverante e intensa como pocas- para mover el foco de la atención social y modificar las pautas de la socialización en Internet.</span></div><div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 15px; margin-left: 22px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Los medios, obsesionados por la amenaza que sentían en Internet, tenían sus propios motivos para ello, pero lo más paradójico es que el <a href="http://lasindias.coop/el-efecto-cultural-del-modelo-fbt/" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">nuevo modelo de socialización ejemplificado en Facebook y Twitter</a>, al sustituir blogs por <a href="http://lasindias.net/indianopedia/libros%20de%20cromos" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">libros de cromos</a> y deliberación por <a href="http://lasindias.net/indianopedia/cultura%20de%20la%20adhesi%C3%B3n" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">cultura de la adhesión</a> ni siquiera servía para promocionar ventas. Tras años de «hype», miles de eventos promocionales y legiones de «community managers», los estudios dicen lo evidente: al eliminar la deliberación, la «compra social» muere. <a href="http://blog.ypartnership.com/?p=319&utm_source=lasindias.info/blog" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">Facebook no vale ni para vender viajes</a>. La negación mediática de la evidencia se hace <a href="http://rushkoff.com/2010/12/04/me-being-mad/?utm_source=lasindias.info/blog" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">cada vez más irritante incluso para los gurús consagrados por esos mismos medios</a>.</span></div><div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 15px; margin-left: 22px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero había otro gran beneficiario de todo este movimiento de regresión de las formas distribuidas a las centralizadas llamado <a href="http://lasindias.net/indianopedia/web%202.0" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">web 2.0</a>: los estados, que veían fácilmente reforzado su poder de control y censura. Por si faltaban ejemplos, <a href="http://lasindias.coop/el-cierre-de-fanfou-o-por-que-twitter-es-peligroso-para-el-ciberactivismo/" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">el estado chino, siempre a la vanguardia del control, tardó poco en tirar FanFou, el twitter chino, en cuanto el «ruido social» resultó molesto</a>. Era fácil, una red centralizada se <em style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: italic; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 1px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">tumba</em> desconectando un único nodo. <a href="http://lasindias.coop/la-cia-quiere-pescar-en-facebook-y-twitter/" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">La CIA, siempre más sofisticada, invertía en herramientas especializadas en datamining de Facebook y Twitter</a>. Los estados <a href="http://lasindias.coop/el-ceo-de-google-se-confiesa/" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">seguían la estela de Google</a>, quien había descubierto ya que <a href="http://lasindias.coop/google-en-la-otra-orilla-del-rubicon/" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">el control no sólo es una herramienta de poder, sino un producto comercializable de gran valor añadido</a>.</span></div><h2 style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #444444; font-size: 24px; font-style: inherit; font-weight: inherit; line-height: 27px; margin-bottom: 10px; margin-left: 22px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 18px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Y en esto apareció Assange</span></h2><div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 15px; margin-left: 22px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">La aparición de WikiLeaks y su creador Julian Assange en nuestras vidas fue tan abrupta como intensa.</span></div><div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 15px; margin-left: 22px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"></div><br />
<center><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><iframe frameborder="0" height="250" scrolling="no" src="http://www.gmodules.com/ig/ifr?url=http://www.google.com/ig/modules/trends_gadget.xml&source=imag&up_is_init=true&up_cur_term=Assange&lang=es" style="border-bottom-width: 1px; border-color: initial; border-left-color: rgb(204, 204, 204); border-left-width: 1px; border-right-color: rgb(204, 204, 204); border-right-width: 1px; border-style: initial; border-top-color: rgb(204, 204, 204); border-top-style: solid; border-top-width: 1px; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 10px; padding-left: 10px; padding-right: 10px; padding-top: 10px; vertical-align: baseline;" width="400"></iframe></span></center><br />
<div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 15px; margin-left: 22px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"></div><div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 15px; margin-left: 22px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Assange fue un producto de la agenda mediática ante el que <a href="http://www.versvs.net/anotacion/wikileaks-escenificacion-mediatica-del-poder" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">resulta completamente lícito preguntarse</a>:</span></div><blockquote style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: initial; background-origin: initial; background-position: 0px 0px; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 1.1em; font-style: italic; font-weight: inherit; margin-bottom: 13px; margin-left: 76px; margin-right: 76px; margin-top: 22px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 22px; padding-right: 22px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 18px; font-style: italic; font-weight: inherit; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">¿A santo de qué Assange consigue ser elevado por encima de los cientos de miles de activistas que en las últimas décadas han luchado por hacer de Internet el agujerito por el que se colaría, desde el más allá a la palpable realidad, un mundo mejor? ¿Quién lo busca y quién otorga el favor?</span></div></blockquote><div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 15px; margin-left: 22px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="http://breus.wordpress.com/2010/11/30/wikileaks-i-el-futur-que-ve/?utm_source=lasindias.info/blog" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">La clave ya se vio en el mismo debate mediático</a>. Desde que se popularizaron las conexiones móviles y las cámaras digitales, Internet ya era una «gran filtración» permanente. ¿Recuerdan sin ir más lejos las <a href="http://middleeast.about.com/od/iraq/tp/abu-ghraib-complete-guide.htm?utm_source=lasindias.info/blog" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">fotos de Abu Ghraib</a>? ¿La muerte de Neda a manos de un guardia de la revolución durante las manifestaciones en Teherán? El mecanismo del control social parecía revertirse y funcionar de abajo a arriba. Con millones de personas con cámaras en sus móviles y mecanismos de difusión distribuida a su alcance en la <a href="http://lasindias.net/indianopedia/blogsfera" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">blogsfera</a> a los medios sólo les quedaba hacerse eco, un paso por detrás de una agenda que ya no marcaban y en la que no cabían exclusivas.</span></div><div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 15px; margin-left: 22px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero Assange nos llevaba de vuelta a los setenta, a «Garganta Profunda» y el Watergate, la era dorada de los grandes periódicos institucionales. Las «fuentes» de repente vuelven a necesitar una pantalla, <a href="http://bigthink.com/ideas/25264?utm_source=lasindias.info/blog" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">un filtro que les de «verosimilitud»</a> y sus revelaciones sólo son conocidas una vez aparecen en los grandes medios de siempre. WikiLeaks se presenta como un nuevo tipo de agencia de prensa: anuncia una filtración masiva de documentos diplomáticos y de inteligencia que entrega tan sólo a unos cuantos medios escogidos que <a href="http://www.elpais.com/documentossecretos/?utm_source=lasindias.info/blog" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">deciden por su cuenta cómo racionar la información y darle sentido político</a>.</span></div><div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 15px; margin-left: 22px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Se trata de una segunda parte de la misma estrategia de recentralización que habíamos visto en la campaña Twitter-Facebook, apuntando ahora directamente al corazón de la <a href="http://lasindias.net/indianopedia/agenda%20p%C3%BAblica" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">agenda pública</a>. Pero claro, la centralización genera capacidad de control: <a href="http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2010/12/01/AR2010120106809.html?hpid=topnews&utm_source=lasindias.info/blog" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">primero China, luego algunos países árabes</a>, <a href="http://www.guardian.co.uk/media/2010/dec/01/wikileaks-website-cables-servers-amazon?utm_source=lasindias.info/blog" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">después la nube de Amazon</a>,<a href="http://mashable.com/2010/12/04/paypal-permanently-restricts-wikileaks-account/?utm_source=lasindias.info/blog" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">Paypal</a> y <a href="http://www.tableausoftware.com/blog/why-we-removed-wikileaks-visualizations?utm_source=lasindias.info/blog" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">hasta la «start-up» que le alberga los gráficos</a> cortan accesos a WikiLeaks.</span></div><div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 15px; margin-left: 22px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Para dejar aún más claro hasta que punto la centralización de la infraestructura y los servicios dospuntoceristas facilitan la censura, <a href="http://tpmmuckraker.talkingpointsmemo.com/2010/12/how_lieberman_got_amazon_to_drop_wikileaks.php?utm_source=lasindias.info/blog" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">se publica cómo Joe Liebermann se encargó personalmente de las gestiones</a>. Moraleja: un poderoso que ni siquiera es de los más poderosos, vuelve a estar cerca de tener a su alcance las palancas necesarias para controlar lo que llega y lo que no a la opinión pública mundial. <em style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: italic; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 1px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">Si sabemos algo es por los medios</em>. Atrás queda el modelo distribuido: torrents, blogs, etc. donde las fuentes últimas exponen directamente las denuncias y filtraciones y unos nodos pasan a otros la información multiplicando de manera incontrolable su impacto. No, WikiLeaks no es Internet, sino una agencia que opera para los medios a través de Internet. Y como todas las agencias está bajo control, en primer lugar, de sus clientes, las grandes corporaciones de la comunicación.</span></div><h2 style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #444444; font-size: 24px; font-style: inherit; font-weight: inherit; line-height: 27px; margin-bottom: 10px; margin-left: 22px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 18px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Conclusiones</span></h2><div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 15px; margin-left: 22px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="http://www.versvs.net/anotacion/pistoletazo-salida" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">Difícilmente este final de 2010 podría resultar más ilustrativo</a> del modelo que propusimos en «<a href="http://lasindias.org/los-futuros-que-vienen" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">Los futuros que vienen</a>». La declaración del <a href="http://lasindias.coop/emergencia-y-descomposicion-en-espana/" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">estado de alarma ejemplificó cómo</a>:</span></div><blockquote style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: initial; background-origin: initial; background-position: 0px 0px; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 1.1em; font-style: italic; font-weight: inherit; margin-bottom: 13px; margin-left: 76px; margin-right: 76px; margin-top: 22px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 22px; padding-right: 22px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 18px; font-style: italic; font-weight: inherit; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">El marco es el de una crisis global en el que los estados nacionales por un lado reciben una presión creciente de sus propias redes clientelares -<a href="http://lasindias.org/como-salir-de-la-crisis" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 18px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">amenazadas por la globalización</a>- y por otro deben «soltar lastre» deshaciéndose del coste que le suponen no sólo los gastos en cohesión social sino sectores enteros del empresariado y las clases medias (como los controladores) que, por otro lado, no dudarán en revolverse y enfrentarle directamente</span></div></blockquote><blockquote style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: initial; background-origin: initial; background-position: 0px 0px; border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 1.1em; font-style: italic; font-weight: inherit; margin-bottom: 13px; margin-left: 76px; margin-right: 76px; margin-top: 22px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 22px; padding-right: 22px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 18px; font-style: italic; font-weight: inherit; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Un cuadro ante el que los gobiernos responderán cada vez con más «firmeza», esto es, con medidas de urgencia, represión directa y sobre todo con la generalización de un discurso cada vez más disciplinario hacia la sociedad en general que servirá igualmente para defender los intereses de <a href="http://www.elpais.com/articulo/espana/EE/UU/ejecuto/plan/conseguir/ley/antidescargas/elpepuesp/20101203elpepunac_52/Tes?utm_source=lasindias.info/blog" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 18px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">los privilegiados que se quedan abordo</a> -<a href="http://lasindias.org/la-neutralidad-de-la-red" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 18px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">como las telefónicas</a>- y defender al estado mismo de las respuestas de los que son sacrificados… que serán, necesariamente, cada vez más.</span></div></blockquote><div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 15px; margin-left: 22px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">En este marco, la recentralización de la información y de las formas de socialización que se producen a partir de ella es fundamental para que estados y corporaciones mediáticas aumenten cuotas de poder. Nunca la batalla por el control de las formas a partir de las cuales se elabora la <a href="http://lasindias.net/indianopedia/agenda%20p%C3%BAblica" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">agenda pública</a> había sido tan clara y abierta. Y en ella los medios están en el mismo lado que los estados. El <a href="http://www.diagonalperiodico.net/El-Parlamento-europeo-finalmente.html?utm_source=lasindias.info/blog" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">lado del ACTA</a>, el endurecimiento de la propiedad intelectual y su uso como forma de censura y control político.</span></div><div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 15px; margin-left: 22px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">La dinámica generada por la confluencia de ambos es perversa: se alimenta de la recentralización y genera más centralización, disciplina y control. Assange y WikiLeaks ocupan en este momento un papel central en la representación de esa confluencia de intereses entre corporaciones mediáticas y estados. Es cierto que ambos grupos de poder entran brevemente en fricción… pero precisamente porque confluyen, no porque diverjan.</span></div><div style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 15px; margin-left: 22px; margin-right: 0px; margin-top: 15px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Con independencia de lo que sus filtraciones nos descubran, el modelo que WikiLeaks encarna no nos hace más libres, al contrario, nos desarma en una época de <a href="http://lasindias.net/indianopedia/descomposici%C3%B3n" style="border-bottom-width: 0px; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #35698f; font-size: 15px; font-style: inherit; font-weight: inherit; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; outline-color: initial; outline-style: initial; outline-width: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; vertical-align: baseline;">descomposición</a> creciente.</span></div></div>Carloshttp://www.blogger.com/profile/09030167925425570704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2661664542310147609.post-58597621752071580982010-12-06T04:55:00.000-08:002011-05-14T12:20:49.211-07:00La conspiración como gobierno<div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Supuestamente Julian Assange.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXKKRCwjAogwWcSTiNhlFgIZT21XlX-MDOS1k0QBBmXO3KiQICMar9p9aJTw7RBWa2_HLOtffQcCg7V2cLVNUbHkV_EPsnOdYu58zWX2UIsxctsqyFjSwwJSvPUDYYcKDLuEOgSgaF-fA5/s1600/mondo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXKKRCwjAogwWcSTiNhlFgIZT21XlX-MDOS1k0QBBmXO3KiQICMar9p9aJTw7RBWa2_HLOtffQcCg7V2cLVNUbHkV_EPsnOdYu58zWX2UIsxctsqyFjSwwJSvPUDYYcKDLuEOgSgaF-fA5/s320/mondo.jpg" width="318" /></a></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">3 de diciembre de 2006</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Conspiración, conspirar: hacer conjuntamente planes secretos con el propósito de cometer un acto dañino; trabajar en grupo para provocar un resultado particular, por antonomasia en detrimento de alguien. ORIGEN: inglés tardomedieval, procedente del francés antiguo conspirer, y éste del latín conspirare: acordar, tramar; compuesto de con- (juntos) y spirare (respirar).</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">“El mejor partido no es otra cosa que una especie de conspiración contra el resto de la nación” (Lord Halifax)</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">“La seguridad da paso a la conspiración” (Julio César, acto 2, sección 3: el mensaje del adivino, pero César está demasiado ocupado para prestarle atención)</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Introducción</span></b></div></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Para cambiar radicalmente el comportamiento del régimen tenemos que pensar con claridad y audacia, porque si algo hemos aprendido es que los regímenes no quieren que los cambien. Tenemos que pensar más allá de lo que lo hicieron quienes nos han precedido y descubrir cambios tecnológicos que nos den valor para actuar de formas que nuestros antepasados no pudieron.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Tenemos que comprender la estructura fundamental que genera el mal gobierno1.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Tenemos que desarrollar una forma de pensar esta estructura, que sea lo bastante fuerte para hacernos atravesar la nebulosa de moralidades políticas que compiten entre sí e introducirnos en una posición de claridad. Lo más importante de todo es que tenemos que utilizar estas percepciones para impulsar dentro de nosotros y de otros un proceso de acción ennoblecedora y efectiva para reemplazar por algo mejor las estructuras que conducen al mal gobierno.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">(1. Cada vez que presenciamos un acto que sentimos que es injusto y no actuamos nos convertimos en parte de la injusticia. Aquéllos que se muestran repetidamente pasivos ante la injusticia pronto descubren que su carácter se corroe y se convierte en servilismo. La mayoría de los actos de injusticia que se observan están asociados con el mal gobierno, porque cuando el gobierno es bueno la injusticia incontestada es una rareza. Mediante la disminución progresiva del carácter de un pueblo, el impacto de la injusticia de la que se tiene noticia pero a la que no se responde es mucho mayor de lo que puede parecer inicialmente. Los estados de la moderna era de la comunicación, con su magnitud, su homogeneidad y sus excesos, abruman a su población con un diluvio sin precedentes de injusticias observadas pero aparentemente incontestables).</span></div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></b></div></div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">La conspiración como gobierno en los regímenes autoritarios </span></b></div></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Allá donde se conocen detalles sobre el funcionamiento interno de los regímenes autoritarios, vemos interacciones conspiradoras en la élite política, no sólo por obtener la preferencia o el favor dentro del régimen, sino como la primaria metodología de planificación para mantener o fortalecer el poder autoritario.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Los regímenes autoritarios crean fuerzas que se oponen a ellos tratando de refrenar el deseo de verdad, de amor y de autorrealización de un pueblo. Los planes que ayudan al orden autoritario, una vez descubiertos, inducen a una resistencia mayor. De ahí que los poderes autoritarios que triunfan oculten tales planteamientos hasta que la resistencia es fútil o se ve superada por la eficiencia del poder puro. Este secretismo coadyuvante, que funciona en perjuicio de una población, es suficiente para definir su comportamiento como conspirador.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><i> Así sucede en cuestiones de estado: conociendo desde lejos los males que se gestan (algo que sólo le es dado hacer al hombre prudente), éstos se curan fácilmente. Pero cuando, por falta de tal conocimiento, se les permite crecer hasta que todo el mundo puede reconocerlos, ya no es posible encontrarles ningún remedio. </i>(El príncipe, Nicolás Maquiavelo [1469-1527])</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Las conspiraciones terroristas como gráficas conectadas</span></b></div></div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></b></div></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Antes y después del 11-S, la Maryland Procurement Office2 y otras instituciones han financiado a matemáticos para que estudien las conspiraciones terroristas como gráficas conectadas (para seguir este artículo no hace falta tener ninguna base de conocimiento matemático).</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Nosotros ampliamos esta concepción de las organizaciones terroristas y la aplicamos a grupos como los propios mecenas de la investigación, convirtiéndola en un bisturí con que diseccionar las conspiraciones que se han puesto en práctica para mantener las estructuras de poder autoritario.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Utilizaremos gráficas conectadas como una forma de aplicar nuestra capacidad de razonamiento espacial a las relaciones políticas. Estas gráficas son muy fáciles de visualizar. En primer lugar se han de coger varios clavos (los conspiradores) y fijarlos al azar en un tablero. Luego se coge un cordel (la comunicación) y se va enrollando de clavo a clavo sin que se rompa. Al cordel que conecta dos clavos lo llamamos un vínculo. El cordel que no se ha roto significa que es posible viajar de un clavo a cualquier otro por medio del cordel y de los clavos intermedios. Los matemáticos dicen que este tipo de gráfica está conectada.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">La información fluye de conspirador a conspirador. No todos los conspiradores confían en o conocen a todos los otros conspiradores, aun cuando todos ellos estén conectados. Algunos de ellos están en la periferia de la conspiración, otros son centrales y se comunican con muchos conspiradores y otros puede que sólo conozcan a dos conspiradores pero aun así sean un puente entre secciones o grupos importantes de la conspiración.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">(2. Un organismo vinculado a la Agencia de Seguridad Nacional para financiar investigaciones académicas (buscar en Google el código de subvención “MDA904”.)</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Dividiendo una conspiración </span></b></div></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Si todos los conspiradores son asesinados o si todos los vínculos que los unen son destruidos, entonces la conspiración ya no existe. Esto por lo general requiere más recursos de los que podemos emplear, así que nos hacemos la primera pregunta: ¿cuál es el número mínimo de vínculos que hay que cortar para dividir la conspiración en dos grupos del mismo número de miembros? (divide y vencerás). La respuesta depende de la estructura de la conspiración. A veces no hay ni siquiera dos caminos por los que la información de la conspiración pueda transmitirses entre los conspiradores, y otras veces hay muchos alternativos. Ésta es una característica útil e interesante de una conspiración. Por ejemplo, asesinando a un conspirador “puente”, puede ser posible dividir una conspiración. Pero queremos decir algo que valga para todas las conspiraciones.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Algunos conspiradores bailan más cerca que otros</span></b></div></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Los conspiradores suelen ser gente con criterio, porque algunos confían y dependen de otros, mientras que otros hablan poco. La información importante pasa con frecuencia por unos vínculos y la información trivial por otros distintos. Así que precisamos nuestro modelo de gráfica conectada simple para que informe no sólo de los vínculos, sino también de su “importancia”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Volvamos a nuestra analogía del tablero y los clavos. Imaginemos un cordón grueso y pesado entre ciertos clavos y un hilo fino entre otros. Diremos que la importancia o grosor de un vínculo es su peso. Entre conspiradores que nunca se comunican el peso es cero. La “importancia” de la comunicación que pasa por un vínculo es difícil de evaluar a priori, porque su valor real depende del resultado de la conspiración. Simplemente decimos que la “importancia” de la comunicación contribuye al peso de un vínculo de la manera más obvia: el peso de un vínculo es directamente proporcional a la cantidad de comunicación importante que fluye por él. Las preguntas sobre las conspiraciones por lo general no van a exigir que conozcamos el peso de todos los vínculos, porque eso varía de conspiración a conspiración.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Las conspiraciones son artefactos cognitivos. Pueden pensar mejor que el mismo grupo de individuos actuando en solitario</span></b></div></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Las conspiraciones extraen información del mundo en el que operan (el entorno conspiracional), pasan por los conspiradores y luego actúan sobre las consecuencias. Podemos ver las conspiraciones como un tipo de artefacto que tiene sus inputs (la información sobre el entorno), una red de cálculo (los conspiradores y los vínculos que los unen) y sus outputs (las acciones que pretenden cambiar o mantener el entorno).</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Engañando a las conspiraciones</span></b></div></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Como una conspiración es un tipo de artefacto cognitivo que actúa sobre una información que ha tomado de su entorno, distorsionar o restringir esos inputs significa que los actos que se basen en ellos probablemente queden desorientados. Los programadores llaman a este efecto garbage in, garbage out ['si metes un error, sacas un error']. Por lo general, el efecto se desarrolla de la manera contraria: es la conspiración la que se convierte en agente del engaño y de la restricción de información. En Estados Unidos, al aforismo de los programadores a veces se le llama “el efecto Fox News” [por la cadena de noticias].</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Qué calcula una conspiración? Calcula la siguiente acción de la conspiración</span></b></div></div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></b></div></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Ahora nos hacemos la siguiente pregunta: ¿en qué medida es eficaz ese engaño? ¿Podemos compararlo consigo mismo en momentos diferentes? ¿La conspiración se está fortaleciendo o debilitando? Esta pregunta nos pide que comparemos dos valores a lo largo del tiempo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Podemos hallar un valor que describa el poder de una conspiración?</span></b></div></div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></b></div></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Podríamos contar el número de conspiradores, pero eso no aprehendería la diferencia crucial entre una conspiración y los individuos que la componen. ¿En qué se diferencian? En una conspiración,</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">los individos conspiran, mienras que cuando están aislados no lo hacen. Podemos mostrar mejor esta diferencia si añadimos al cálculo toda la comunicación importante (los pesos) que circula entre todos los conspiradores. A esto lo denominamos poder conspiracional total.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Poder conspiracional total</span></b></div></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Este número es una abstracción. El esquema de conexiones en una conspiración suele ser único. Pero analizando un valor que es independiente de la organización de conexiones entre los conspiradores podemos decir algo sobre las conspiraciones en general.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Si el poder conspiracional total es cero, no hay conspiración</span></b></div></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Si el poder conspiracional total es cero, entonces está claro que no fluye ninguna información entre los conspiradores, y por tanto no hay conspiración.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Un incremento o decrecimiento sustancial en el poder conspiracional total casi siempre significa lo que esperamos que signifique: una mejora o empeoramiento de la capacidad de la conspiración de pensar, actuar y adaptarse.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Dividiendo conspiraciones ponderadas</span></b></div></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Ahora regresamos a nuestra idea anterior de dividir una conspiración en dos mitades. Entonces lo planteamos como la división de una conspiración en dos grupos de igual número cortando los vínculos entre los conspiradores. Ahora vemos que una idea más interesante es dividir a la mitad el poder conspiracional total. Dado que cualquier mitad, una vez separada, puede verse como una conspiración en toda regla, podemos seguir dividiendo indefinidamente.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Estrangulando conspiraciones ponderadas</span></b></div></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">En lugar de cortar los vínculos entre los conspiradores, para dividir una conspiración ponderada podemos lograr un efecto similar estrangulando la conspiración: constriñendo (reduciendo el peso de) aquellos vínculos de gran peso que hacen de puente entre zonas de idéntico poder conspiracional total.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Ataques a la capacidad cognitiva conspiracional.</span></b></div></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Un hombre encadenado es consciente de que debería haber actuado antes porque su capacidad de influir en las acciones del estado se aproxima a su fin. Para hacer frente a acciones conspiracionales poderosas, tenemos que pensar en el futuro y atacar el proceso que conduce a ellas, porque con las acciones en sí mismas no se puede hacer nada.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Podemos <i>engañar</i> o <i>cegar</i> a una conspiración distorsionando o restringiendo la información con la que cuenta.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Podemos reducir <i>el poder conspiracional total</i> por medio de ataques aislados a los vínculos o de la <i>estrangulación y división</i>.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Una conspiración a la que se aprieta suficientemente de esta manera ya no puede comprender su</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">entorno ni planear acciones poderosas.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: justify;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Conspiraciones tradicionales contra conspiraciones modernas</span></b></div></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Los ataques tradicionales a los grupos de poder conspiracional, como el asesinato, cortan muchos vínculos de peso importante. El acto del asesinato, la eliminación de individuos visibles, es el resultado de inclinaciones mentales desarrolladas para las sociedades analfabetas en las que llegó a evolucionar nuestra especie.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">La alfabetización y la revolución de las comunicaciones han dotado a los conspiradores de nuevos medios para conspirar, incrementando la velocidad de precisión de sus interacciones y en consecuencia el tamaño máximo que puede adquirir una conspiración antes de desmoronarse.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Los conspiradores que cuentan con esta tecnología pueden mejorar los resultados de los conspiradores que no la tenían. Por el mismo coste, pueden lograr un poder conspiracional total más elevado. Ésa es la razón por la que la adoptan.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Por ejemplo, recordando las palabras de Lord Halifax, vamos a fijarnos en dos grupos de poder muy equilibrados entre sí y ampliamente conspiracionales: el Partido Demócrata y el Partido Republicano de Estados Unidos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Pensemos qué pasaría si uno de estos partidos renunciara a sus teléfonos móviles, a su correspondencia por fax y correo electrónico; eso por no hablar de los sistemas informáticos que gestionan sus donaciones, sus presupuestos, sus encuestas, sus centros de llamadas y sus campañas de buzoneado. Inmediatamente se hundiría en un coma organizativo y sería derrotado por su rival.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Una conspiración autoritaria que no sabe pensar es incapaz de defenderse de los enemigos que se ha creado</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Cuando estudiamos una conspiración autoritaria en su conjunto, vemos un sistema de órganos que interactúan entre sí, un monstruo con arterias y venas cuya sangre puede espesar y ralentizarse hasta que cae aturdido, incapaz de comprender y controlar suficientemente las fuerzas que operan en su entorno.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Más adelante veremos cómo las nuevas tecnologías y la percepción de las motivaciones psicológicas de los conspiradores pueden proporcionarnos métodos prácticos para evitar o reducir comunicaciones importantes entre los conspiradores autoritarios, fomentar una resistencia fuerte a los planes autoritarios y crear poderosos incentivos para formas de gobierno más humanas.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">(Traducción: Kiko Rosique)</span></div>Carloshttp://www.blogger.com/profile/09030167925425570704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2661664542310147609.post-53734758995510605032010-11-15T13:00:00.000-08:002011-05-14T12:24:42.267-07:00Antagonismo y estética relacional<div style="line-height: 15px; text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 15px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Leído el 15 de noviembre de 2010 en <span class="Apple-style-span" style="color: #2288bb;"><a href="http://www.blogger.com/goog_1067541397">e</a></span><a href="http://esferapublica.org/nfblog/?p=10989">sferapública</a> </span></span></div><div style="line-height: 15px; text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 15px;">(en un comentario de </span><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;">Catalina Vaughan)</span></span></div><div style="line-height: 15px; text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="Apple-style-span">Autora: </span><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;">Claire Bishop</span></span></div><div style="line-height: 15px; text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></span></div><div style="line-height: 15px; text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: normal;"></span></span><br />
<div style="line-height: 16px; margin-bottom: 12px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 5px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: normal;">El juicio estético. A quien conozca el ensayo de Althusser <em>Ideología y aparatos ideológicos de Estado</em>, de 1969, le resultará familiar la idea de que las formaciones sociales producen relaciones humanas. La defensa que hace Nicolas Bourriaud de la <em>estética relacional </em>le debe bastante a la idea althusseriana de que la cultura –en tanto “aparato ideológico de Estado”– no<em>refleja </em>sino que <em>produce </em>la sociedad. Tal como fue leído en los setenta por artistas feministas y críticos de cine, el ensayo de Althusser hizo posible una expresión más matizada de lo político en el arte.</span></span></div><div style="line-height: 16px; margin-bottom: 12px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 5px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: normal;">Como ha señalado Lucy Lippard, buena parte del arte de fines de los sesenta aspiró a democratizar sus alcances, más a través de la forma que del contenido; el agudo ensayo de Althusser sentó las bases para el reconocimiento de la necesidad de refinar una crítica de las instituciones que hasta entonces sólo las burlaba. No bastaba con mostrar que el sentido de una obra está subordinado al marco (sea en un museo o en una revista) sino que era igualmente importante considerar la <em>identificación </em>del propio espectador con la imagen. Rosalyn Deutsche resume bien este cambio de perspectiva en <em>Evictions: Art and Spatial Politics [Desalojos: arte y políticas del espacio] </em>(1966)<em>, </em>cuando compara a Hans Haacke con la generación siguiente de artistas que incluye a Cindy Sherman, Barbara Kruger y Sherrie Levine. La obra de Haacke, escribe Deutsche, “invitaba a los espectadores a descifrar relaciones y a hallar contenidos ya inscriptos en las imágenes, pero no les pedía que examinaran <em>su propio papel y participación </em>en la producción de las imágenes”. En cambio, la generación siguiente de artistas “<em>consideraba la imagen misma como una relación social </em>y al espectador como un sujeto construido por el objeto del que hasta entonces alegaba estar separado”.</span></span></div><div style="line-height: 16px; margin-bottom: 12px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 5px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: normal;">Volveré más tarde al concepto de identificación que menciona Deutsche. Por el momento, es preciso señalar que hay sólo un paso entre pensar la imagen como una relación social y pensar, como propone Bourriaud, que la <em>estructura </em>de una obra de arte produce una relación social. Aun así, no es fácil identificar la estructura de una obra de arte relacional, precisamente porque la obra pide que se la considere como abierta. El problema se agrava porque el arte relacional es una ramificación del arte de instalación, una forma que desde sus inicios exigió la presencia literal del espectador. A diferencia de la generación de artistas de <em>“</em>Public Vision<em>”,</em>cuyos logros –sobre todo en el campo de la fotografía– la ortodoxia de la historia del arte asimiló sin mayor problema, el arte de instalación ha sido a menudo descalificado como una forma más del espectáculo posmoderno. Para algunos críticos, especialmente para Rosalind Krauss, la instalación, en su diversidad de medios, queda divorciada de la tradición de los medios específicos y, por lo tanto, carece de convenciones inherentes a las que oponerse con una práctica autorreflexiva, así como de criterios con los que evaluar sus logros. Sin una noción de la instalación como <em>medio</em>, la obra no puede alcanzar el santo grial de la crítica autorreflexiva. He sugerido en otro lugar que la presencia del espectador bien podría ser una manera de identificar el arte de instalación como medio, pero Bourriaud cuestiona esa afirmación cuando postula que los criterios que debemos usar para evaluar las obras de arte abiertas y participativas no sólo son estéticos, sino también políticos e incluso éticos: es necesario juzgar las “relaciones” que produce el arte relacional.</span></span></div><div style="line-height: 16px; margin-bottom: 12px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 5px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: normal;">Bourriaud sugiere que, ante una obra de arte relacional, nos hagamos las siguientes preguntas: “¿Me permite entrar en diálogo? ¿Puedo existir en el espacio que define? ¿De qué manera?”. Llama a estas preguntas que deberíamos hacernos frente a cualquier producción estética “criterios de coexistencia”. En teoría, frente a cualquier obra de arte, podríamos preguntarnos qué clase de modelo social produce. ¿Podría yo vivir en un mundo estructurado según los principios organizadores de una pintura de Mondrian?, por ejemplo. O bien, ¿qué “formación social” produce un objeto surrealista? El problema que surge de la noción de “estructura” de Bourriaud es que establece una relación errática con el tema explícito de la obra o su contenido. Podríamos, por ejemplo, preguntarnos qué valoramos en los objetos surrealistas. ¿Lo que cuenta es que reciclan artículos obsoletos, o el hecho de que su imaginería y sus desconcertantes yuxtaposiciones exploran los deseos y angustias inconscientes de sus creadores? Responder esas preguntas es aún más difícil en el caso de la estética relacional y su híbrido de instalaciones y <em>performances</em>, tan fuertemente apoyado en el contexto y en el compromiso literal del espectador. Para Bourriaud es menos importante <em>qué, cómo </em>y <em>para quién</em>cocina Rirkrit Tiravanija en sus <em>performances</em>-instalaciones, por ejemplo, que el hecho de que distribuya gratuitamente lo que cocina. Lo mismo podría plantearse respecto de las carteleras con anuncios que Liam Gillick incluye en sus obras: Bourriaud no analiza los textos y las imágenes de los recortes fijados en las carteleras, ni la disposición formal y la yuxtaposición de los fragmentos, sino la democratización del material y el formato flexible de la obra. (El dueño del tablero tiene la libertad de modificar la variedad de elementos en cualquier momento, de acuerdo con la circunstancia y sus gustos personales.) Para Bourriaud, la estructura es el tema y, en este sentido, es mucho más formalista de lo que admite. Desligadas de su intencionalidad artística y de la consideración del contexto más amplio en que operan, las obras de arte relacional se vuelven, como las carteleras de Gillick, apenas “un retrato extremadamente cambiante de la heterogeneidad de la vida cotidiana” y no examinan su relación con ella. En otras palabras, aunque las obras se proclaman subordinadas al contexto, no cuestionan su imbricación en él. Se acepta la estructura “democrática” de las carteleras de Gillick, pero sólo los dueños pueden modificar su disposición. Como el “Group Material<em>” </em>de los ochenta, deberíamos preguntarnos: “¿Quién es el público? ¿Cómo se hace una cultura y para quién?”.</span></span></div><div style="line-height: 16px; margin-bottom: 12px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 5px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: normal;">No estoy pidiéndole al arte relacional que estimule una mayor conciencia social mediante obras que, por ejemplo, incluyan carteleras con recortes sobre el terrorismo internacional u ofrezcan curries gratis a refugiados. Simplemente me pregunto cómo decidir en qué consiste la “estructura” de una obra de arte relacional y si la estructura es tan separable del tema manifiesto de la obra o tan permeable a su contexto. Bourriaud quiere equiparar el juicio estético con el juicio ético político de las relaciones que produce una obra de arte. Pero ¿cómo medir o comparar esas relaciones? Nunca se examina o se cuestiona la <em>cualidad </em>de las relaciones de la “estética relacional”. Cuando Bourriaud afirma que “los encuentros son más importantes que los individuos que los protagonizan”, intuyo que la pregunta anterior le resulta innecesaria; toda relación que permite el “diálogo” se asume automáticamente como democrática y, por lo tanto, positiva. Pero, ¿cuál es el verdadero significado de “democracia” en este contexto? Si el arte relacional produce relaciones humanas, la pregunta lógica que sigue es qué tipo de relaciones se producen, para quién y por qué.</span></span></div><div style="line-height: 16px; margin-bottom: 12px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 5px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: normal;">Antagonismo. Rosalyn Deutsche sostiene que la esfera pública sólo puede conservar su carácter democrático en la medida en que se consideren las exclusiones naturalizadas y se las abra a la contestación: “El conflicto, la división y la inestabilidad no dañan por lo tanto la esfera pública democrática; son condiciones de su existencia”. Deutsche se hace eco de lo que postulan Ernesto Laclau y Chantal Mouffe en <em>Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una radicalización de la democracia </em>(1985), una de las primeras relecturas de la teoría política de izquierda a través del prisma del postestructuralismo, después de la <em>impasse </em>de la teoría marxista que los autores señalan en los años setenta. Laclau y Mouffe releen a Marx a través de la teoría gramsciana de la hegemonía y la concepción lacaniana de la subjetividad escindida y descentrada. Muchas de las ideas allí postuladas permiten repensar desde una perspectiva más crítica las afirmaciones de Bourriaud acerca de la política de la estética relacional.</span></span></div><div style="line-height: 16px; margin-bottom: 12px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 5px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: normal;">La primera de estas ideas es el concepto de antagonismo. Laclau y Mouffe sostienen que una sociedad democrática en pleno funcionamiento no es aquella en que ha desaparecido el antagonismo, sino aquella en que las nuevas fronteras políticas se trazan y se debaten permanentemente. En otras palabras, una sociedad democrática es aquella en que se mantienen –en lugar de borrarse– las relaciones de conflicto. Sin antagonismo sólo existe el consenso impuesto propio del orden autoritario, una supresión total del debate y la discusión, nociva para la democracia. Es importante remarcar que Laclau y Mouffe no entienden el antagonismo como una aceptación pesimista del callejón sin salida de la política; el antagonismo no implica “la expulsión de la utopía del campo de lo político”. Por el contrario, los autores aseguran que sin el concepto de utopía no hay imaginario radical posible. La tarea consiste en equilibrar la tensión entre el ideal imaginario y la administración pragmática de una positividad social sin caer en el totalitarismo.</span></span></div><div style="line-height: 16px; margin-bottom: 12px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 5px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: normal;">Esta interpretación del antagonismo se funda en la teoría de la subjetividad que elaboraron Laclau y Mouffe. Siguiendo a Lacan, sostienen que la subjetividad no es una presencia pura, transparente y racional, sino irremediablemente descentrada e incompleta. Ahora bien, ¿el concepto de un sujeto descentrado entra necesariamente en conflicto con la idea de acción política? El “descentramiento” del sujeto implica la ausencia de un sujeto unificado, mientras que “acción” supone un sujeto autónomo, de presencia plena, con voluntad política y autodeterminación. Pero Laclau sostiene que este conflicto es falso, ya que el sujeto no está ni totalmente descentrado (lo que implicaría una psicosis) ni totalmente unificado (como un sujeto absoluto). Siguiendo una vez más a Lacan, afirma que nuestra identidad estructural es <em>fallida </em>y en consecuencia depende de la <em>identificación </em>para proceder. Dado que la subjetividad <em>es</em>precisamente este proceso de identificación, somos por fuerza entidades incompletas. Por lo tanto, el antagonismo es la relación que se establece entre esas entidades incompletas. Laclau lo contrapone a las relaciones entre entidades completas, como la contradicción (A-no A) o la “diferencia real” (A-B).Todos profesamos creencias contradictorias (hay materialistas que leen horóscopos, por ejemplo, y psicoanalistas que envían tarjetas navideñas), pero esto no genera antagonismo. La “diferencia real” (A-B) tampoco equivale al antagonismo: dado que atañe a identidades completas, lleva a una colisión, como un choque de automóviles o la “guerra contra el terrorismo”. En el caso del antagonismo, sostienen Laclau y Mouffe, “nos enfrentamos a una situación diferente: la presencia del ‘Otro’ me impide ser totalmente yo mismo. La relación no surge de totalidades completas, sino de la imposibilidad de que las totalidades completas se constituyan”. En otras palabras, la presencia de lo que no soy “yo” vuelve precaria y vulnerable mi identidad; la amenaza que el otro representa pone en cuestión mi <em>propio </em>sentido de identidad. Llevado al plano social, el antagonismo puede verse como el límite de la capacidad de una sociedad para constituirse completamente como tal. Buscando <em>definir </em>lo social (y la identidad), aquello que está en su límite también <em>destruye </em>su ambición de constituirse en presencia plena: “En tanto condiciones de posibilidad para la existencia de una democracia pluralista, los conflictos y los antagonismos constituyen al mismo tiempo la condición de imposibilidad de su logro definitivo” (Mouffe, 1998).</span></span></div><div style="line-height: 16px; margin-bottom: 12px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 5px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: normal;">La teoría de Laclau me permite proponer que las relaciones que la estética relacional establece no son, como afirma Bourriaud, intrínsecamente democráticas, puesto que descansan con demasiada comodidad en los ideales de la subjetividad como un todo y de la comunidad como un inmanente “estar juntos”. No cabe duda de que hay debate y diálogo en las obras culinarias de Rirkrit Tiravanija, pero no hay fricción inherente, en tanto la situación es, tal como la llama Bourriaud, “microtópica”: produce una comunidad cuyos miembros se identifican unos con otros porque tienen algo en común. La única crónica sustancial que he podido encontrar sobre la primera muestra individual de Tiravanija en la 303 Gallery es la de Jerry Saltz en <em>Art in America </em>y dice lo siguiente:</span></span></div><div style="line-height: 16px; margin-bottom: 12px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 5px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: normal;">A menudo en la 303 Gallery me sentaba junto a un desconocido o alguien se me acercaba, y pasaba un buen rato. La galería se transformaba en un lugar para compartir, abierto a la conversación franca y la diversión. Comí montones de veces con galeristas. Una vez comí con Paula Cooper, que ventiló con lujo de detalles un intrincado chisme del ambiente. Otro día, Lisa Spellman contó con detallismo hilarante las infructuosas intrigas de un galerista amigo para seducir a uno de sus artistas. Una semana más tarde comí con David Zwirner. Me crucé con él en la calle y me dijo: “Hoy todo me salió mal, vayamos a lo de Rirkrit”. Fuimos. Zwirner me habló de la falta de emoción en el mundo artístico neoyorkino. Otra vez comí con Gavin Brown, el artista y galerista [...] que se explayó sobre el colapso del SoHo, sólo que él estaba a favor y creía que era bastante oportuno, considerando la cantidad de arte mediocre que las galerías habían exhibido durante los últimos tiempos. Más tarde en la muestra se me acercó una desconocida y se suscitó un extraño coqueteo. Otra vez conversé con un joven artista de Brooklyn que hacía observaciones muy agudas sobre las muestras que acababa de ver.</span></span></div><div style="line-height: 16px; margin-bottom: 12px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 5px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: normal;">La locuacidad informal de esta crónica deja en claro qué tipo de problemas deberá enfrentar quien quiera saber más sobre una obra como esta: la reseña crítica sólo nos dice que la intervención de Tiravanija es buena porque permite establecer una red entre galeristas y un grupo afín de aficionados al arte y porque evoca la atmósfera de un bar nocturno. Todos comparten el interés por el arte y lo que de allí resulta son rumores del mundo artístico, comentarios sobre muestras y ocasiones de coqueteo. Aunque hasta cierto punto es una buena forma de comunicación, no es en sí ni de por sí representativa de la “democracia”. Para ser justos, creo que Bourriaud es consciente de este problema, pero no lo señala en el caso de los artistas que promueve: “Conectar a la gente, crear una experiencia interactiva y comunicativa”, dice. “Pero, ¿para qué? Creo que si uno se olvida del ‘para qué’, queda un mero ‘arte Nokia’, que produce relaciones interpersonales por el solo hecho de hacerlo, sin llegar nunca a apelar a los aspectos políticos de esas relaciones”. Me animaría a afirmar que el arte de Tiravanija, al menos tal como lo presenta Bourriaud, no se interesa por el aspecto político de la comunicación, a pesar de que a primera vista algunos de sus proyectos parecen plantearlo con cierta disonancia. Tomemos las reseñas críticas del proyecto de Tiravanija en Colonia, <em>Untitled (Tomorrow Is Another Day) </em>[<em>Sin título (Mañana será otro día)</em>]. Según el comentario del curador Udo Kittelman, la instalación ofrecía a todos los asistentes “la impresionante experiencia de un ‘estar juntos’”.Y prosigue: “La gente preparaba comidas en grupo y conversaba, se bañaba u ocupaba la cama. Nuestro temor de que alguien dañara el ‘espacio artístico habitable’ no se hizo realidad. [...] El espacio artístico perdió su función institucional y terminó por transformarse en un espacio social libre”. El <em>Kölnischer Stadt-Anzeiger </em>coincidió en que la obra ofrecía “una especie de ‘asilo’ para cualquiera”. Pero ¿quién es “cualquiera” en este caso? Puede que se trate de una microtopía, pero aun así, como la utopía, se predica a partir de la exclusión de aquellos que obstaculizan o impiden su realización. (Tienta imaginar qué podría haber pasado si el espacio hubiera sido invadido por personas en busca de “asilo” efectivo.) Las instalaciones de Tiravanija reflejan la concepción esencialmente armoniosa que tiene Bourriaud de las relaciones que producen las obras de la estética relacional, porque están dirigidas a una comunidad de sujetos espectadores que tienen <em>algo en común</em>.</span></span></div><div style="line-height: 16px; margin-bottom: 12px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 5px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: normal;">Es por eso que las obras de Tiravanija son políticas sólo en el sentido más vago de promover el diálogo por sobre el monólogo (la comunicación unidireccional que los situacionistas equiparaban con el espectáculo). El contenido de este diálogo no es en sí democrático, ya que todas las preguntas conducen a otra ociosa de tan trillada: “¿es arte?”. A pesar del discurso de Tiravanija en favor de la obra abierta y la liberación del espectador, la estructura de la obra limita de antemano el efecto y se apoya en el hecho de que sucede en una galería para diferenciarse del mero entretenimiento. La microtopía de Tiravanija abandona la idea de transformar la cultura pública y reduce su campo de acción a los placeres de un grupo privado cuyos integrantes se identifican como “asistentes a muestras de arte”.</span></span></div><div style="line-height: 16px; margin-bottom: 12px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 5px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: normal;">La posición de Gillick respecto del diálogo y la democracia es más ambigua. A primera vista parece adherir a la tesis de Laclau y Mouffe sobre el antagonismo:</span></span></div><div style="line-height: 16px; margin-bottom: 12px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 5px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: normal;">Si bien admiro a los artistas que construyen “mejores” visiones de cómo deberían ser las cosas, los territorios intermedios, en negociación, que me interesan encierran siempre la posibilidad de llegar a momentos en que el idealismo es confuso. En mi obra hay tantas demostraciones de acuerdo, estrategia y colapso, como recetas claras acerca de cómo puede mejorar nuestro entorno.</span></span></div><div style="line-height: 16px; margin-bottom: 12px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 5px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: normal;">Con todo, si uno busca “recetas claras” en la obra de Gillick, encuentra pocas si acaso, o ninguna. “Estoy trabajando en una nebulosa de ideas”, asegura, “que son parciales o paralelas antes que didácticas”. Reacio a definir qué ideales se juegan en su obra, Gillick se aprovecha de la credibilidad de la arquitectura de referencia (su compromiso con situaciones sociales concretas) mientras que la articulación de una posición específica sigue teniendo carácter abstracto. Las <em>Discussion Platforms [Plataformas de discusión]</em>, por ejemplo, no apuntan a un cambio particular, sino al cambio en general; son “escenarios” en los que pueden o no emerger “relatos” potenciales. La posición de Gillick es resbaladiza y en última instancia parece proponer el acuerdo y la negociación <em>como </em>recetas de mejoramiento. Naturalmente, este pragmatismo equivale a un abandono o a un fracaso de los ideales. Su obra es la demostración de un pacto antes que la articulación de un problema.</span></span></div><div style="line-height: 16px; margin-bottom: 12px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 5px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: normal;">La teoría de la democracia como antagonismo de Laclau y Mouffe se verifica en cambio en la obra de dos artistas notablemente ignorados por Bourriaud en <em>Estética relacional </em>y <em>Post producción: </em>el suizo Thomas Hirschhorn y el español Santiago Sierra. Estos artistas establecen “relaciones” que subrayan el papel del diálogo y la negociación, sin aplastar estas relaciones en el contenido de la obra. Las relaciones que producen sus <em>performances </em>e instalaciones se caracterizan por promover inquietud e incomodidad antes que pertenencia, en la medida en que la obra reconoce la imposibilidad de una “microtopía” y <em>mantiene </em>en cambio una tensión entre los espectadores, los participantes y el contexto. Una parte integral de esta tensión resulta de la participación de colaboradores provenientes de otros estratos económicos, lo que a su vez ayuda a cuestionar la percepción que el arte contemporáneo tiene de sí, como dominio que abarca otras estructuras sociales y políticas.</span></span></div><div style="line-height: 16px; margin-bottom: 12px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 5px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: normal;">Claire Bishop</span></span></div><div style="line-height: 16px; margin-bottom: 12px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 5px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: normal;">Traducción: Maximiliano Papandrea y Silvina Cucchi</span></span></div><div style="line-height: 16px; margin-bottom: 12px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 5px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: normal;">Lecturas. La versión completa de este ensayo apareció en <em>October </em>110 (otoño, 2004); la traducción de un fragmento al español fue autorizada por la autora. En el fragmento se citan o mencionan las siguientes obras: Nicolas Bourriaud, <em>Esthétique relationnelle </em>(París, Les Presses du Réel, 1998) y “Public Relations: Bennett Simpson Talks with Nicolas Bourriaud”, en<em>Artforum </em>(abril 2001); Louis Althusser, <em>Ideología y aparatos ideológicos de Estado </em>(varias ediciones); Lucy Lippard, <em>Six Years: The Dematerialization of the Art Object 1966-1972</em>(Berkeley, University of California Press, 1996); Rosalyn Deutsche, <em>Evictions: Art and Spatial Politics </em>(Cambridge, Mass., MIT Press, 1996); Rosalind Krauss, <em>A Voyage on the North Sea</em>(Londres, Thames and Hudson, 1999); Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, <em>Hegemonía y estrategia socialista</em>: <em>hacia una radicalización de la democracia </em>(México, Siglo XXI, 1987); Ernesto Laclau, <em>Nuevas reflexiones sobre la revolución de nuestro tiempo </em>(Buenos Aires, Nueva Visión, 1993); Chantal Mouffe (comp.), <em>Deconstrucción y pragmatismo </em>(Buenos Aires, Paidós, 1998); Eric Troncy, “London Calling”, en <em>Flash Art </em>(verano de 1992); Jerry Saltz, “A Short History of Rirkrit Tiravanija”, en <em>Art in America</em>; Liam Gillick, <em>The Wood Way </em>(Londres, Whitechapel Art Gallery, 2002) y <em>Renovation Filter: Recent Past and Near Future </em>(Bristol, Arnolfini, 2000). Para una crítica de la idea marxista de comunidad como comunión, Jean-Luc Nancy, <em>The Inoperative Community </em>(Minneapolis, University of Minessota Press, 1991).</span></span></div><div style="line-height: 16px; margin-bottom: 12px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 5px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: normal;">Claire Bishop es crítica de arte e investigadora en el MA Curating Contemporary Art Department del Royal College of Art de Londres. Su <em>Installation Art: A Critical History, </em>de próxima aparición, será publicado por la Tate Modern.</span></span></div></div>Carloshttp://www.blogger.com/profile/09030167925425570704noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2661664542310147609.post-55473240775305987142010-11-14T14:35:00.000-08:002011-05-14T12:32:04.452-07:00El –No– de Santiago Sierra: un pequeño ejercicio para el análisis del discurso<div style="text-align: left;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">María Virginia Jaua</span></div></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Originalmente en <a href="http://salonkritik.net/10-11/2010/11/el_no_de_santiago_sierra_ni_lo.php#more">salonKritik</a></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 24px;"><em>A<span class="Apple-style-span">sí que -pierdan cuidado- no se trata aquí de abrir fuego indiscriminado contra el “arte político” o las “estéticas de lo pseudo” [...] De lo que se trata es de, enfrentar sin complacencias, complejos o complicidades el análisis de las prácticas simbólicas también allí donde éstas han hecho del "antagonismo", "la resistencia" y/o lo radical su principal coartada discursiva y propagandística [...]</span></em><span class="Apple-style-span"> <a href="http://www.estudiosvisuales.net/revista/index.htm" style="color: #0066ff; text-decoration: none;">"Retóricas de la Resistencia: una introducción"</a> José Luis Brea.</span></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 24px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></span></span></div><span class="Apple-style-span" style="line-height: 24px;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 32px;"></span></span></span><br />
<div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgU0VMz-1fo1AU9H3DiD1WHw8_fdXR4AYk9cxQW9ZPh5uvjTqVNNPrBQKm0FpeWjLwo4O72vUh1kanMFZjNg8AI-uauPGqMIFPL0OvIjoSJuGgWCTjhXcTGGZ6IcJr8anO7sZgzmFukb3p_/s1600/Boomerang-thumb.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgU0VMz-1fo1AU9H3DiD1WHw8_fdXR4AYk9cxQW9ZPh5uvjTqVNNPrBQKm0FpeWjLwo4O72vUh1kanMFZjNg8AI-uauPGqMIFPL0OvIjoSJuGgWCTjhXcTGGZ6IcJr8anO7sZgzmFukb3p_/s1600/Boomerang-thumb.jpg" /></a></div><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Hace una semana hacíamos el acostumbrado envío semanal de nuestra columna Domingo Festín Caníbal con un texto reflexivo de Miguel Á. Hernández Navarro en el que cuestionaba la falta de tiempo que los críticos y los interesados en el análisis de los productos culturales, se dan a sí mismos para hacer su trabajo.</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">El viernes leímos no sin cierta sorpresa la noticia del Premio Nacional de Arte a Santiago Sierra. Pero eso no quedó ahí. No habían transcurrido sino unas pocas horas cuando circuló una misiva del propio artista en la que rechazaba dicho premio. Curiosamente, tras el anuncio del premio se hizo un silencio expectante (algunos enviaron felicitaciones tímidas, anticipando su desencanto); sin embargo, el comunicado del rechazo de inmediato convirtió la timidez en un hervidero de comentarios y opiniones, tanto a favor como en contra. Han abundado las denostaciones y las descalificaciones hacia unos y otros: hacia la institución artística, hacia el artista, hacia los premios incluso se han levantado voces para vitorear o sacrificar a personalidades del pasado que han recibido o rechazado algo tan, pero tan banal, para un artista, como un reconocimiento. Tampoco han faltado los elogios. Sin embargo, poco tiempo se ha dado para una lectura un poco más pausada de ambos gestos.</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Estoy de acuerdo con esa necesidad urgente de <em>darse</em> el tiempo de leer con atención ambos discursos: el de la institución y el de su contraparte la de la “supuesta” resistencia. Leer para desentrañar lo que sus palabras y gestos dicen, pero también y sobre todo lo que callan. Solo así será posible ver en qué aciertan (si lo hacen) y en qué no -o mejor –en qué ambos son indiferenciados, contradictorios y codependientes y nos quieren "vender" una imagen y un discurso "falsificados".</span></div><div id="a005471more"><div id="more"><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">En primer lugar, hay que revisar la decisión del ministerio. Como todo el mundo sabe el Premio Nacional de Arte existe desde hace años y como es costumbre se le da a un artista “nacional” al que se le considera merecedor por la calidad de su trabajo -no importa si éste ha vivido más de la mitad de su vida en otro país y haya sentado ahí las bases de su trabajo artístico. Para muchos hasta hace relativamente poco, Santiago Sierra era considerado un “artista mexicano” pero Sierra es español y como tal se le invitó a representar a España en la Bienal de Venecia, “reconocimiento” bastante oficial y remunerado que en su momento <em>No</em> supo o no quiso rechazar.</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">La decisión de la institución cultural de otorgar el premio al artista parece que busca paliar varias carencias. Por un lado, intenta llenar un cierto vacío en el arte español actual a nivel internacional y la sombra que –según algunos- le hace el arte latinoamericano en la escena artística. En ese sentido Sierra representaría una figura “extraterritorial” idónea que posee lo mejor de “ambos” mundos: está provisto de un dni y cuenta con la “potencia” discursiva de los conceptualismos emergentes.</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Por otra parte, está la naturaleza del trabajo del artista premiado. Esas “retóricas de la resistencia” que se manifiestan en la obra de Santiago Sierra cuadran perfectamente con la voluntad “rebelde” de ciertas políticas gubernamentales; sirven tal y como él mismo apunta en su carta “a la legitimación” de su discurso. La institución-arte a través des Ministerio decide apropiarse estas retóricas, porque están de "moda" sin tomarse la molestia de leer un poco al respecto, como el último número de la revista <a href="http://www.estudiosvisuales.net/revista/index.htm" style="color: #0066ff; text-decoration: none;">Estucios Visuales</a> en el que hubieran podido preveer algunos de los escollos a los que terminarían exponiéndose: la incompatibilidad en la relación entre imaginarios “dominantes” y “antisitémicos” y la fragilidad de las máscaras bajo las que éstas se ocultan.</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">La decisión del Ministerio de Cultura de otorgar el premio a un artista como Santiago Sierra en sí misma no tiene nada de reprochable. Todo lo contrario, hasta puede ser loable, pues atiende a las exigencias de una institución cultural: por un lado, promover y reconocer el trabajo artístico -más aún cuando este es arriesgado y crítico, desmantelador… y por otro, tiene la obligación de ejercer el presupuesto que se le ha asignado y que tantas batallas supone.</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin embargo, esta actitud “antisistémica” al interior del sistema mismo resulta aberrante y termina pasándole factura. Pues, con el rechazo del premio, por parte de Sierra la institución cae en su propia trampa y queda “expuesta” por el artista como un mal jugador del<em>monopoly</em> del capitalismo “antiehegemónico” obligándole a contemplar cómo el plato del premio se le regresa como un <em>boomerang revolucionario</em> y lo descabeza.</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero ¿qué decir del desaire del artista?</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Si algo ha habido de admirable en el trabajo artístico de Santiago Sierra es la enorme capacidad que tiene para hacer evidentes las fallas del sistema, y una vez más consigue dejar al descubierto sus contradicciones, sus falsas morales, sus hipocresías y todas las tergirversaciones de las reglas del juego que -como sociedad- <em>todos</em> jugamos.</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">En la obra de Santiago Sierra -incluso en sus piezas más ingenuas- reside una fuerza desmanteladora muy potente; o por lo menos, siempre ha habido en ellas alguna posibilidad de derrumbe de la corrección política siempre en estado latente. Sin embargo, tanto en su obra, como –ahora- en su negativa también subyacen profundas contradicciones.</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Leamos con atención el primer párrafo de su carta. Tras agradecer a los profesionales del arte, de los cuales se excluye voluntariamente (detalle notorio el de marcar esta diferencia, un artista cuya bandera democrática debería partir de la igualdad) afirma que los premios se conceden como reconocimiento a un servicio (el arte para él está excluido de esta categoría bien que cuando conviene, se le reclaman "sus servicios"). Es por ello que resulta bastante curioso que su rechazo parta de este distanciamiento y de desmarcarse de una condición que le parece inferior: el artista es un ser superior que se sirve de una condición humana inferior que está eso sí al servicio del Arte: lo afirma fechando su misiva desde un marxismo bastante brumoso.</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Más interesante y rico en alusiones resulta el segundo párrafo. En el que afirma que el Arte (en abstracto) se le apareció (cual <em>holly spirit</em>) para concederle la Libertad de Artista. Para Sierra (quien se ha afanado en mostrar -y vender por todas partes- las condiciones de la miseria económica y moral del hombre dentro del capitalismo) el Artista acepta la Libertad como una "gracia" y no se ensucia nunca las manos, la libertad es un “don” divino que lava todas las acciones "artísticas" por las que gana el pan que lo alimenta a él y a su familia. Pero aún va más allá y en su discurso apela a un “sentido común” que le dicta desmarcarse del Estado que pretende “usufructuar” su prestigio de artista "serio".</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero veamos, ¿quién utiliza a quién? ¿No se trata de una relación simbiótica? Sierra fue el artista “oficial” en la Bienal de Venecia y su “polémica” pieza exigía un dni español (en todo caso un poquito más creíble y radical y menos oficialista habría sido que obstaculizara a los propios nacionales entrar, prohibiéndose la entrada a sí mismo, o mejor que rechazara como lo hace ahora representar a un gobierno tan descarado que saca provechoso del prestigio que le hace ganar (pero que al final es el que paga la cuenta del prestigio que reclama para él solo). Piensa que alguien puede creerle cuando afirma que el Estado no es él sino los <i>otros</i>. Sí los otros, todos los españoles y residentes (legales o ilegales) en España que con dni o sin él pagan los impuestos y que hacen posible que exista un presupuesto para el Arte inmaculado del que viven: los empleados de la cultura, pero también los curadores, los críticos, los funcionarios y los artistas iluminados. La carta no tiene desperdicio y llega al momento cumbre cuando afirma que el Estado actúa en beneficio de una minoría, y en la que por supuesto, omite decir que él forma parte de ella.</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Así como la decisión del Ministerio de otorgar el premio, posee razones que se sustentan en un <em>arriesgadísimo</em> sentido común: calidad, nacionalidad del artista, oportunismo político; también, los motivos del artista para rechazarlo tienen su justificación: es verdad que las políticas del Estado son erradas en muchos aspectos y busca con ansia legitimación, es cierto que las decisiones económicas trabajan más en beneficio de algunos y es lógico hacer el análisis y la crítica de dichas políticas. Pero el artista, por más que se empeñe en no quererlo, forma parte de <i>ese</i> Estado y es su instrumento, por lo que su trabajo desmantelador tendrá que ser un poco más riguroso e incluirse a sí mismo dentro del ejercicio analítico.</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Porque cuando Santiago Sierra paga un poco de dinero a un trabajador para que se deje tatuar una línea en la espalda revela una condición a la que él mismo no escapa cuando se le paga (un poco más de dinero) para que exponga las fotos o el vídeo de esos mismos “empleados” suyos y que lo convierten a él mismo en patrón y trabajador tatuado por una remuneración. Pues aunque ponga todo su empeño en negarlo –y en hacerse ciego- él tampoco escapa a su borgiana, escalonada e infinita pesadilla de <em>penetrados</em>.</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Si en lugar de ponerse por encima de todo, el artista hubiera asumido de manera más humilde una condición a la que nadie –ni él mismo- escapa, la negativa a aceptar el premio sería congruente. Si en lugar de argumentar el rechazo con el autoelogio, esgrimiera la condición humilde de todos aquellos seres anónimos que han trabajado para él y para su “lucrativo” proyecto “desmantelador” de la condición de “esclavitud y servidumbre”, rescataría algo de la dignidad y de la credibilidad que perdió desde que su rotundísima “negativa” “adornara el<i>hall</i> de entrada de la última feria de las vanidades galerísticas.</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">En este "juego" el único ganador ha sido el premio mismo: un <em>boomerang</em> solitario que ha cortado dos cabezas de tajo, y que tienen más rasgos en común de los que ambas se animan a reconocer. Pues, si la institución ha caído en la propia trampa de su contradicción política, el ego le jugó una mala pasada al artista y nos lo ha mostrado como un ser incapaz de autocrítica y de la puesta en duda de su propio ejercicio artístico; que se cree elevado por encima de todo lo humano –incluso de la materia con la que ha moldeado algunas de sus obras más escatológicas.</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Resulta penoso y triste que un artista con tanto talento para llevar a cabo proyectos tan arriesgados no haya sabido encontrar una manera de rechazar el reconocimiento que ayudara a reforzar su trabajo “desmantelador” o que por lo menos no lo dejara como un emperador vestido con las galas de un palidísimo traje de carne ególatra.</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">A estas alturas, poco importa si la carta fue o no enviada al Ministerio de Cultura, si es o no oficial. Aunque se trate de una estrategia o una broma del artista: supone una puesta en evidencia. Y tanto el premio como su rechazo resultan una materia invaluable para el análisis y la crítica de las grietas por las que se precipitan tanto las formaciones discursivas del arte como sus políticas, y en donde todos -quiérase o no- jugamos un papel.</span></div></div></div>Carloshttp://www.blogger.com/profile/09030167925425570704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2661664542310147609.post-5374174692905239742010-11-04T11:42:00.000-07:002011-05-14T12:37:54.646-07:00PIPAS EN LA TATE*: A PROPÓSITO DE JOSE LUIS BREA -<div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 85%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 15px;">Javier González P.</span></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 14px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Originalmente en <a href="http://salonkritik.net/10-11/2010/11/pipas_en_la_tate_a_proposito_d.php#more">salonKritik</a></span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmWjFJO2OUsBJ0aQfDtrUOL8enoRwXTbVYutGpfY8rEO67FEnG0jlp9OK4QYUnn0j4Mi73XMqbfe4lYnNsGV3bjhmZE_zTq_eAc0nUYyMHsGPzLxSkdrpKQwBTE4lx0pjfsxjaGB42ZSrY/s1600/jos%25C3%25A9+lu%25C3%25ADs+brea.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmWjFJO2OUsBJ0aQfDtrUOL8enoRwXTbVYutGpfY8rEO67FEnG0jlp9OK4QYUnn0j4Mi73XMqbfe4lYnNsGV3bjhmZE_zTq_eAc0nUYyMHsGPzLxSkdrpKQwBTE4lx0pjfsxjaGB42ZSrY/s400/jos%25C3%25A9+lu%25C3%25ADs+brea.jpg" width="400" /></span></a></div><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 14px;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-size: 16px;">En uno de sus textos, <a href="http://salonkritik.net/09-10/2010/04/nuevas_complejidades_en_las_ec.php">“Nuevas economías del entretenimiento":</a> el ‘efecto Tate’”, José Luis Brea tomaba la Sala de Turbinas de la Tate Gallery para mostrar cual es la actual lógica que rige el mundo del entertainment cultural. Tal lógica quedaba cifrada en la invitación que se le hacía al visitante-turista a un fracaso: el de su propio entretenimiento.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 100%;">Amparada en dos lógicas simétricas, aquella que le invita a asistir a eventos culturales como promesa de entretenimiento, y aquella otra dinámica por la cual, casi al instante, se reconoce como solemnemente aburrido en su ‘experiencia artística’, la industria cultural ha devenido en la actualidad un simulacro de saber y de poder que tiene en una ideología, la estética, su arma más poderosa.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 100%;"><br />
Incluso Brea dictamina que la calidad de la obra, de lo allí expuesto, toma el baremo de la capacidad que ésta tiene para “fracasar suficientemente en entretener”, al tiempo que ha de inducir en el público la impresión de que “no lo es -entretenimiento –porque no quiere serlo”, de igual manera que es precisamente en ese no-ser-entretenimiento donde “se agazapa la clave que le conduce hacia un saber –hacia una inteligencia del sentido- de superior altura crítico-política”.</span></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 100%;"><br />
En el límite, está la obra de Miroslaw Balka; en ella, sigue Brea, “el efecto de autocuestionamiento no se dirige a ningún operador externo sino que es reconstruida minuciosamente como el propio objeto de lo mostrado: digamos que lo expuesto es únicamente la misma lógica de la mostración/ocultación a lo que allí sucede queda sometida”.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 100%;"><br />
Es decir, y en pocas palabras, después de ser sometido el ciudadano medio a un torbellino de informaciones sobre lo suntuoso de la cosa –la cosa es la cultura, lo artístico, ese ámbito de lo aún elevado a tótem elitista que separa a los que saben de los que no saben- descubre, dentro de un ensimismado cinismo abotargado, que nada le ha sido devuelto como recompensa a su esfuerzo. Vamos, que se ha aburrido soberanamente.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 100%;"><br />
Y hacía ahí, hacia el desenmascaramiento de las complejas formaciones discursivas que prometen precisamente aquello que más tarde niegan, es hacia donde se ha de dirigir una crítica solvente, una crítica que desenarbole el primado de la actual, en palabras de Rancière, ideología estética. Desmantelar críticamente el entrando de saber/poder que rige hoy en día el mundo de la cultura para producir unas subjetividades no encauzadas en el redil del onanismo hedonista que no es más que un fútil e impotente “verse pasar”, hacer patente la necesidad otra de construir espacios de autoreflexividad donde el espectador se sepa parte activa y vinculante: esa y no otra ha de ser la labor de la crítica y, por ende, del propio arte.</span></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 100%;">Si Brea traza una línea de pensamiento crítico que va del tobogán de Carsten Höller –demasiado triunfante al ser demasiado obvio que era entretenimiento- al cubo negro de Miroslaw Balka, la actual obra allí expuesta, “Sunflower Seeds” de Ai Waiwai, no vendría sino a ser el epílogo perfecto para un discurso crítico tan certero como siempre.</span></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 100%;">Un mar de pipas, toneladas de pipas amontonadas, es la diversión al que un espectador/turista -no tan accidental- se enfrenta en la perfecta explosión de la inanidad perceptiva. Y, por si esto fuera poco, a los dos días de su apertura al público, y pensada como estaba para que el espectador se pasease por ella, fue cerrada por institucionales motivos de salud. Parece ser que el artista no pensó en el polvillo de cerámica que la fricción de las pisadas causaba en las pipas y la obra tuvo que ser protegida de la interactuación del público. En pocas palabras: aquello que apenas quedaba de lo prometido, el poder al menos disfrutar de un paseo divertido por unas pipas de porcelana que venían a autojustificarse como obra de arte, quedaba prohibido para el público.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 100%;"><br />
Acudir solemnemente al templo del divertimento y del ocio, llegar a las puertas de la meca del turismo cultureta, del frenético saber que simplemente “ve pasar” de fracaso en fracaso, para, a fin de cuentas y, quizá ya por fin, no ver nada, no sentir nada, no experimentar nada, nada más que unas cuantas toneladas de pipas de porcelana esparcidas amontonadas a dos metros de distancia, indiscernibles al ojo, como una tupida alfombra grisácea que tapa precisamente aquello que, se nos dijo, disfrutaríamos como enanos. Sí, definitivamente el arte tiene estos gestos de paradójica sabiduría, de teleológica negatividad al servicio de aquello que solo debe preocuparle: su destino y, con él, el nuestro propio.</span></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 100%;"><br />
Replegado en su propia hipervisibilidad, recluido en la sospecha que alienta detrás de los medios de reproducibilidad técnica, el arte se somete a su propio destino y se ejercita en crear fallas que desbaraten su asimilación como producto listo para consumir, en delinear diferencias que desbaraten el sometimiento que las diferentes industrias culturales aplican sobre el arte.</span></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 100%;">Si hay algún lugar hacia el cual la crítica deba dirigirse con urgencia es hacia el mismo centro en donde perdurará el legado de un pensador como Jose Luis Brea: la crítica, la labor responsable del hecho artístico, ha de ser la de proporcionar lugares para el autodiscernimiento mutuo, para la puesta en escena de un saber que solo nacería de nuestros propios movimientos, siempre nómadas y diferidos, y que vendría a generar el marco necesario para el surgimiento de una nueva arquitectura del hecho público: aquel que, dice en otro texto, “cada vez adopta más la forma de un inconsciente maquínico, de una pura memoria_RAM, de una estructura en rizoma en la que todo efecto de verdad, o valor del saber, es el resultado de la confrontación, en su espacio abstracto y exteriorizado, de, virtualmente, cada uno de los enunciados y teorías con todos los otros, en ese mismo domino público”.</span></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 100%;">En esa misión, la Sala de Turbinas de la Tate ayuda tanto como enmascara, seduce tanto como miente. El “efecto Tate” es el contraefecto sutilmente planeado, quién sabe si por el propio arte, para mantener la hegemonía de la recientemente asentada ideología estética. En ella, el arte alardea de sus propias magnitudes alcanzadas, pero sin permitir emerger las potencialidades inherentes y silenciadas para el propio arte.</span></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 100%;">En la era de la dysneilanización telemática y global, el discurso que construye el hecho artístico asume para sí ese mismo pathos infantiloide y banal en cuanto en tanto promete aquello justo que sabe es imposible de dar: entretenimiento. Quizá sea solo una etapa más, la penúltima, de la histriónica negatividad que recorre al propio concepto de arte durante toda su historia, pero, aquí y ahora, la sutilidad del entramado ideológico es de tal calado y profundidad que, justo por eso, el arte centellea cegadoramente en esos precisos instantes en que más arrinconado se encuentra.<br />
Quizá por eso, y hasta aquí, no hayamos hablado mucho de las pipas, de la emotiva profundidad de cada una de las diferentes capas de significado que genera, de cómo la obra, en el silencio grisáceo de su no-dejarse-ver, explosiona en un mar multiplicado de alegorías y de metáforas.</span></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 100%;">Y es que, pensamos, el propio arte trasciende sus propias estructuras prefabricadas y, en vez de dejarse manosear en la grandeza postconceptual de una obra de verdadero calado (más aún cuando su inauguración coincide con una Frieze Art Fair cuya misión es rescatar al mercado del ‘arte’), lo soberbio de las más de 150 toneladas de pipas es que muestra precisamente lo que al arte le hacen callar o, también puede ser, lo que al arte no le es posible decir: que no hay promesa alguna, que no hay nada que ver ni, mucho menos, que experimentar, y que nada de todo lo que suceda entre sus cuatro puertas tiene, o debe tener, nada que ver con el divertimento de la gran masa.</span></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 100%;">Señalar el lugar ya vacío de un efecto de superficie renuente a dejarse desvelar, indicar la inmanencia de una actividad, la artística, que sobrepasa los límites de cualquier obra y que se afana por ir más allá de su propio destino a través de la contraestrategia de dejarse apoderar en manos de utilitaristas de reconocido prestigio. Y, en definitiva, poner en suspenso la fe en el arte, ese mastodóntico edifico ideológico levantado como maquinaria deseante, reestrategizada a cada instante por microefectos discursivos de poder. Porque solo así, solo descreyéndose de la fe autoimpuesta en el arte, puede la crítica resolver las paradojas que tensionan al propio arte desde su mismo núcleo.</span></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 100%;">Así pues, si el destino del arte es siempre su “gran otro”, si la negatividad siempre escondida de su propio concepto es lo que le guía el paso, la labor crítica debe de sumarse a ese detournement, a esa discursividad paralogística y trazar siempre una topología de las diferencias donde lo que se construya sea, precisamente, aquello que las actuales políticas culturales dan por hecho a través de un enmascaramiento y travestismo del propio hecho artístico: un reordenamiento de las prácticas discursivas que sea capaz de potencializar una construcción de lo público y lo político comprendidos ambos como renegociaciones de las formas en que, hasta hora, se ha constituido la colectividad.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 100%;"><br />
Valga por tanto este breve texto para, al hilo de la obra de Ai Waiwai en la Sala de Trubinas de la Tate, dejar constancia de la deuda que la crítica artística y cultural tiene para con un hombre, Jose Luis Brea, cuyo legado más importante es habernos indicado el camino a seguir y el alertarnos del tiempo, quizá irrepetible, que apenas acaba de abrirse a nuestros pies.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 100%;"> * Ai Waiwai: "Sunflower seeds"</span></div>Carloshttp://www.blogger.com/profile/09030167925425570704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2661664542310147609.post-40593645312654803362010-10-24T05:41:00.000-07:002011-05-14T12:40:02.627-07:00El acuerdo (Un ejercicio de etimología-ficción)<div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Daniel González Dueñas</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Originalmente en <a href="http://salonkritik.net/10-11/2010/10/el_acuerdo_un_ejercicio_de_eti_1.php#more">salonKritik</a></span></div></div><div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 32px;"></span><br />
<div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 32px;">La etimología-ficción no se circunscribe a las reglas de la lexicografía o la lingüística comparativa —aunque no las ignora—: va más allá en busca de relaciones de mayor profundidad que las aceptadas por la lógica y la lengua histórica. Su inventor es sin duda Píndaro, que solía introducir etimologías creativas para congraciarse con sus mecenas; más tarde Plutarco utilizó etimologías basadas en fantasiosas semejanzas con los sonidos (la fonética es tan esencial en la etimología-ficción como lo es en la música). Ya Isidoro de Sevilla, en su <em>Etymologiae</em> (año 630), se dio cuenta de que buscar las raíces de las palabras es ir en pos de las “primeras cosas”, y termina muy pronto por ser —apenas se incursiona en ese camino menos como el etimologista académico que como el poeta— una búsqueda de las “primeras causas”: es en este nivel que se relaciona con la teología, el hermetismo y la mística más que con la “ciencia de las palabras”. Estos primeros poetas estaban convencidos (tanto como lo está la etimología-ficción) de que en las raíces de las palabras se halla escrita la historia natural del universo. Los filólogos hablan, con condescendiente paternalismo, de una “etimología popular” (silvestre, sin bases científicas o rigor académico); mejor llamarla etimología-ficción para reconectarla con sus raíces y hacer homenaje a Píndaro, Plutarco, Plinio, Aulo Gelio e Isidoro: sólo en ella se encuentra lo <em>etymologicum genuinum</em> (como ambiciosamente se llama aquella enciclopedia gramatical editada en Constantinopla en el siglo XIX), que es otro de los nombres de Dios.</span></div><div id="a005436more"><div id="more"><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 32px;">En alguna parte Borges habla de un “resultado que se acuerda con la opinión de Schopenhauer”. Revelador uso de “se acuerda con” en el sentido de “guarda acuerdo” o “concuerda”. Porque bien puede trasladarse a la otra acepción, la más común, la de acordarse en el sentido de recordar. “Me acuerdo de aquel momento”, entonces, correspondería a “concuerdo”, a “consigo acordar con ese momento”. ¿El recuerdo es un concuerdo? ¿Y un concordar con qué? ¿Mi ansia de hacer memoria logra un acuerdo con el pasado y de ahí que consiga recordar?</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 32px;">Concordar es tirar cuerdas en ambas direcciones, como en un navío a punto de tocar puerto. Estoy en acuerdo con alguien cuando sostengo la cuerda que me tiende a la vez que él acepta la que yo le envío. Es entonces que se tienden las cuerdas, se unen y hay “acuerdo”. En esta última expresión resuena también la palabra latina <i>corda</i>, plural de <i>cor</i>, “corazón”: lanzo una cuerda desde mi corazón y recibo una que proviene de otro corazón. Un acuerdo se da, en primer término, entre corazones. En sí la palabra implica que ese encuentro es cordial, o no habría acuerdo.</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 32px;">Acordarse, entonces, es un acto cordial. Re-cordar es <i>pasar de nuevo por el corazón</i>. Se equivoca, pues, quien sitúa a la memoria en el cerebro. Es el corazón el que recuerda porque sólo él puede lanzar una cuerda (diríase una vena) hacia el pasado y conectarse con otro corazón, o con un momento cordial, o con una imagen que se tiende hacia nosotros como una cuerda. Las cuerdas tendidas hacia el pasado sugieren la imagen de un acróbata en la cuerda floja. Todo el que busca un acuerdo se arriesga a caminar por la cuerda tendida de un corazón a otro. Y más aún quien se acuerda. De ahí que Proust, el gran acróbata, pasara tanto tiempo rastreando sus sensaciones, es decir, detectando aquellas cosas del mundo que al pasar le lanzaban cuerdas al corazón.</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 32px;">Porque —hay que insistir en ello— no basta con recibir la cuerda: hay que lanzar una idéntica en la misma dirección, o no será posible el cruce sobre el Niágara. Ambos lanzadores, luego de unir las cuerdas, comienzan a cruzar y se encuentran a mitad de camino, en el punto de mayor vértigo, de mayor posibilidad de caída, de mayor necesidad de virtuoso equilibrismo. El corazón, pensó una vez Carson McCullers, es un cazador solitario, pero antes que eso es un acróbata que se encuentra con otro a mitad de la cuerda floja, <i>ahí en donde no hay vilo mayor</i>. Y si es un cazador es porque su presa es el vértigo mismo: el vilo mismo. No hay otra <i>cordura</i>, ni otra cuerda ni otro acuerdo.</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 32px;">Se recuerda con el corazón, y además recordamos solamente los momentos en que <i>hubo corazón</i>, o los seres y las cosas que “en su momento” nos lanzaron una cuerda de su corazón. Decir que somos memoria (que la identidad está en el recuerdo de nosotros mismos) es decir que somos corazón: uno que sólo late si tira cuerdas en todas direcciones para, en ese acto reflejo y complementario, recibir las cuerdas que el mundo sin cesar le tira y le propone.</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 32px;"><i><span class="Apple-style-span">En todas direcciones.</span></i><span class="Apple-style-span"> No hay solamente acuerdos “horizontales”, como en el cruce sobre el Niágara (del pasado al presente, del aquí al allá, del Yo a lo Otro), sino también un cruce “vertical”. La fórmula sursum corda significa literalmente “arriba los corazones”, y la liturgia católica lo vierte al español como “levantemos el corazón”. Toda cuerda (toda vena) que lanzamos al mundo concuerda con otra que se nos lanza en exacta reciprocidad, en una búsqueda, <i>desde ambas partes,</i> del enorme —cósmico— acuerdo total.</span></span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 32px;">*</span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 32px;"><span class="Apple-style-span">Coda.</span><span class="Apple-style-span"> La hermosa pieza teatral del peruano Alonso Alegría<i> El cruce sobre el Niágara</i> (estrenada en 1969) se basa en la vida del equilibrista francés Charles Blondin (nombre artístico de Jean-François Cravelet), célebre en el siglo XIX por haber cruzado en varias ocasiones una inmensa cuerda floja tendida sobre las Cataratas del Niágara (un recorrido de 335 metros a cincuenta metros de altura), la última llevando en vilo a su socio, agente y asistente, Henri Colcord. En la pieza de Alegría este último se llama Carlo y es un admirador que reprocha al acróbata el haber convertido su trabajo en mero espectáculo comercial y rutinario (como la repetición no era suficiente reto, Blondin añadió en cada cruce un mayor desafío: con los ojos vendados, dentro de una bolsa, arrastrando una carretilla, con zancos, e incluso tomando asiento a mitad de camino para cocinar una <i>omelette</i>). De esta confrontación surge un primer <i>acuerdo</i>: Blondin cruzará una vez más la cuerda floja sobre las rugientes cataratas, esta vez con Carlo a cuestas. La metáfora es clara y contundente: Blondin acepta la cuerda que le tiende Carlo, y este último, a la vez, recibe la que le lanza Blondin. Uno lleva en los hombros al otro, lo que no contradice, sino afirma, el hecho de que su encuentro verdadero, el más profundamente <i>humano</i>, se da a mitad del recorrido, en ese punto que ya no pertenece a la mitad de Blondin, ni a la de Carlo, puesto que es la tierra de Nadie. Porque aun existe otro desafío, el que verdaderamente representa el mayor reto de sus vidas y en el que Alegría centra la pieza (como recibiendo la cuerda que le tiende Blondin desde el pasado insondable); este punto comienza con una observación de Carlo, que se ha dedicado a observar todas las actuaciones del funambulista por medio de un catalejo: “...el alambre a veces brilla con el sol y no se ve. Sólo se le ve a usted, parado sobre el vacío, caminando en el aire casi...”. Carlo no está dibujado como un ingenuo sino como un apasionado estudioso de las técnicas de equilibrio, las leyes de gravedad y el <i>arte de los vilos</i>, y es desde estos contextos que afirma a su maestro el verdadero <i>acuerdo</i>: con suficiente entrenamiento físico y mental, Blondin podría ser capaz de caminar en el aire “sin alambre, sin pértiga, sin peso ni nada”. Blondin y Carlo se fusionan en un tercer personaje, al que el maestro llama “Icarón”, el único que será capaz no de volar sino de caminar en el aire. Los últimos parlamentos de la pieza son pronunciados justamente a mitad del recorrido, en el punto medio de la cuerda floja, en el intersticio de Nadie:</span></span></div><div style="color: black; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"></div><blockquote style="line-height: 24px;"><br />
<div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 32px;">Carlo: “¡Nos vamos juntos, Blondin, caminando en el aire! ¿Quiere?”</span></div><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 32px;"><div style="text-align: justify;">Blondin: “¡Sí!”</div><div style="text-align: justify;">Carlo: “¡Caminando hasta el sol, Blondin! ¡Hasta el sol!”</div></span></blockquote><div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 32px;"><br />
</span></div></div><div style="color: black; font-family: Verdana, Arial, sans-serif; font-size: 11px; font-weight: normal; line-height: 24px; margin-bottom: 10px; text-align: justify;"></div></div></div></div>Carloshttp://www.blogger.com/profile/09030167925425570704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2661664542310147609.post-43835778924222327792010-10-17T13:40:00.000-07:002011-05-14T12:42:17.668-07:00Retirada editorial para la retirada sostenible<div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="Apple-style-span">El siguiente texto ha sido encontrado en la web </span><a href="http://esferapublica.org/nfblog/"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span">esferapública</span></span></a><span class="Apple-style-span">, en la entrada </span><i><span class="Apple-style-span"><a href="http://esferapublica.org/nfblog/?p=11847"><span class="Apple-style-span">Montaige Y El "critical Thinking": La Escritura Como Formato Universal</span></a></span><span class="Apple-style-span">, </span><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span">que hacía referencia a un ensayo rechazado por el jurado de un premio so pretexto de considerarse lector inadecuado.</span></span></i></span></div><div style="text-align: justify;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-style: normal;"><br />
</span></i></div><div><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></span></span></i><br />
<h3 class="post-title" style="color: #cc6600; line-height: 1.4em; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0.25em; padding-bottom: 4px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: justify;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small; font-weight: normal;">Retirada editorial para la retirada sostenible</span></span></span></i></h3><div style="text-align: justify;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 29px;"><br />
</span></span></span></span></i></div><div><div style="text-align: justify;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="color: black;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></span></span></i></span></span></span></span></i><br />
<div style="display: inline !important;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="color: black;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 29px;"><a href="http://chipcheapness.blogspot.com/2009/08/retirada-editorial-para-la-retirada.html#leyeditorial" style="text-decoration: underline;">1. Ley editorial</a></span></span></span></span></i></span></span></span></span></i></div></div><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 29px;"></span></span></span></span></i><br />
<div style="text-align: justify;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 29px;"><span class="Apple-style-span" style="color: black; line-height: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></span></span></i></span></span></span></span></span></i><br />
<div style="display: inline !important;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 29px;"><span class="Apple-style-span" style="color: black; line-height: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 29px;"><a href="http://chipcheapness.blogspot.com/2009/08/retirada-editorial-para-la-retirada.html#indices" style="text-decoration: none;">2. Indices e índices automáticos - la ilusión emancipadora</a></span></span></span></span></i></span></span></span></span></span></i></div></div><div style="text-align: justify;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 29px;"><span class="Apple-style-span" style="color: black; line-height: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></span></span></i></span></span></span></span></span></i><br />
<div style="display: inline !important;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 29px;"><span class="Apple-style-span" style="color: black; line-height: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 29px;"><a href="http://chipcheapness.blogspot.com/2009/08/retirada-editorial-para-la-retirada.html#circulacion" style="text-decoration: none;">Apéndice 1: Bertalanffy, la red, sistemas de circulación de la circulación</a></span></span></span></span></i></span></span></span></span></span></i></div></div><div style="text-align: justify;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 29px;"><span class="Apple-style-span" style="color: black; line-height: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></span></span></i></span></span></span></span></span></i><br />
<div style="display: inline !important;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 29px;"><span class="Apple-style-span" style="color: black; line-height: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 29px;"><a href="http://chipcheapness.blogspot.com/2009/08/retirada-editorial-para-la-retirada.html#extension1" style="text-decoration: none;">Apéndice 1: Extensión: Variaciones enteramente subjetivas</a></span></span></span></span></i></span></span></span></span></span></i></div></div><div style="text-align: justify;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 29px;"><span class="Apple-style-span" style="color: black; line-height: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></span></span></i></span></span></span></span></span></i><br />
<div style="display: inline !important;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 29px;"><span class="Apple-style-span" style="color: black; line-height: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 29px;"><a href="http://chipcheapness.blogspot.com/2009/08/retirada-editorial-para-la-retirada.html#jeanneney" style="text-decoration: none;">Apéndice 2: Jean-Noël Jeanneney desafía a Google</a></span></span></span></span></i></span></span></span></span></span></i></div></div><div style="text-align: justify;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 29px;"><a href="http://chipcheapness.blogspot.com/2009/08/retirada-editorial-para-la-retirada.html#extension2" style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="color: black; line-height: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"></span></span></span></i></span></a><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"></span></span></i></span></span></span></span></i><br />
<div style="display: inline !important;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 29px;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; font-style: normal;"><a href="http://chipcheapness.blogspot.com/2009/08/retirada-editorial-para-la-retirada.html#extension2" style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 29px;"></span></a><a href="http://chipcheapness.blogspot.com/2009/08/retirada-editorial-para-la-retirada.html#extension2" style="text-decoration: none;"><span class="Apple-style-span">Apéndice 2: Extensión: Factores sesgados críticos (o factores críticos sesgados)</span></a></span></i></span></span></span></span></i></div></div></div><div><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 29px;"></span></span></span></span></i><br />
<div style="line-height: 1.6em; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 29px;"><br />
</span></span></span></span></i><br />
<i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 29px;">1. <a href="" name="leyeditorial"></a>Ley Editorial</span></span></span></span></i></div><div style="line-height: 1.6em; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 29px;">Si la sociedad es un proceso para un trazado no aleatorio de los vínculos entre los seres humanos, la amenaza de la desintegración que se percibe sobre todas las formas conocidas de agrupaciones humanas, tanto como la ausencia de agrupaciones humanas cohesionadas por relaciones distintas a las derivadas de la mera densidad, hacen de la sociedad un proceso en permanente equívoco. Si la sociedad es un proceso para un trazado no aleatorio de los vínculos entre todos las entidades, animadas o no, que hacen parte de un sistema, entonces el hombre tendrá que acotar su capacidad unilateral de depredación y la noción de procesos centrados únicamente en el interés del ser humano (o modificar sus intereses). Un parámetro necesario en el proceso consiste en acotar los eventos de depredación al mismo tiempo que examinar la razón para no extender este principio a las otras entidades. El hombre debe conservarse a sí mismo tanto como a todo lo que le rodea. O tal vez no.<br />
<br />
Es aparentemente paradójico el que llegados a un momento particular de la imaginaria línea del tiempo que ordena los eventos de la percepción humana, en donde el antes envisionado poder de la opinión pública parece hoy irrevocablemente quebrantado, no cesen de aparecer los síntomas de una permanente lucha por el control de los mecanismo de modelado social de la opinión pública.<br />
<br />
Aparente, porque no excluye la posibilidad de plantear, entre varias, dos conjeturas de aspecto consistente: el que la opinión pública ha sido transitoriamente despojada del poder que alguna vez le fue conferido, despojamiento que se habría realizado inicialmente a través de los recursos brutales de la aniquilación y la intimidación, y luego, mediante una amalgama con los más sutiles medios del engaño, para alcanzar un estado final y permanente de “falsificación” sistemática (o estado de suspensión inducida) con escasas fisuras o intermitencias de “contrafalsificación”. En tanto su estado sería uno de permanente ilusión, serían necesarias cantidades constantes de energía para estrechar las fisuras del engaño y mantener el estado de suspensión requerido para el “goce” de su plena continuidad. El estado final del proceso de falsificación sin opción de contrafalsificación habría sido la posibilidad irrestricta del falsificador para diseñar e inocular en el centro social la ley de la edición, o ley editorial. Otra conjetura consiste en conceder que la opinión pública ha participado en el modelado de los mecanismos de su propio control, adecuándolos a una forma de sometimiento específica (protocolos de consumo) que habría nacido simultáneamente con el momento de su advenimiento. Son desarrollos no excluyentes y que la opinión pública falsificada (o contrafalsificada) ha convenido en depositar en los filtros editoriales que le modelan.<br />
<br />
Surge la pregunta por el interés en la administración del poder de la opinión pública, como una manera de verificar que el poder latente anticipado acaso ya desde hace siglos es, de cualquier forma, un poder real cuya fuerza debe orientarse en uno u otro sentido. Cuando se preveía el advenimiento de una opinión pública que pudiera modificar los esquemas de opresión de los regímenes sociales de administración por autoridad se desconocían las formas de adaptación que habrían de adoptar los sistemas de autoridad para modelar la recién llegada entidad. Vivimos en una libertad autoritaria cuyos límites pueden ser puestos a prueba en el momento de renunciar a ella.<br />
<br />
La creencia en que los adelantos tecnológicos suministrarían al hombre los medios para realizar las vías de una renuncia –o emancipación verdadera, o contrafalsificación- permanece sorprendentemente activa, aun cuando los hechos parecen indicar que una vez impuesto el parámetro del control editorial, o ley editorial, los adelantos del pasado no serán capaces de producir las condiciones para la emancipación esperada. En cambio, el estatuto del intercambio, entidad verdaderamente activa, concede la ilusión de la emancipación en alto grado, porque ha encontrado en ella la posibilidad de su propia permanente perpetuación al tiempo que sumerge con mayor eficacia los adelantos bajo un tejido de parámetros propicios a su paradigma. La retirada editorial debe ser vista como la insubordinación envisionada y hasta ahora permanentemente aplazada en contra de la ley editorial que inocula en la opinión pública la creencia de que ella es idéntica a la percepción de si misma que le es suministrada, una autopercepción que ha sido modelada a partir de minúsculas operaciones que se repiten a la velocidad que garantiza la ilusión de la continuidad: intervenciones a veintidós cuadros por segundo, durante todos los segundos de un día, durante todos los segundos de una vida humana.<br />
<br />
Así, la sociedad, es decir, el proceso de trazado de los vínculos entre las diversas entidades (cuya definición no se extiende por ahora más allá del ser humano) está sujeta a un estado de plebiscito adulterado permanente, mecanismo de modelado circular que consiste en mostrar a la opinión pública la proyección a veintidós cuadros por segundo a la que ella misma cree que quiere acomodarse, modificando imperceptiblemente los parámetros de proyección entre cada dos cuadros, hasta llegar a la satisfacción plena de la imagen de mejor acomodo o de menor conflicto. La ley editorial se orienta bajo la imposición fácil del principio de menor conflicto, que presume –con verdadera causa- que entre todas las versiones posibles, tendrá siempre mayor probabilidad de ser aceptada la versión de menor conflicto. Cada mutación de opinión sucede bajo ese plebiscito finamente sesgado por el filtro editorial, que adquiere a su vez el grado de consenso o filtro legítimo gracias al modelado que efectúa sobre el sistema subordinado que le juzga. La opinión pública es modelada a través de la imagen que bajo plebiscito permanente se le ofrece a través de los filtros de edición y que termina gradualmente ajustándose a la visión particular que el filtro tiene de lo que le resulta conveniente o deseable como espacio de lo público. En un ejercicio de omisión de esos filtros la opinión pública llamada inauditamente a participar de un horizonte editorial limpio, sentiría desbordada su capacidad de asimilar el horizonte editorial, evocando esta vez de manera personal, filtros provisionales que han venido inoculándose en su capacidad perceptora. La opinión pública es la materia sobre la que el maestro artesanoingeniero –el estatuto del intercambio y sus incisos- imprime su magistral falsificación.<br />
<br />
La falsificación muestra al menos uno de sus síntomas verificables cuando la experiencia ratifica el hecho de que tanto el trabajo manual como el intelectual –cuando sea que no esté al servicio del estatuto de intercambio- poseen una tendencia a ser cada vez peor remunerados, en tanto la especulación es el bien privilegiado de intercambio en el estatuto convenido.<br />
<br />
El quebrantamiento del poder de la opinión pública es una ilusión que a partir del predominio de ciertos filtros y efectos editoriales se da por legítima; es el efecto de un proceso editorial de sesgo a favor de la disolución de la opinión pública que consiste en traspasar al campo de lo público la creencia ciega en la inexistencia, debilidad e incapacidad de lo público. De esta manera se logra que la opinión pública perciba mermado el poder que verdaderamente posee. Este proceso puede señalarse como el punto de quiebre en donde el proceso editorial logra traspasar su visión específica de lo público al terreno real de lo público. Es el triunfo del ingenieroartesano.<br />
<br />
En su orden, las leyes de la sociedad son las leyes blandas: de opinión, modelado cultural, acción para la predictibilidad de la conducta y la imposición de las reacciones estandarizadas, las leyes duras o la ley del Estado, con su autoproclamado y probadamente falaz aparato de neutralidad en el orden de la justicia, y las leyes primarias, y su acción directa a favor de la desintegración física del disenso. La ley editorial es efectiva para prevenir el paso hacia otras territorios de leyes duras. Su segundo principio de operación consiste la sentencia: la realidad es idéntica a la percepción de la realidad.<br />
<br />
El temor que se le tiene a la opinión pública, que se expresa en el afán de la ley editorial por lograr su pleno control, es el temor a una insubordinación de los valores y modos de la percepción. Siempre existirá el riesgo de un contramodelado cultural, o la posibilidad todavía no prevista, por no estar desarrollada, de una suerte de inciso de opinión, una opinión pública ya no erigida a contracorriente pero tampoco actuando como el dictado del ingeniero artesano. Se trata de un espacio libre de toda ley-editorial y de toda posible replicación automática de filtros editoriales, una zona en la que lo público revitaliza su inercia y se transforma él mismo en ley, esto es en ausencia de toda posible manipulación y modelamiento editorial. Un horizonte editorial limpio convocado como ley. La opinión pública modelada no puede ser fácilmente aniquilada bajo el esquema de sociedad de estatuto de intercambio, pues es la opinión pública modelada –atraída por la posibilidad del ejercicio de la depredación ilimite del entorno proporcionada por el éxito social- la base motora de la sociedad de mercado; siendo la intimidación una antesala de la aniquilación, sólo el engaño, elevado a la categoría de falsificación legítima gracias a las leyes editoriales, se muestra efectivo para controlar la posible insubordinación de la opinión pública (resistente o no a la falsificación) sin hacer necesaria su completa aniquilación. Lo que no impide que en aquellos casos límite los filtros editoriales participen construcción de la ilusión de legitimidad en la desintegración de la opinión pública resistente al modelado, la opinión pública contrafalsificada. Aniquilada la opinión publica en masa, se detendría el flujo financiero y la ley editorial, instaurada también en el principio de menor conflicto, se vería a si misma forzada a entrar en un proceso traumático de instaurar un nuevo escenario social en donde supervivir. La sociedad contramodelada considera el éxito personal como un comienzo de ruina para la sociedad.<br />
<br />
Los filtros editoriales participan en la generación de percepciones para inocular en masas enteras de la población. La más reciente de las ilusiones es la percepción de la caducidad de todo proceso revolucionario. Inoculando la percepción de la caducidad, la revolución carece de fuerza propulsora. En este horizonte de percepciones editadas, aun permanece activa la pregunta de si la ley editorial ha generado una ilusión en donde coinciden la falsificación y la contrafalsificación. La revolución fracasa en el momento de la toma del poder.</span></span></span></span></i></div><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 29px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="" name="indices"></a></span><div style="line-height: 1.6em; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;"></div><div style="line-height: 1.6em; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">2. Indices e índices automáticos - la ilusión emancipadora</span></div><div style="line-height: 1.6em; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Technology will prevail: pasado el momento en que la sociedad de acumulación de excedentes y democratización de las necesidades e ilusión del bienestar haya sido extinguida por el impulso depredador vertido contra sí mismo, la memoria de unos cuantos fieles supervivientes servirá como soporte físico (en el colapso de la abundancia digital) para crear un archivo vivo de las relaciones que la desintegración -habiendo operado como una contrautopía en una sociedad de leyes sociales reveladas con claridad matemática- hizo desaparecer; en el marco de la contrautopia plenamente establecida, en el marco del deseo contrafalsificado, las personas serán llamadas como ejércitos de materia prima de memoria orgánica no electrónica disponible al servicio de la continuidad del monopolio y la depredación. Un puñado de personas habrán de liberar a los consorcios de la sentencia del olvido, almacenando en su memoria cada una de las propagandas y estribillos musicales que promueven su necesaria existencia; otros serán capaces de recrear, en los estudios posteriores a la constatación de la disolución de toda apariencia de bienestar del progreso, las poses idénticas de los modelos de la añorada y en el pasado floreciente sociedad del comercio. Los individuos serán el respaldo de los índices, estantes, libros y bibliotecas de memoria de propaganda requeridos para restableces el mundo del intercambio al instante previo al colapso. La sociedad del intercambio renacerá desde una acción de refundación realizada heroicamente por los sobrevivientes albaceas del conocimiento de los axiomas de la extinta sociedad de la concentración de excedentes y necesidades que divagarán bucólicos entre los campos contaminados o no, estériles o fértiles. Así, el mundo tecnológico será preservado.<br />
<br />
Todo intento por una acción de emancipación debe –o tal vez no- partir de una mas o menos clara noción de los vínculos que deben ser disueltos. El conjunto de estos vínculos o principios, a menudo tomados tan solo por síntomas de algún evento puntual singular, exceden una cualidad descriptiva trivial y constituyen la definición única y precisa de un momento dentro de la línea del tiempo.<br />
<br />
El modelo estadístico presume que estos principios son compartidos por eventos puntuales contiguos en una imaginaria línea del tiempo, que para todo evento singular en un segmento determinado de la línea del tiempo existirá otro evento singular de idénticas características en cualquiera de sus vecindades posibles. Así las singularidades se integran en segmentos de recta en la línea del tiempo, vinculados bajo principios descriptivos exhaustivos y moderadamente precisos.<br />
<br />
En otro modelo posible, se establecen vecindades para ciertos puntos singulares que contienen singularidades extrañas, abruptas: eventos puntuales en la línea del tiempo que parecerían responder a principios descriptivos distintos a los que caracterizan a las singularidades inmediatamente anteriores.<br />
<br />
Un tiempo intermitente sería una colección en donde los eventos vinculados bajo descripciones no triviales idénticas no son necesariamente contiguos. La mirada intermitente del pasado no corresponde estrictamente a un segmento continuo extendiéndose infinitamente a la izquierda de un punto de corte determinado en una recta, sino a una colección de segmentos de recta no contiguos o intervalos de recta separados entre sí. Los principios que hacen que estos distintos intervalos pertenezcan a una misma colección, más que los intervalos de tiempo en sí mismos, serían la nueva convención sobre la “naturaleza” del pasado. Dado que estos principios descriptivos se manifiestan en diferentes intervalos no conectados entre sí, y pueden por ende surgir en el presente, o en el futuro, puede decirse que son “atemporales”: el pasado puede estar potencialmente siempre presente, o manifestarse en el futuro.<br />
<br />
Según la intervención de diferentes colecciones descriptivas, la línea del tiempo del modelo estadístico se vería cortada en diferentes conjuntos de segmentos discontinuos. Las colecciones pueden ser complementarias o traslapadas par dar cuenta de una misma secuencia de eventos desde diversos principios [en “Teoría General de los Sistemas” Bertalanffy introduce la noción de sistema como una manera de sortear las limitaciones de los métodos científicos analíticos. Su enfoque no quiere reducir el espectro de lo observable a una ley física única, sino identificar, mediante la observación cuidadosa, las correspondencias entre las leyes en diferentes campos, lo que denomina isomorfismos entre leyes. Según los sistemas, son igualmente importantes como objeto de estudio los elementos de un campo, tanto como las relaciones que entre sí manifiestan, relaciones que el método analítico de descomposición por partes termina por ignorar: los sistemas así definidos, pueden ser relacionados bajo isomorfismos. La incapacidad de la ciencia clásica para dar cuenta de ciertos eventos se desprende –entre otros factores- de las limitaciones propias de los enfoques analíticos; al adoptar los enfoques de sistemas surgen nuevas posibilidades para el desarrollo matemático o descriptivo de nuevos campos, incluidos los campos sociales, y el estudio sobre la conducta humana).<br />
<br />
Parece existir, no obstante, una característica persistente –negativamente resciliente-en todos los diferentes órdenes posibles: la aspiración a un equilibrio estable e inmodificable. (Esta regularidad histórica, en términos de Bertalanffy y otros, corresponde una diacronía, o ismorfismo entre leyes sociales en diferentes momentos temporales). Con esta diacronía surge otra ley inevitablemente asociada: la ilusión de que la emancipación es posible y es necesaria.<br />
<br />
La ilusión de la emancipación es negativamente necesaria en un sistema que sin estar verdaderamente sujeto al riesgo de una emancipación real requiere de la ilusión como forma de supraordinación de un conjunto de individuos. Lo que pertenece al sistema como ley es la ilusión de una emancipación y no la posibilidad misma de la revolución; así, administrando esta ilusión, alcanza efectivamente los mecanismos de una permanente autoorganización negativamente resciliente.<br />
<br />
La administración de lo público –que incluye en las formas ulteriores de su desarrollo la pretensión de administrar todas las esferas en donde el ser humano tenga la menor probabilidad de realizar alguna actividad- acude a todos los mecanismos posibles para garantizar su perpetuación y continuidad. La continua defensa de la aspiración perdurable hace que todos los órdenes tiendan, con el paso del tiempo, a su expresión más extrema. Todos los órdenes son órdenes extremos realizados o prestos a su realización.<br />
<br />
En los medios para garantizar su permanencia, el orden extremo acumula las tensiones del cambio que tanto desea evitar.<br />
<br />
Nuestro tiempo, llámesele periodo de la esperanza en la sociedad del bienestar, o periodo del desencantamiento total, el “sistema” ha logrado instituir la ilusión de que el objetivo de la emancipación habría de ser el ejercicio irrestricto del derecho a la expresión. En tanto dicho ejercicio tiende aparentemente a manifestarse de manera irrestricta poyado en la apertura de los medios tecnológicos, el orden parece arrojar síntomas cada vez más claros de ser menos proclive al movimiento, de ser cada vez más permanente e inmodificable y de haber encontrado los mecanismos para que esa expresión, convenientemente engranda en los aparatos de consumo, afiance los mecanismos de perpetuación de los vínculos que se pretenden disolver.<br />
<br />
Una esperanza de emancipación, que opera también a favor del régimen (orden) vigente, consiste en creer que los espacios de expresión logran eventualmente inducir un cambio en el marco general del esquema que los suministra. Es un juego de azar de probabilidad mínima o tal vez nula. La apertura de los espacios digitales de expresión y asociación neutralizan con su poder administrativo los riesgos reales de una individualidad manifiesta más allá de los horizontes de la predictibilidad. Las plataformas electrónicas encierran el potencial y el impulso por hacer del ser humano un inventario predecible. En tanto existan en relación con el hombre, su propósito es orientar el acceso a una información acumulada de acuerdo a unos parámetros axiomáticos predeterminados. Dado que la axiomatización absoluta parecería únicamente posible en el espacio de la abolición del ser humano, la construcción de una forma ideal de acceso a la información acumulada se daría solamente en ausencia del ser humano. El índice axiomáticamente infalible exige digitalizar al usuario o extinguir al usuario no digital.<br />
<br />
En el curso de la digitalización absoluta del individuo, la red enmascara bajo la ilusión emancipadora la tendencia a reducir a las personas a piezas partícipes en el diseño y aplicación de la ley editorial que la red misma requiere para ejercer su zona de dominación. A través de la consignación y consulta de material digital –trivial o no trivial- en servidores remotos y del juego de los enlaces que satisfacen la fantasía de la pérdida de la linealidad, bajo la sombra de algoritmos secretos que dirigen los resultados de las búsquedas en los motores, la red traslada al usuario la carga y el costo laboral requeridos para construir y mantener su ley editorial: organizar los contenidos y jerarquizar los índices. Se trata de mantener el control del proceso lucrativo de indizar la información en tanto se le suministra al usuario supraordinado el espacio de ilusión en donde su derecho de expresión se percibe como relevante porque podría, eventualmente, generar una revolución. La transacción puede reducirse así: el sistema hace lucro sistemático del tráfico de individuos en la red proporcionando a cambio la ilusión de un disenso revolucionario.<br />
<br />
La noción de sistemas, que presenta como principal virtud una explicación posible a las limitaciones de los procesos analíticos, tiene la virtud de dar cuenta de las limitaciones de una ciencia mecánica, profetiza –acaso involuntariamente- una sociedad plenamente axiomatizada.<br />
<br />
El presente y su entorno de relaciones parecería indicar que lo que entendemos por mundo físico se aleja invariantemente de todas las formas posibles de axiomatización de la contingencia, y nos deja al final de una observación exhaustiva con una colección de hechos específicos –alguna vez presentados como ajustados a una normatividad o axiomática sintética-, y residuos de leyes en conflicto por sus contradicciones internas, contingencia en un estado puro vinculada únicamente por la memoria (extensión de los aparatos de percepción). La idea de una axiomatización total posible de la experiencia proviene, acaso, de la capacidad de inferencia, que provee al mecanismo capaz de realizar la ilusión de que es posible la explicación y predicción de la totalidad de los eventos aun cuando no hayan tenido la oportunidad de ser memorizados. Es esta ilusion, brindada a los individuos, la que acaso concluya con un sistema efectivamente capaz de lograr un estado de total predictibilidad. Los individuos, una vez en este nuevo horizonte, serán necesarios únicamente en la medida en que permitan la subsistencia de ese régimen totalmente ordenado, en donde cualquier varianza posible está dentro del espectro de lo que ha sido predicho, anticipando incluso lo que aparece como un brusca discontinuidad ante la percepción de las entidades confinadas en sistemas inferiores.<br />
<br />
La hipótesis de Whorf vincula las ilusiones mentales de un, acaso, mundo exterior con el lenguaje que las hace posibles. Las ilusiones mentales no son idénticas aunque en sus síntomas parezca que existen pruebas suficientes de aparente coherencia. La pretensión de la predicción se encuentra en la base del deseo de existencia de un núcleo común a todas las percepciones. La introducción de una agramaticalidad –cualquiera- establece una intervención directa en la percepción de un conjunto de relaciones –a las que podría transitoriamente denominarse realidad- a través de los cambios del lenguaje, variable de la que depende nuestra forma de organizar el conjunto de relaciones.<br />
<br />
De esta forma la ley editorial contrae el horizonte del lenguaje que se requiere para desmontar un cierto orden específico de un estado de cosas, y al hacerlo, de acuerdo a la hipótesis de Whorf, inhibe otros posibles desarrollos del pensamiento, es decir, la posibilidad de establecer otros modelos descriptivos de carácter aproximativo. El sistema, o la red de la ley editorial, moldea la percepción necesaria para lograr ser percibida.<br />
<br />
Los desarrollos de la tecnología digital incluyen y desbordan el desarrollo de la red. La tecnología digital marcha –y marchar es una palabra militante que bien describe la intencionalidad e intensidad del movimiento- bajo la pretensión de una total axiomatización de la experiencia y del conocimiento humanos. Un modelo descriptivo mental en donde tenemos en un extremo la contingencia pura de la ilusión como percepción estrictamente humana, y en el otro, sistemas axiomáticos de producción de conocimiento e ilusiones algorítmicamente generadas en serie, estrictamente tecnológicas. Todos los grados intermedios corresponden al encuentro de los dos modelos de pensamiento, el humano, cuyo reconocimiento se desprende del uso en el insondable tiempo pasado, y el tecnológico, aún en proceso de avance hacia un futuro también potencialmente insondable, diacrónicamente homologador.<br />
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Hasta ahora la única gran defensa de quienes se adscriben a la conservación de lo “puramente humano” descansa en las dificultades técnicas para entender, simular o superar la complejidad de lo que convenimos en denominar “nuestro pensamiento”. Sin embargo, en esas mismas dificultades técnicas se satisface la condición para el desarrollo de un pensamiento enteramente nuevo, un pensamiento digital de una nueva especie, capaz de generar ilusiones para ser experimentadas por sus formas de percepción específicas.<br />
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<a href="" name="circulacion"></a>Apéndice 1: Bertalanffy, la red, sistemas de circulación de la circulación</span></div><div style="line-height: 1.6em; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
En oposición a una forma analítica de proceder en la ciencia Bertalanffy introduce la noción de sistema, en donde un evento –dentro o fuera del marco de las percepciones de un mundo científico predecesor- no se caracteriza únicamente por sus componentes mínimos irreductibles, sino además, por las relaciones que estos elementos mínimos tienen entre sí. Los elementos pueden separarse entonces por cantidad (puntos), género (puntos blancos o negros) y posición dentro de un sistema (vínculos entre los puntos).<br />
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La “Teoría General de los Sistemas” que se extiende a diversas zonas del conocimiento, amplía el espectro de lo que se puede, en potencia, enunciar formalmente en el campo de la ciencia (genera un campo científico extendido), entendiendo por formalización potencial alguno de estos casos: su formalización estricta en el lenguaje de las matemáticas o una descripción cualitativa precisa en los términos de algún lenguaje conocido.<br />
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Una descripción cualitativa moderada es una tal que identifica exhaustivamente las variantes en tensión en una situación determinada, aunque no pueda establecer la forma exacta en que tales variantes participan para generar el efecto o sea incapaz de establecer formas para su medición precisa.<br />
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La “Teoría General de los Sistemas” irrumpe como un elemento para dar cuenta de las limitaciones de una ciencia analítica dominada por la certidumbre de la inferencia. Se aparta de la pretensión de reducir la predicción a una ley física –o biológica- única que de cuenta de todos los eventos posibles, y se concentra en buscar regularidades entre leyes que caracterizan diferentes campos del conocimiento considerados separados. La posibilidad de establecer estos paralelos, o relaciones entre diferentes modelos de leyes o conjuntos de principios (o conjuntos de axiomas) se conoce como isomorfismo (en el terreno de la historia y lo social, respectivamente, se aplican los conceptos de diacronía y sincronía). Los isomorfismos abrirían el camino para un campo científico unificado.<br />
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A partir del análisis de la máquina de Ashby, Bertalanffy propone dos condiciones para la definición del término “organización” conveniente. Un sistema está convenientemente organizado si posee entropía decreciente y capacidad creciente de flujo de información.<br />
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Otra de sus preocupaciones está centrada en los modos de organización de entidades complejas, o sistemas con muchos elementos con múltiples relaciones entre ellos, con énfasis en los problemas de autoorganización (conveniente). Aunque apenas se menciona la máquina de Turing, se propone una diferencia sustancial entre una máquina de Turing y un sistema. La máquina de Turing tiene una variable (la función) que es fija: dada una conjunción de estado interior y exterior, asocia un cambio único de estado en la máquina (nota: esta última afirmación requiere una extensión dado que existen máquinas de Turing de función variable y máquinas de Turing con cambios de estado probabilístico, llamadas máquinas de Turing estocásticas. Lo que aquí queda pendiente es aclarar si al momento del análisis de Bertalanffy se habían formalizado matemáticamente las máquinas de Turing estocásticas, y la pregunta sobre si estas máquinas son o no capaces de lograr una autoorganización conveniente –o no- en un entorno aislado). Los sistemas abiertos, que reciben entrada de otros sistemas, se oponen a la visión de sistema como máquina, afectando la invariabilidad de la función como elemento constante en la máquina de Turing. El sistema abierto o sistema con entrada es el único susceptible de realizar procesos de autoorganización.<br />
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La Teoría General de los Sistemas invoca la hipótesis de Whorf para mostrar cómo toda concepción de la ciencia (analítica o no, mecanicista o no) depende en última instancia de la relatividad lingüística. Este elemento unifica diversas variantes: percepción (registro) e inferencia. Propone un universo de relatividad lingüística en donde sólo es posible manipular a través de un proceso de inferencia aquello que puede ser aprehendido con el lenguaje. De allí que en el marco de la teoría de sistemas una modificación en el universo del lenguaje pueda derivar en nuevos espacios para formas de percepción e inferencia. Esta es la hipótesis de Whorf según cita que Bertalanffy hace de Fearing :<br />
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“que la creencia comúnmente sostenida que los procesos cognoscitivos de todos los seres humanos poseen una estructura lógica común que opera anteriormente a la comunicación e independientemente de ella es errónea. Juzga Whorf que son las pautas lingüísticas mismas las que determinan lo que un individuo percibe en el mundo y cómo lo piensa. En vista de que tales pautas varían ampliamente, los modos de pensar y percibir de grupos que utilicen distintos sistemas lingüísticos conducirán a visiones del mundo básicamente diferentes. (Fearing, 1954.)” (“Teoría General de los Sistemas”, Pág. 275. Fondo de Cultura Económica, México D.F. 2006. Traducción de Juan Almela)<br />
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A continuación, Bertalanffy exhibe nuevamente la hipótesis de Whorf:<br />
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“Ingresamos, pues, en un nuevo concepto de relatividad, según el cual todos los observadores no son guiados por la misma evidencia física hacia el mismo cuadro del universo, a no ser que se parezcan sus trasfondos lingüísticos... Segmentamos y organizamos tal como lo hacemos el ámbito y el correr de los sucesos, en gran medida porque, en virtud de nuestra lengua materna, participamos en un acuerdo de hacerlo así, y no porque la naturaleza misma esté segmentada de ese modo y todo el mundo pueda darse cuenta de ello. (Whorf, 1952, p. 21)” (“Teoría General de los Sistemas”, Pág. 275. Fondo de Cultura Económica, México D.F. 2006. Traducción de Juan Almela)<br />
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Finalmente, para no extender demasiado estas anotaciones, la introducción de la Teoría General de los Sistemas no se agota en el diagnóstico de los conflictos de la ciencia derivados del situar el poder de inferencia en el campo específico de la explicación y la predicción, y toma un riesgo interesante al desarrollar y trasladar una teoría de modelos al terreno de lo que tradicionalmente ha escapado al mundo científico: el individuo y la sociedad. Previendo que la sistematización de los modelos sociales y formas de conducta individuales puedan llevar a una administración de todas las formas humanas, Bertalanffy intenta una anticipación:<br />
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“EL PRECEPTO ULTIMO: EL HOMBRE COMO INDIVIDUO<br />
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Es concebible, sin embargo, la comprensión científica de la sociedad humana y de sus leyes por un camino algo diferente y más modesto. Tal conocimiento no sólo nos enseñará lo que tienen de común en otras organizaciones el comportamiento y la sociedad humanos, sino cuál es su unicidad. El postulado principal será: el hombre no es sólo un animal político; es, antes y sobre todo, un individuo. Los valores reales de la humanidad no son los que comparte con las entidades biológicas, con el funcionamiento de un organismo o una comunidad de animales, sino los que proceden de la mente individual. La sociedad humana no es una comunidad de hormigas o de termes, regida por instinto heredado y controlada por las leyes de la totalidad superordinada; se funda en los logros del individuo, y está perdida si hace de éste una rueda de la máquina social. En mi opinión, tal es el precepto último que ofrece una teoría de la organización, no un manual para que dictadores de cualquier denominación sojuzguen con mayor eficiencia a los seres humanos aplicando científicamente las leyes férreas, sino una advertencia de que el Leviatán de la organización no debe engullir al individuo si no quiere firmar su sentencia inapelable.” Teoría General de los Sistemas”, Pág. 82. Fondo de Cultura Económica, México D.F. 2006. Traducción de Juan Almela)<br />
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El problema radica en que una vez identificada una ley social, resulta imposible discernir si tal identificación se obtiene a partir de un descubrimiento o resulta de una invención que se hace pasar, a través de mecanismos efectivos de edición, por un descubrimiento. La teoría General de los Sistemas no preveé forma para que la invención de una ley social superordinante no sea erigida como mecanismo efectivo para la anulación de los individuos en una sociedad específica, para su incorporación como “ruedas de la máquina social”. La observación y el padecimiento de las leyes sociales hacen pensar que la sociedad es cada vez más un conjunto de entidades-individuos subordinados a unas leyes de la totalidad, cualesquiera que sean estas leyes.<br />
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<a href="" name="extension1"></a>Apéndice 1: Extensión: Variaciones enteramente subjetivas<br />
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En el terreno científico, La Teoría General de los Sistemas convive con otras aproximaciones que también intentan dar cuenta de las limitaciones de la ciencia, como son los sistemas fuertemente sensibles a las condiciones iniciales, los sistemas de ecuaciones simultáneas sin solución, la presencia de variables identificadas pero que no pueden ser medidas con precisión suficiente o que no pueden ser medidas en lo absoluto, variables invisibles (variables no detectadas desde nuestros mecanismos de percepción o inferencia), o cálculos a partir de números inmensos o inmanejables con nuestros aparatos de cómputo.<br />
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La conjetura de que el universo total de los eventos puede ser explicado desde la percepción, el registro y la inferencia parece pertenecer a una categoría de asuntos indecidibles: no existe prueba de su validez o invalidez. Acaso pertenece a un conflicto generado en el terreno mismo de las condicionantes del lenguaje.<br />
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La más fuerte de las predicciones en esta línea de diagnóstico de las limitaciones viene a ser la existencia de variables que no pueden ser descritas en términos del lenguaje conocido, ni en términos de ningún otro lenguaje posible desarrollado o por desarrollar. Resulta imposible probar que no existen variables con estas características –huidizas al lenguaje-, haciendo del proyecto de la predictibilidad total que se propone el mundo de la ciencia y del conocimiento, un asunto no demasiado distante a aquellos de fe y de creencia personal. Tal vez sea más fácil probar lo contrario, que dado un lenguaje específico, existirán siempre eventos en el universo de lo posible que el lenguaje no puede nombrar.<br />
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Este proyecto de la “predictibilidad total” puede ser visto no necesariamente como el propósito de la ciencia y el conocimiento amplio del mundo, sino como un propósito (extraño) en un marco de conocimiento condicionado. Las condicionantes que operan sobre el proyecto de la predictibilidad total son de naturaleza económica, y tienen su origen en un factor atávico en el ser humano que amenaza con la total desintegración de toda forma de vida conocida: el afán por la acumulación personal y el diseño de mecanismos efectivos para la serialización de los procesos de acumulación.<br />
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<a href="" name="jeanneney"></a>Apéndice 2: Jean-Noël Jeanneney desafía a Google<br />
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En su libro “Google desafía a Europa – El mito del conocimiento universal” Jean-Noël Jeanneney somete a un escrutinio el proyecto “Googlebook”. Este proyecto se define por dos simples premisas. La primera, alojar en red tantos libros inéditos o impresos como sea posible. La segunda, ofrecer libre acceso a los contenidos a cualquiera que tenga a su disposición un acceso a la red.<br />
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Se trata, simplemente, de levantar la mayor biblioteca abierta o de libre acceso en red existente. En síntesis, llevar a la práctica un archivo del conocimiento humano pretendidamente democrático. Entramos, aparentemente, en el terreno de lo que resulta inobjetable.<br />
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Google confía en que el principio de la preservación y libre difusión del conocimiento humano, al lado de la exhibición constante de su pretensión democrática, sean obstáculo suficiente para detener cualquier objeción a su propósito: este altruismo de propósitos atraviesa el corazón del proyecto para ejemplarizar la necesidad de poner fin a los monopolios de los derechos de autor que en este momento tienen las editoriales de libros impresos sobre los contenidos más importantes que podrían ser objeto de un archivo digital.<br />
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Dado que ni Google ni –al parecer- cualquier otra empresa que el ser humano quiera adelantar puede sustraerse a los parámetro de selección económica, los términos archivo, biblioteca en red, libre acceso y democracia quedan enmascarados por los móviles materiales.<br />
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Las tensiones involucran cinco actores, cuando menos: Google y las empresas de red (o redes), las editoriales y las bibliotecas en físico (públicas o privadas). En el desarrollo del proyecto, las bibliotecas físicas poseen el archivo que sería, eventualmente, trasladado a la red. El cuarto actor es el conflicto entre el estado y el mercado, en donde se suele participar de la tendencia a invocar la necesaria presencia estatal a través de la exhibición de argumentos de carácter nacionalista. El quinto factor en conflicto es, precisamente, quien más se lucra de la difusión de los valores nobles y altruistas, y quien por ello más se encarga de mantenerlos vigentes: la publicidad.<br />
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La importancia de la no homologación a una lengua única no descansa en el simple hecho del deseo de preservar lo local por el hecho gratuito de hacerlo, sino porque es en el contraste de todas las lenguas como cada lengua local puede lograr su avance y expandir el terreno de las experiencias posibles que le son aprehensibles. Se puede pensar en una lengua como un sistema abierto que tiene comunicación permanente con un entorno que le provee los medios para su propio movimiento, u organización. Ninguna lengua es un sistema “autoorganizado”, pero todas juntas logran una efectiva “autoorganización” local para cada una.<br />
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Jean-Noël Jeanneney acude al concepto de “Cabeza de góndola” para describir los riesgos del rankeo de los páginas en el buscador Google o en cualquier otros buscador. La cabeza de góndola señala el fenómeno por el cual un vínculo mostrado en el primer pantallazo será siempre más buscado que otro mostrado en el segundo, tercer o cuarto pantallazo. De manera que si el buscador tiene en cuenta la frecuencia de consulta de una dirección web, como parece que en efecto lo tiene, los resultados más visitados serán los más proclives a ser mostrados en las primeras páginas de la búsqueda, estableciendo un circuito en el que se rankean por el simple hecho de estar rankeados. Se puede invocar que este no es el único parámetro, y acaso ni siquiera sea el más importante frente a otros. Otro parámetro que al parecer involucra el algoritmo de búsqueda de Google es la relación de enlaces de entrada y salida a una dirección, y aunque no se menciona por Jean, la autoridad de cada uno de esos enlaces.<br />
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Un asunto que resulta crucial en el proyecto de las bibliotecas digitales es el proceso de digitalización de las obras físicas. Su traslado a medios digitales se puede realizar, básicamente, bajo el formato de imagen o formato de texto. Para efectos de generar resultados en los motores de búsqueda y proporcionar mayor flexibilidad en los índices, el formato de texto es el más adecuado; también el más costoso.<br />
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Debido a la envergadura propuesta por el ejercicio de digitalización –digitación, o transcripción- la conclusión a la que llega Jeanneney es que tal empresa sólo puede ser adelantada por el Estado, dado que esta sería la única entidad de garantizar los presupuestos y la continuidad del proyecto, además de preservar los contenidos ante una posible quiebra de una iniciativa privada. En el caso de la quiebra de una empresa privada que adelantara el proyecto, la pregunta abierta sería: ¿a quién pertenecerían los contenidos digitalizados?<br />
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<a href="" name="extension2"></a>Apéndice 2: Extensión: Factores sesgados críticos (o factores críticos sesgados)<br />
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El factor a tener en cuenta que abre la posibilidad del desarrollo de algunas suspicacias singulares hacia el proyecto Google book es la intervención no revelada de los factores que determinan el funcionamiento del algoritmo, tanto como la zona inferida conocida para el funcionamiento del algoritmo, siendo dos de ellos de naturaleza crítica: factores de interés nacional e interferencia de la publicidad en los resultados desplegados para cada búsqueda. Ambos factores son suficientes para señalar que la democratización, organización y libre acceso del conocimiento del mundo son nobles causas invocadas únicamente bajo la conveniencia de grandes negocios en auge en el campo de la administración de las relaciones humanas.<br />
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Si bien Jeanneney realiza un breve tránsito para invocar los proyectos cooperativos que pueden tener en común el espíritu del libre acceso a la información, su conclusión –que no parece enteramente desinteresada- es que proyectos como la digitalización masiva de libros y la puesta en red de bibliotecas completas de libre acceso pueden ser adelantados únicamente por entidades de largo plazo ajenas a los principios de rentabilidad; esta noble afirmación nos deja un único candidato: el Estado. Dado que es a través del conocimiento como se corre un riesgo de modificación al aparato estatal, es difícil pensar que el Estado suministre a un conjunto de individuos subordinados las herramientas para romper el cerco de administración de la conciencia y de todas las instancias de actividad humanas.<br />
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No se ve claramente la razón por la cual los libros físicos no puedan ser trasladados a la red desde iniciativas personales no centralizadas –a la manera de un hackeo sistemático del bien cultural económico- sin acudir al consentimiento de los aparatos -jurídicos o no- de control que ejercen sin resistencia el mundo de los negocios del libro. Este proceso, apoyado en la posibilidad de un trabajo individual interconectado no jerarquizado, requeriría además de una modificación o intervención en los motores de búsqueda -fabricantes automáticos de índices- ya sea desde una aproximación estrictamente tecnológica o mediante un intento por afectar los hábitos de uso de la red. Requiere de un proyecto amplio y total de desmonte de la “ley editorial” de la que el mundo económico tanto depende.<br />
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La red como sistema consiste –con tendencia creciente desde su aparición- en una circularidad de índices protagónicos –asistidos por la ley “editorial”- de los que el usuarionavegador raramente puede escapar (y a los que contribuye a elaborar en el marco de una ley que le orienta en calidad de mano de obra gratuita) en donde queda únicamente la sensación de que lo importante de circular en la red es la circulación de la circulación en sí.<br />
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BIBLIOGRAFÍA<br />
1. “Google desafía a Europa. El mito del conocimiento universal”. Jean-Noël Jeanneney. Traducción de Antoni Furió. Universidad de Valencia, 2007.<br />
2. “Teoría General de los Sistemas”. Ludwig Von Bertalanffy. Traducción de Juan Almela. Fondo de Cultura Económica. México, D.F. 2006.<br />
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Angry Young Men / Pablo Batelli</span></div><div style="line-height: 1.6em; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="line-height: 1.6em; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Publicado originalmente en el blog CHEAPNESS 9 de agosto de 2009.</span></div><div style="line-height: 1.6em; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><a href="http://chipcheapness.blogspot.com/2009/08/retirada-editorial-para-la-retirada.html#leyeditorial"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Helvetica Neue', Arial, Helvetica, sans-serif;">Enlace al original.</span></a></div><div style="line-height: 1.6em; margin-bottom: 0.75em; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;"><br />
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